Desayuno en Tiffany's

Desayuno en Tiffany's Citas y Análisis

"A veces tocaba unas melodías que le hacían preguntarse a uno dónde diablos habría aprendido y de qué tierra habría venido. Oscilantes melodías de tierna rudeza, con palabras que olían a praderas o bosques de pinos. Una de ellas decía

No quiero dormir,

No quiero morir,

Solo quiero viajar

Por las praderas del cielo".

El narrador, pp. 25-26

En esta cita, el narrador percibe que en las canciones de Holly hay una verdad oculta detrás de la apariencia de la muchacha. Para penetrar en este misterio, el narrador la espía desde su ventana para oírla cantar. En estas canciones, aparece esa Holly genuina, que solo desea viajar por el mundo. Al mismo tiempo, detrás de la sofisticada chica de ciudad, se vislumbra la presencia de una persona imaginativa y soñadora, proveniente de algún bucólico y encantado lugar. Así, el lector obtiene una nueva pista del posible origen de Holly.

"El mejor remedio que he encontrado es tomar un taxi e ir a Tiffany's. El soberbio aspecto de aquello y la tranquilidad que se respira allí dentro me calman completamente; allí no puede sucederle a una nada malo, con aquellos hombres tan amables y tan bien trajeados, y aquel delicioso aroma de plata y carteras de piel de cocodrilo".

Holly Golightly, pp. 52 – 53

En esta cita, Holly explica el significado que la joyería Tiffany's tiene para ella. En su mirada, el ambiente del lugar, signado por el lujo y la riqueza, le ofrecen seguridad; el lugar representa un espacio de comodidad y tranquilidad frente a las incertidumbres y penurias del mundo exterior. Si bien es posible pensar que la muchacha es superficial y pretenciosa, a medida que avanza la narración entendemos que el dinero y los bienes materiales tienen una particular importancia en Holly por haber sufrido el hambre y la pobreza extrema. Así, Tiffany's significa un mundo mejor, en donde puede olvidar las angustias de su pasado.

“–¿No te interesa ganar dinero?

- Mis proyectos no llegan hasta tan lejos.

- A eso suenan tus cuentos. Como si los hubieras escrito sin saber el final. Te diré: será mejor que ganes dinero”.

Holly Golightly y el narrador, p. 79

En esta discusión entre Holly y el narrador se condensa la tensión existente entre dos perspectivas de entender el trabajo artístico. Mientras que el protagonista piensa que su escritura no tiene precio, la muchacha le critica la falta de voluntad comercial. Esta discusión sobre el arte como mercancía está permeada por la perspectiva personal de cada uno; el narrador entiende la literatura en su dimensión social y, por lo tanto, no importa que sea potencialmente vendible. Por otra parte, Holly, que se crea a sí misma como un producto vendible, cree que todo tiene precio y que el mayor ideal es siempre ganar dinero.

“Doc me ama realmente. Y yo le amo. A «ti» ha podido parecerte viejo y pegajoso. Pero no sabes la dulzura que hay en él, la confianza que sabe inspirar a los pájaros, a los niños y a los seres frágiles como ellos. A cualquiera que te inspire confianza, le debes mucho”.

Holly Golightly, p. 91

En esta cita se ve una de las diferentes formas que el sentimiento amoroso toma en la novela. Holly define su amor con Doc a partir de la dulzura y la confianza que le inspira el hombre. En este punto, cualquier tipo de atracción física o sexual parece eliminado del vínculo; la muchacha no niega en describirlo como un viejo pegajoso. Por otra parte, Holly cree que tiene una deuda con el hombre por todo lo que ha hecho por ella; así, la confianza que siente por él merece todo su amor. En este punto, la relación amorosa entre ambos se basa en la confianza y la dulzura, dos valores que no suelen ser primordiales en los vínculos románticos.

“Porque «estaba» enamorado de Holly. De la misma manera que una vez estuve enamorado de la cocinera negra de mi madre y de un cartero que dejaba que le siguiera en su recorrido y de toda una familia entera llamada McKendrick. Esa clase de amor también origina celos”.

