Variaciones en rojo

Variaciones en rojo Elementos Literarios

Genero

Cuentos (relatos policiales).

Configuración y Contexto

Aunque no hay referencias directas, los tres relatos pueden contextualizarse a mediados del siglo XX, en Buenos Aires. El escenario de "La aventura de las pruebas de imprenta" es el centro de la ciudad de Buenos Aires; "Variaciones en rojo" se desarrolla en el estudio de un artista, también en la ciudad de Buenos Aires; "Asesinato a distancia" transcurre en una estancia costera llamada Villa Regina.

Narrador y Punto de Vista

Todos los relatos presentan un narrador omnisciente en tercera persona. Aunque este narrador sabe todo lo que hacen y piensan los personajes, comparte la información en fragmentos y no de manera completa, ya que responde al juego propuesto por el autor para que los lectores puedan ser partícipes de la resolución de los enigmas.

Tono y Estado de Ánimo

El tono general es dramático, algo que se profundiza mucho más en "Asesinato a distancia". Sin embargo, los relatos también incluyen varios momentos en los que aparecen el humor y el sarcasmo.

Protagonista y Antagonista

El protagonista de los tres relatos es Daniel Hernández, un investigador aficionado. Los antagonistas son los culpables de los crímenes en cada una de las historias.

Conflicto Principal

Daniel Hernández quiere descubrir la verdad y hacer justicia en cada caso que se le presenta.

Climax

El clímax se produce en circunstancias similares en cada uno de los relatos, cuando Daniel Hernández está finalizando su exposición de los hechos y señala a él o los culpables de los crímenes. La escena se repite en los tres textos: todos los personajes están reunidos en algún lugar para escuchar la argumentación de Daniel. Cabe aclarar que en "Asesinato a distancia", el clímax se extiende un momento más debido a que el acusado, Osvaldo, amenaza de muerte a los presentes y es abatido de un disparo por el comisario Jiménez.

Presagio

En "Asesinato a distancia" pueden identificarse una serie de momentos que presagian ciertos hechos importantes que ocurrirán posteriormente. En el inicio del relato, cuando el narrador todavía está dando a conocer a los personajes, Daniel hace una reflexión sobre Osvaldo que presagia su futura culpabilidad: "Daniel pensó, con un sobresalto, que en algunos momentos Osvaldo parecía tener dos rostros superpuestos y diversos, que se influían mutuamente con extraños efectos" (p. 126).

Luego, Lázaro está contando lo que recuerda de la noche del crimen y, cuando se refiere específicamente a Osvaldo, dice que lo vio regresar en un auto blanco que pertenecía a Silverio. En ese instante, detiene su discurso y hace un gesto que en el momento es inexplicable para los lectores: “Se interrumpió, con los ojos desmesuradamente abiertos. Abrió la boca como si fuera a decir algo, pero desistió” (p. 156). Esa mirada de horror anticipa que Lázaro será asesinado. A su vez, es un presagio de la resolución del crimen y la revelación del verdadero culpable. De hecho, la página es una de las que indica Walsh en el prólogo para ayudar a los lectores a resolver el enigma.

Al final de la novela, cuando Daniel da la explicación de los hechos y resuelve el crimen, se refiere a ese momento:

"En el preciso momento en que llegó usted [Jiménez] con Silverio y Osvaldo, Lázaro pronunciaba las palabras que constituyeron su sentencia de muerte. Lázaro decía que la noche del crimen Osvaldo había regresado en el automóvil de Silverio, un automóvil blanco… Al llegar a ese punto calló, con los ojos desmesuradamente abiertos, como si hubiera recordado de pronto algo que lo explicaba todo” (p. 172-173).

Además, según Daniel, es el mismo Lázaro quien presagia su destino: “Lo cierto es que el día antes Lázaro había pronunciado palabras proféticas. Él dijo: ‘Quizá sea la última partida que le gane a Osvaldo’. Y en efecto, en el terreno de la práctica, Osvaldo era más diestro jugador que él” (p. 173).

