Divina Comedia: Purgatorio

Divina Comedia: Purgatorio Símbolos, Alegoría y Motivos

El viaje (Alegoría)

La Comedia, en su conjunto, representa alegóricamente el camino del alma hacia Dios y, por lo tanto, hacia la salvación. En este sentido, el Purgatorio representa el proceso de purificación y de perfeccionamiento espiritual necesario para alcanzar la bienaventuranza. El viaje a través de los reinos del más allá también es una alegoría de la vida del protagonista, que, en su trayecto por la montaña del Purgatorio, modifica su comportamiento, liberándose de los pecados. Además, la dificultad que presenta la tarea de ascender la montaña, sobre todo al comienzo de su viaje, es una metáfora del esfuerzo que demanda alcanzar la vida virtuosa.

El junco (Símbolo)

Catón exhorta a Dante a ceñirse un junco de los que crecen a la orilla de la isla para poder avanzar en su camino hacia la montaña del Purgatorio (Canto I). El junco representa simbólicamente la humildad que necesita el peregrino para poder comenzar el viaje, que también es un proceso de renovación interior.

Los ángeles protegen el valle del Antepurgatorio de la amenaza de la serpiente (Alegoría)

En el Canto VIII, Dante invita al lector a descubrir el sentido alegórico de la escena que describe a continuación: “Aguza a la verdad, lector, los ojos, / ya que el velo es ahora tan delgado, / que atravesarlo para entrar es fácil” (vv. 19-21). Después del himno que comienza con ‘Te lucis ante’, y que invoca la protección divina contra las tentaciones de la noche, dos ángeles descienden desde el cielo con espadas sin puntas y una serpiente huye del valle. En esta alegoría, la serpiente representa a Lucifer y la tentación de pecar, y remite a la escena bíblica del Génesis, donde Eva es tentada por una serpiente (3, 1-6). Los ángeles representan la protección contra la tentación, y el color verde de sus vestidos y alas simbolizan la esperanza.

Los lobos (Símbolo)

En el primer canto del Infierno, la loba simboliza la codicia. En el Purgatorio, Guido del Duca utiliza este símbolo para referirse a los florentinos, a quienes alude con el término “lobos” (hijos de la codicia), cuando identifica con diferentes animales a los habitantes de las distintas regiones que atraviesa el Arno (“esa fosa maldita y desdichada”):

Mientras baja, a medida que se ensancha,
halla más perros que se vuelven lobos
esa fosa maldita y desdichada.

(Canto XIV, vv. 49-51)

Las siete pes (Símbolo)

El ángel que custodia la puerta del Purgatorio traza siete pes en la frente de Dante (Canto IX), que simbolizan, cada una de ellas, uno de los siete pecados capitales. Estas letras serán borradas progresivamente a medida en que el peregrino ascienda las siete cornisas de la montaña. Además, cada vez que un ángel borra una de las pes, Dante se siente más liviano. En el Canto XII, cuando el poeta abandona la primera cornisa, Virgilio explica que cuando hayan sido borradas todas las pes de su frente, no solo no sentirá cansancio, sino que le resultará placentero avanzar. Esto también posee un significado simbólico: las personas avanzan con dificultad por el peso de sus pecados, pero, a medida que se liberan de ellos, avanzan con mayor rapidez y satisfacción.