Desayuno en Tiffany's

Desayuno en Tiffany's Temas

La libertad

Desayuno en Tiffany's es, ante todo, la historia de una mujer libre. En el contexto de escritura de la novela, Holly Golightly representa un cuestionamiento de los parámetros y roles asignados a las mujeres en la sociedad estadounidense de mediados del siglo XX. La relación que la protagonista sostiene con las personas y objetos de su vida la describe como una persona sin prejuicios y poco ortodoxa. Así, a lo largo de toda la historia, la muchacha busca su propia autonomía, a pesar de que algunos personajes insisten en censurar sus conductas. Desde Sapphia Spanella, que la amenaza constantemente con llamar a la policía porque la incomoda el estilo de vida bohemio y moderno de la protagonista, hasta los hombres que intentan ir al apartamento de la muchacha, Holly pone límites a todo aquel que intenta inhibir su autonomía.

Así, Capote populariza el arquetipo de la mujer liberada en la narrativa estadounidense. La novela muestra cómo es la vida de una mujer que se maneja bajo sus propias reglas en vez de abrazar los estereotipos asignados al género femenino, vinculados con la pasividad, la maternidad y los roles secundarios.

Al vivir la vida según sus deseos, Holly no suele prestarle atención a lo que los demás esperan de ella. Sin embargo, muchos de los cuestionamientos que recibe la protagonista están vinculados a la dimensión privada de la muchacha; así, madame Spanella critica sus fiestas nocturnas y la excesiva circulación de hombres en el departamento de Holly. En este sentido, la novela exhibe que los límites del hogar y de la intimidad no son suficientes; los valores morales defendidos por Spanella reglamentan una única forma de comportamiento para las muchachas de la época.

Sin embargo, también esta búsqueda de la libertad como una manifestación auténtica de vivir la vida puede esconder una gran dificultad a la hora de relacionarse con las personas que la rodean. Así como Holly destaca que nada ni nadie le pertenece, también exhibe una debilidad a la hora de comprometerse afectivamente con un ser querido. En este sentido, la huida a Brasil, sin intenciones de regresar a Estados Unidos, la obliga a dejar atrás todo lo construido, incluido el vínculo con su mascota. Si bien al principio la abandona sin demasiado remordimiento, un sentimiento de angustia se apodera de ella y corre a recuperarla por las calles de Nueva York. En este punto, la novela muestra que experimentar la vida en toda su autonomía incluye también una faceta desagradable y solitaria.

El arte

Desayuno en Tiffany's analiza en profundidad el tema del arte en relación con las dinámicas sociales de la Nueva York de mediados de siglo XX. En primer lugar, el personaje de Holly aparece representado como el símbolo de la disciplina artística entendida como experiencia estética. Su personaje está enteramente construido en torno a parámetros artificiales de belleza; tiene el cabello teñido, hace dieta y oculta su estrabismo con elegantes lentes negros. Además de ocultar su verdadera identidad, este gesto implica que la muchacha se ve como un objeto artificial, una obra artística construida deliberadamente por sí misma. En este sentido, los hombres adinerados que pagan por su compañía exhiben que Holly no solo es una obra de arte, sino una mercancía.

Así como la muchacha vende su cuerpo y su imagen, extiende esta actitud mercantil al arte en general. En este sentido, Holly le critica al narrador su falta de voluntad para vender sus cuentos; para el muchacho, el arte es una manifestación personal con una función fuertemente social, que no puede reducirse a ser vendida ni comprada. Así, alterar su escritura en función de lo que se reconoce como vendible compromete la integridad artística del narrador; algo que no está dispuesto a hacer. De hecho, la mayor disputa entre los personajes se centra en la discusión sobre si el arte es o no una mercancía.

Sin embargo, al final de la novela, el narrador comienza a vender su ficción exitosamente. En este sentido, el protagonista muestra cómo la perspectiva de Holly cambió la manera en la que piensa su labor artística.

Naturaleza y cultura

A través del personaje de Holly Golightly, Desayuno en Tiffany's explora uno de los temas más importantes de la literatura: la dicotomía entre naturaleza y cultura. La protagonista se identifica con lo natural; es salvaje, impredecible y libre, en oposición al mundo estructurado y convencional de la cultura humana. Los animales, tanto salvajes como domésticos, simbolizan el rechazo que tiene la protagonista a las convenciones sociales. Desde pequeña, huye del matrimonio concertado con Doc Golightly y, como una celebridad neoyorquina, su autosuficiencia y autonomía se condensan en su mascota, un gato sin nombre al que Holly deja en libertad. La jaula, un símbolo de la prisión que lleva adelante el ser humano sobre la naturaleza, permanece como un objeto desagradable para la protagonista.

