El camino

El camino Elementos Literarios

Genero

Novela de iniciación y aprendizaje

Configuración y Contexto

La novela está ambientada en la España rural de la posguerra.

Narrador y Punto de Vista

El narrador es omnisciente y suele estar enfocado en la figura del protagonista, Daniel, si bien hay situaciones en las que se enfoca en otros personajes, lo que le permite reconstruir algunos pormenores de sucesos en los que Daniel no estuvo presente.

Tono y Estado de Ánimo

En la medida en que la novela reconstruye la infancia de Daniel desde su punto de vista, adopta en muchos pasajes un tono nostálgico. Sin embargo, abunda en momentos irónicos y otros burlescos, en los que se ridiculizan algunas de las formas de vida en el valle o conductas hipócritas de los adultos.

Protagonista y Antagonista

El protagonista de la novela es Daniel. Si bien no hay estrictamente un antagonista, la figura del padre de Daniel representa un antagonista, en la medida en que le impone un camino de vida con el cual Daniel no está conforme y ante el cual se rebelará a lo largo de la novela.

Conflicto Principal

Daniel, un niño de once años, se ve obligado a abandonar su valle natal para irse a la ciudad a estudiar, por mandato de su padre, por lo que se pasa la noche previa a su partida haciendo el duelo del fin de su infancia y preparándose para su nueva vida.

Climax

El climax de la novela se alcanza con la muerte de Germán, el amigo de Daniel. Este suceso traumático simboliza el fin de la infancia y de la inocencia de Daniel y el comienzo de una nueva etapa, de responsabilidades y nuevos desafíos. La muerte de su amigo significa un aprendizaje de la muerte, pero también de la irreversibilidad del tiempo y de la certeza en que la vida muta y la infancia no dura eternamente.

Presagio

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Atenuación

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Alusiones

En la novela hay una alusión a la Biblia en el nombre del oficial de Banco del que se enamora Irene, la Guindilla menor. El nombre Dimas remite a un personaje bíblico, "el buen ladrón", a quien crucificaron junto a Jesús y a quien este prometió el Paraíso, en virtud de su arrepentimiento. Sin embargo, la alusión que hace Delibes resulta irónica, en la medida en que su personaje no obra igual que el ladrón que Jesús perdonó, sino que engaña y estafa a las mujeres más devotas del pueblo.

Imágenes

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Paradoja

En la novela hay constantemente un tono burlesco que suele surgir de situaciones paradójicas. Por ejemplo, resulta paradójico que la Guindilla mayor, encargada de vigilar y reprimir los pecados carnales de los jóvenes del pueblo, caiga en el mismo pecado en pleno cumplimiento de esa tarea, al besar en el bosque a Quino, el Manco.

Paralelismo

En la novela, se establece el paralelismo entre dos pares de personajes a partir de la dicotomía campo-ciudad.
En primer lugar, entre Paco, el herrero, y Ramón, el hijo del boticario. Mientras que el primero representa la fuerza, la hombría y la vida en el campo, el segundo representa el estudio, la elegancia y la vida en la ciudad. Su comparación sirve a Daniel para privilegiar la vida en el valle por sobre el destino que su padre le ha encomendado en la ciudad.
En segundo lugar, se establece un paralelismo similar entre la Uca-uca y la Mica. En tanto que la Mariuca es una niña de campo, lo cual se exhibe en la rusticidad de su piel y su aspecto desordenado, la Mica enarbola las cualidades refinadas propias de la ciudad, que en un primer momento encandilan a Daniel y lo hacen creer que su idea sobre la ciudad estaba errada.

Metonimia y Sinecdoque

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Personificación

La preponderancia que asume en la novela el valle da lugar a que en muchas oportunidades ese paisaje aparezca personificado. Es lo que sucede, por ejemplo, con el amanecer que acontece a los ojos de Daniel la última mañana que pasará en el campo: "El valle despertaba al nuevo día con una fruición aromática y vegetal". Ante la mirada del niño, el valle se impone de tal manera que se le presenta con cualidades propias de las personas, como es el despertar.