El hablador

El hablador Ironía

Los nombres de las aldeas Nueva Luz y Nuevo Mundo infunden esperanza, pero la situación de los machiguengas establecidos allí es alarmante (Ironía situacional)

Los nombres de las aldeas Nueva Luz y Nuevo Mundo sugieren una promesa de prosperidad para los machiguengas. Sin embargo, pueden resultar irónicos si pensamos que en ellas el proceso de aculturación está destruyendo la identidad de esta tribu. Los machiguengas, a quienes no habían logrado someter durante siglos ni los incas ni los occidentales, han comenzado a cambiar, desde que se asentaron en estas aldeas, las formas de vida que habían garantizado su supervivencia.

Saúl le pregunta al narrador si estudió psicología cuando sabe que no lo hizo (Ironía verbal)

El narrador cree que la afinidad de Saúl con los machiguengas esta relacionada con su situación marginal dentro de la sociedad. Él, por su lunar en el rostro, sufre rechazo y discriminación al igual que las tribus en la Amazonía. Cuando el narrador le sugiere esta idea, Saúl se burla de él utilizando una ironía: "¿Aprobaste el curso de Psicología con el Doctor Guerrita?" (p.12).

Justo cuando Malfatti logra cumplir el sueño de su vida, se muere (Ironía situacional)

El fotógrafo italiano Malfatti va a la selva amazónica impulsado por el sueño de todo su vida, un proyecto fotográfico personal distinto al de sus habituales trabajos para las revistas de moda. Pero es justamente allí donde contrae el virus que provoca su muerte: "¿Muerto? Sí. De unas fiebres. Un virus contraído en aquellas selvas, forse. ¡El pobre! Era un fotógrafo de modas, había trabajado para Vogue, para Uomo, revistas así, fotografiando modelos, muebles, joyas, vestidos. Se había pasado la vida soñando con hacer algo distinto, más personal, como este viaje a la Amazonía. Y cuando al fin pudo hacerlo y le iban a publicar un libro con su trabajo ¡se moría!" (p.4).