El narrador, p. 94

En esta cita, el narrador complejiza sus sentimientos por Holly. Así, los compara con otros momentos de su vida en los que también sintió afecto por gente que era gentil y amable con él. Pero, al mismo tiempo, admite que este tipo de amor genera celos. Con esta definición, el narrador borra todo indicio de deseo o atracción sexual y marca que lo que siente por Holly se vincula con una dimensión platónica. Una vez más, el amor puede tomar otros significados que no se vinculan necesariamente con la típica pareja romántica heterosexual.

“Pisé las gafas oscuras de Holly; estaban en el suelo con los cristales pulverizados ya y la montura partida en dos”.

El narrador, p. 96

Cuando Holly destruye su departamento al enterarse de la muerte de su hermano Fred, el narrador ve los anteojos de sol destruidos en el piso. Las gafas, símbolo del aislamiento y el ensimismamiento de la protagonista, están ahora rotas. De alguna manera, la muerte de Fred permite que la muchacha se muestre sin máscaras ni nada que la aleje del mundo exterior; así, el narrador ve hasta qué punto esta tragedia impacta en Holly.

“Una persona debiera poder casarse con un hombre o con una mujer o… Fíjate, si ahora vinieras y me dijeras que quisieras emparejarte con un buque de guerra, respetaría tus sentimientos. No, hablo en serio. El amor debería ser libre”.

Holly Golightly, p.102

En esta cita, Holly muestra su mirada liberal y poco ortodoxa sobre las relaciones amorosas; así, ella cree en el amor sin ningún tipo de restricción o reglas. Si bien en el siglo XXI estas opiniones pueden parecer habituales, no son la norma en la sociedad estadounidense de la década del '40. En este sentido, la novela subraya una vez más distintos discursos sobre el amor, alejados del estereotipo romántico del matrimonio heterosexual y la familia tipo.

“Sentí por ella suficiente amor para olvidarme de mí, de mis desesperaciones y de la lástima que me tenía a mí mismo, y sentirme satisfecho de que estuviera sucediendo algo que ella consideraba dichoso”.

El narrador, p. 108

En esta cita, el narrador se da cuenta de que el amor que siente por Holly alcanza el punto tal que es capaz de subordinar su propia felicidad y disponerse al servicio de la muchacha, más allá de la angustia que siente por la pronta partida de su amiga. Así, esta satisfacción del protagonista está relacionada con el hecho de que está ocurriendo algo agradable para Holly, en una vida habituada a las penurias y a las carencias.

“-Ya te lo dije. Solo nos encontramos junto al río un día, eso es todo. Independientes los dos. Nunca nos hicimos ninguna promesa. Nunca…-y aquí su voz se apagó y una palidez de enferma se extendió por su cara”.

Holly Golightly y el narrador, p. 133

Luego de que Holly abandona a su gato en las calles de Harlem, intenta convencerse a sí misma de que realmente ambos serán felices sin la compañía del otro. Una vez más, el desapego aparece como pretexto para negar todo tipo de compromiso real y verdadero. Sin embargo, esta decisión no es gratuita para Holly; acto seguido, se angustia tanto que decide bajar del auto y recuperar a su mascota. En este gesto, se ve que su postura sobre la autonomía y la independencia no es genuina, ya que se involucra sentimentalmente con aquellos que la rodean.

“Brasil fue fenomenal, pero Buenos Aires fabuloso. No es Tiffany's, pero casi”.

Holly Golightly, p. 135

Con esta postal al narrador, Holly muestra el recorrido nómade de su vida. Su partida desde Estados Unidos no tiene rumbo fijo, sino que la muchacha se abre a toda nueva experiencia y aventura que pueda parecerle convocante. La comparación con Tiffany’s remite una vez más a la joyería como un lugar de seguridad en donde nada malo puede sucederle. En este sentido, aunque Buenos Aires no llega a su nivel, en este comentario Holly muestra su ardua búsqueda de un lugar que pueda, finalmente, sentir como su hogar.