Divina Comedia: Purgatorio

Divina Comedia: Purgatorio La ubicación y la estructura del Purgatorio

Según la concepción medieval, el mundo se divide en dos hemisferios: el Septentrional o Norte, donde se ubican las tierras emergidas, y el único habitado por la humanidad; y el Austral o Sur, cubierto por agua y desconocido para el ser humano. Allí Dante ubica la montaña del Purgatorio. Cuando el protagonista de la Divina comedia concluye su viaje por el Infierno (al final del primer libro), cruza de un hemisferio a otro (sale al Hemisferio Sur), donde se encuentra esta montaña.

Este reino posee una forma especular con respecto al Infierno: su forma de cono refleja la forma hueca del primer reino del más allá. De hecho, ambos reinos tuvieron un origen común: la caída de Lucifer, que provocó la apertura del abismo infernal, dio lugar al surgimiento de la montaña del Purgatorio, a partir de la tierra que se retiró del abismo.

El Purgatorio se representa como una montaña en medio del océano y se sitúa en las antípodas de Jerusalén (que está en el centro del Hemisferio Norte, en la cosmología de Dante). Así lo podemos observar a partir de las indicaciones temporales de los primeros versos del Canto II del Purgatorio:

Ya había llegado el sol al horizonte

que cubre con su arco meridiano

Jerusalén con su más alto punto;

(...)

y las mejillas blancas y rojizas

donde yo estaba, de la bella Aurora

se volvían doradas por la edad.

(vv. 1-9)

Es decir, el sol había alcanzado el horizonte. Por lo tanto, atardece en el Hemisferio Norte (cuyo meridiano pasa por Jerusalén), mientras que en el Purgatorio (“donde yo estaba”) amanece: el cielo se vuelve blanco al despuntar el día, luego rojo y finalmente dorado.

Respecto a su estructura, la montaña está dividida en nueve sectores: el Antepurgatorio, donde esperan los penitentes antes de ser admitidos en el Purgatorio; las siete cornisas del Purgatorio, donde las almas se purifican; y el Paraíso terrenal, o Edén, que se encuentra en la cima de la montaña.