Si bien Holly se considera “un ser salvaje” (p. 92), a lo largo de la novela los lectores intuimos que esto es, al menos en parte, una fachada. Así, la protagonista busca cierta estabilidad económica y amorosa; el romance con José y la promesa de matrimonio representan un futuro que Holly anhela con muchas ganas. Además, la importancia que la joyería Tiffany's, un símbolo del exceso capitalista, tiene en la muchacha indica que los apetitos de Holly no son los de un animal, sino los de una mujer involucrada profundamente con los productos y las normas de la sociedad norteamericana.

La imposibilidad de la objetividad

En cierto modo, Desayuno en Tiffany's no es tanto una historia sobre Holly Golightly como una novela sobre las historias que se cuentan alrededor de ella. Así, el tema de la objetividad se presenta como una problemática detrás de cada narración. Al comienzo de la novela, los lectores conocemos a Holly a partir de cuatro relatos superpuestos: la historia del escultor africano, que le cuenta a Yunioshi sobre la misteriosa muchacha; el relato de Yunioshi a Joe Bell; la historia de Joe, que convoca directamente al narrador y, finalmente, la historia del narrador, que se cuenta al lector. De este modo, la introducción anticipa el énfasis que tendrán las historias como fuente de información a lo largo de toda la novela.

En Desayuno en Tiffany's, la información del narrador sobre Holly proviene de tres fuentes: nace de su observación de la muchacha, de las historias que ella le cuenta y los relatos que otros le cuentan sobre ella. A menudo, las narraciones sobre Holly se contradicen con sus propias observaciones; es ejemplar al respecto el relato de la protagonista sobre su infancia feliz y plena y los comentarios de Berman sobre la huida de la muchacha en su adolescencia. Esta narrativa, que no es la oficial ni la legítima, ejemplifica cómo las narraciones se distinguen de la información verdadera y objetiva. Esta tesis se refuerza con el arresto de Holly; los errores y exageraciones que aparecen en los relatos de los periódicos sugieren que no existe algo así como la objetividad pura. Cuando la prensa destaca que la protagonista es detenida "en su lujoso departamento emplazado en un alegre lugar del East Side" (p. 112), la novela pone en primer plano que aun la información que se pretende verdadera distorsiona y miente.

De esta manera, la historia de Desayuno en Tiffany's es presentada como la recopilación que hace el narrador sobre Holly y los relatos que circulan alrededor suyo. En este punto, así como dudamos de la objetividad de la prensa y de los rumores que se difunden sobre la muchacha, el lector también debe tomar las palabras del narrador con escepticismo. No obstante, la novela no pretende ser una historia verídica sobre Holly. Para el narrador, lo importante es su relación con la muchacha y transmitir al lector cómo su amistad transformó su vida. Así, el narrador conscientemente elige la subjetividad por sobre la objetividad.

La privacidad

En la novela, Truman Capote explora las relaciones entre la vida pública y privada. Como una popular celebrity que atrae atención positiva y negativa en la alta sociedad neoyorquina, Holly Golightly tiene serias dificultades para mantener algún tipo de privacidad en su vida. Esto ocurre especialmente porque las personas que la rodean tienden a obsesionarse con ella. De hecho, el narrador sin nombre está fascinado con la muchacha aun cuando todavía no eran amigos. Una vez que se transforman en un vínculo cercano, él mantiene este nivel de atención, deseando saber más y más sobre su vida. Así, no duda en espiar sus conversaciones con sus amigas o en revisarle la basura para conocer sus facetas ocultas. En relación con la privacidad, la muchacha mantiene una actitud ambivalente sobre su vida personal: por un lado ofrece información sobre sí misma de manera permanente, pero, por otra parte, intenta mantener su privacidad a salvo porque tiene una imagen pública que cuidar.

Así como Holly permite que el narrador conozca algunos detalles de su vida, él se da cuenta de que con estos relatos la muchacha mantiene satisfecha a su audiencia y evita que pregunten sobre temas de los que no quiere hablar. “Como suele ocurrir con muchas personas inclinadas a la confidencia voluntaria, cualquier frase que significara una pregunta directa, una cosa, la ponía en guardia” (p. 30). En este punto, la franqueza de Holly es un mecanismo de defensa, una táctica que utiliza para mantener a la gente alejada de todo lo que no quiere contar, especialmente su pasado.