Atenuación

N/A

Alusiones

Tal como analizamos en "Resúmenes y análisis" y "Temas", el libro está plagado de alusiones al género policial.

Además, hay muchas otras relacionadas con la literatura en general. Por ejemplo, cuando comienza su exposición sobre el caso en "Variaciones en rojo", Daniel alude a un fragmento de la tragedia 'Julio César', de William Shakespeare, para describir la ambición y la peligrosidad que representa el personaje de Hans Baldung ―en realidad, Otto Jenke―:

"¿Recuerda usted aquellas palabras que Shakespeare pone en boca de César? Prefiero que me rodeen hombres gordos, hombres de cabeza reluciente, que duermen de noche. Admirable sentencia. Beware of these lean, hungry men! ¿No era así? Bueno, no importa. Pero Baldung no dormía de noche, Baldung era de esos hombres flacos y hambrientos" (p. 110).

Luego, cuando habla de los motivos de Baldung para autoinculparse, Daniel cita un personaje del libro 'Crimen y castigo', de Fiódor Dostoyevski: "No quiero abrumarlo con ejemplos, pero usted recuerda que en 'Crimen y castigo' hay una confesión de este tipo, un hombre que quiere cargar con todas las culpas del mundo y se acusa de algo que no ha hecho (p. 111).

Por otra parte, en "Asesinato a distancia" hay varias alusiones vinculadas al ajedrez. Por ejemplo, cuando Daniel conoce a Lázaro conversan sobre una partida y una jugada específicas:

"―Tengo aquí la partida de Marshall y Halper ―dijo [Lázaro]. Se dirigía a Daniel. A su padre no le interesaba el ajedrez.

―¿El gambito escocés?

―Sí. ¿Lo conoce? En realidad, es un gambito danés modificado" (p. 125).

Imágenes

Ver sección "Imágenes".

Paradoja

Es una paradoja el hecho de que se considere a Hans Baldung inocente y culpable a la vez. Daniel explica que Baldung es inocente del asesinato de Carla de Velde, pero culpable de crímenes vinculados al régimen nazi:

"―Es culpable, sí ―dijo Daniel―, pero no de lo que usted cree. Es culpable de un vasto y múltiple crimen, pero no de este crimen aislado. Sus manos están manchadas en sangre, si me permite esta triste concesión al lugar común, pero no en la sangre de Carla de Velde" (p. 110).

Paralelismo

En el relato "Variaciones en rojo", durante una conversación con Daniel, Duilio Peruzzi hace un paralelismo entre diferentes lenguajes con la intención de subrayar el valor de lo artístico: “Habrá virtuosos de la interpretación como hay grandes pianistas. Pero cualquier artista verdadero lo verá, con solo leer mi lista de símbolos matemáticos, así como un músico no necesita oír una sinfonía para gustar de ella: le basta con leer la partitura” (p. 95).

Metonimia y Sinecdoque

En el comienzo de "Asesinato a distancia", el narrador describe una escena en la que Daniel se encuentra sentado junto a Silverio Funes: “A su lado divisaba vagamente la silueta taciturna de Silverio” (p. 123). La cita constituye una sinécdoque, en el sentido de que se califica de taciturna a la silueta en lugar de a Silverio, es decir que se toma la parte (la silueta) por el todo (Silverio).

Personificación

En el relato "Variaciones en rojo", encontramos la expresión “Indignado vértice” (p. 78). Esta remite a la personificación de un vértice, que es un objeto inanimado que no puede indignarse, como sí podría suceder con una persona.

En “Asesinato a distancia”, por su parte, encontramos la siguiente expresión: “En la espalda gris del mar perduraban los últimos reflejos de la tarde" (p. 123). Con este imagen se personifica al mar, en tanto le asigna la propiedad de tener una espalda ―como tienen las personas― para referirse a su parte posterior.