Además, es necesario destacar que como la existencia de Holly está condicionada al mundo social que frecuenta, su reputación es extremadamente importante. Después de todo, su imagen pública es lo que determina si va a ser capaz de poder sostenerse económicamente, en tanto sus ingresos se basan en que los hombres adinerados le paguen por su compañía. En este sentido, Holly se beneficia de la obsesión que las personas de este círculo social tienen con ella, ya que le asegura permanecer en la lista de las mujeres más buscadas y deseadas.

El amor

En muchos sentidos, Desayuno en Tiffany's es una historia sobre la búsqueda de compañía y amor por parte de todos los seres humanos. Aunque Holly es una mujer independiente que se rehúsa a que los vínculos interfieran en su individualidad y albedrío, aprecia el valor de la conexión sincera y humana. Particularmente, al nombrar al narrador como “Fred”, establece una relación fuerte y cercana con el protagonista. Sin embargo, lo más interesante es que el vínculo entre ambos juega con los preconceptos de lo que los lectores entendemos como amor.

Si bien el narrador confiesa estar enamorado de ella, es un sentimiento platónico, que carece de intenciones sexuales. Si bien esto se suele leer en una clave homosexual, el narrador no exhibe demasiado interés en catalogar su identidad sexual bajo ninguna rúbrica específica. Por su parte, Holly encuentra en él una compañía genuina, que carece de segundas intenciones; y se encarga de retribuirle el sentimiento ayudándolo a que crezca como escritor. Emerge entre ambos es un vínculo asentado en el simple deseo de ser cuidado y acompañado por otra persona. Al poner esta dinámica en un primer plano, el autor muestra que el amor platónico puede ser tan profundo y significativo como otras modalidades del amor.

En cierto sentido, la relación del narrador y Holly le ofrece a la muchacha un refugio en un mundo dominado por la lujuria masculina. Al sostenerse económicamente a partir de sus citas con hombres adinerados, muchos manifiestan interés en ella. Sin embargo, estos señores son despreciados por Holly, ya que los concibe únicamente como fuente de ingresos. Cuando ella finalmente se enamora de José, se ve obligada a enfrentar que el hombre prioriza su carrera política antes que su vínculo amoroso. Si el amor romántico solo le trae decepciones, el amor platónico va a salvar a Holly. Así, el narrador y Joe Bell se comprometen a ayudarla a huir a Sudamérica, a pesar de que ninguno de los dos lo quiere de verdad. En este sentido, el amor es compromiso y dedicación, más allá de que carezca de toda intención romántica o sexual. De esta manera, Capote subraya la belleza presente en el amor platónico, y sugiere que las relaciones construidas en el apoyo y la devoción mutuas pueden ser tan estables, significativas y duraderas como las relaciones amorosas.

La felicidad

Como Desayuno en Tiffany's se centra en una joven mujer que se sostiene económicamente a partir del trato con la élite acomodada de Nueva York, Capote analiza las distintas formas en las que se manifiesta la felicidad. En este sentido, queda claro que Holly vincula la idea de riqueza con la felicidad, tal como se ve en el hecho de que la muchacha va a Tiffany's, una famosa joyería conocida por sus ostentosos diamantes, cada vez que se siente angustiada o deprimida. Este espacio representa la seguridad de que nada malo podría ocurrirle; en esta apreciación subyace el hecho de que la mera idea de riqueza transforma la vida de las personas.

Esta reflexión cobra sentido cuando los lectores conocemos el origen de Holly, nacida en la pobreza más absoluta y casada a los 14 años con su padre adoptivo. En este sentido, Capote sugiere que la preocupación de la muchacha proviene de estas carencias materiales; así, la novela busca que los lectores empaticemos con aquellos que valoran el dinero y los objetos antes de juzgarlos por parecer, a simple vista, superficiales.

Sin embargo, el vínculo entre dinero y felicidad no es tan lineal como parece. Aunque es evidente que Holly desea formar parte de la élite neoyorquina, hasta el punto de cambiar todo posible indicio sobre su origen para dar una imagen sofisticada, ni su popularidad ni su estatus parecen influir directamente sobre su felicidad. Esto se ve claramente en esas “horas negras” (p. 52) que vive, atravesada por la angustia y el pesimismo. Cuando nada la calma, el único lugar reconfortante es Tiffany's. En este sentido, la opulencia y el lujo representan la alegría y el confort ausentes en su vida. A pesar de su contacto cotidiano con los círculos más elevados de la sociedad neoyorquina, la muchacha siente una carencia estructural, que la posiciona como una impostora o una forastera. Al poner el foco en estas emociones dinámicas, Capote sugiere que la atracción de Holly por el prestigio y la riqueza se vincula con su búsqueda de la felicidad y pertenencia antes que con una vanidad materialista y superficial.