Variaciones en rojo

Biografía

Rodolfo Jorge Walsh nació el 9 de enero de 1927 en Pueblo Nuevo de la Colonia de Choele-Choel (que desde 1942 se llamó Lamarque), en la provincia de Río Negro. En 1941, llegó a ciudad de La Plata para realizar sus estudios secundarios, primero en un colegio de monjas en Capilla del Señor y, después, en el Instituto Fahy de Moreno, un colegio pupilo a cargo de curas de una congregación irlandesa, destinado a hijos de familias con ascendencia de esa nacionalidad.

La experiencia en este último le serviría para ambientar tres cuentos que formaron el «ciclo de los irlandeses»: Irlandeses detrás de un gato, Los oficios terrestres y Un oscuro día de justicia. Los tres fueron publicados en libros (El primero en Los oficios terrestres, en 1965; el segundo, en Un kilo de oro en 1967 y, el tercero, en un volumen propio en 1973, con una entrevista hecha por Ricardo Piglia a modo de prólogo); han sido reunidos en otras ediciones. En la de los Cuentos completos hecha por la editorial De la Flor y al cuidado de Piglia se incluyó un cuarto cuento, El 37, publicado en 1960 en una antología de la editorial Jorge Álvarez bajo el título Memorias de infancia.[7]​

Cursó dos años de la carrera de Letras en la Universidad de La Plata;[8]​ abandonó para emplearse en los más diversos oficios: fue oficinista de un frigorífico, obrero, lavacopas, vendedor de antigüedades y limpiador de ventanas.[9]​

A los 17 años, había comenzado a trabajar como corrector en la editorial Hachette. Poco después hizo sus primeras armas en el periodismo, publicando artículos y cuentos en diversos medios de Buenos Aires y La Plata, ciudad en la que residía y practicaba ajedrez como socio del Club Estudiantes de La Plata, institución en la que se inscribió en 1951.[10]​

Actividad periodística

Desde 1951 hasta 1961, trabajó para las revistas Leoplán, Panorama, y Vea y Lea, además de continuar en la editorial Hachette, ya como traductor. Por esos años publicó las antologías Diez cuentos policiales argentinos (1953) y Antología del cuento extraño (1956). Tanto las ediciones de 1976 como la de 2014 reaparecieron en cuatro tomos.

En 1953, salió su primer libro, Variaciones en rojo, que contiene tres novelas cortas de género policial, al que era muy aficionado, con la que obtuvo el Premio Municipal de Literatura de la Ciudad de Buenos Aires. Está dedicado a Elina Tejerina, su primera mujer y madre de sus dos hijas, Victoria y Patricia. Años más tarde, renegaría de este libro.

En 1956, presenció un levantamiento militar contra el gobierno de facto que había derrocado a Juan Domingo Perón y combates callejeros en La Plata, donde residía. Durante la madrugada del 9 al 10 de junio, nueve civiles fueron detenidos y fusilados en un basural de José León Suárez sobre la ruta 4; lo mismo pasó en la zona sur del Gran Buenos Aires. Meses después, en un bar que frecuentaba, oyó la primicia que cambiaría su vida: «Hay un fusilado que vive».

Portada del libro Operación Masacre (1957) de Rodolfo Walsh, utilizando como imagen el cuadro El 3 de mayo en Madrid, del pintor español Francisco Goya.

Logró identificarlo como Juan Carlos Livraga, al que entrevistó, y por quien pudo saber que había otros sobrevivientes. Trabajó los meses siguientes en febril persecución y búsqueda, interrogando a conocidos, vecinos y sobrevivientes. Alquiló una casa en el Delta de Tigre bajo el nombre falso de Francisco Freire, y en unos meses escribió la primera versión de lo que sería Operación Masacre. El prólogo de la primera edición en libro evidencia sus intenciones de no dar por terminada la investigación publicada:

Esta es la historia que escribo en caliente y de un tirón, para que no me ganen de mano, pero que después se me va arrugando día a día en un bolsillo porque la paseo por todo Buenos Aires y nadie me la quiere publicar y casi ni enterarse.

Al fin, del 15 de enero al 30 de marzo de 1957, consiguió la publicación en el pequeño diario nacionalista Revolución Nacional. Del 27 al 29 de junio, publicó nueve artículos más en la revista Mayoría de los hermanos Tulio y Bruno Jacovella, por cuya recomendación, se presentó en el Estudio Ramos Mejía donde funcionaba el semanario Azul y Blanco donde pidió hablar con el Dr. Marcelo Sánchez Sorondo, su director; en diciembre de 1957 apareció la primera edición del libro, con el subtítulo «Un proceso que no ha sido clausurado», de Ediciones Sigla, sostenida por Jorge Ramos Mejía y propiedad de Sánchez Sorondo. En reediciones posteriores (1964, 1969, siete ediciones entre 1972 y 1974), Walsh fue rectificando datos, agregando y suprimiendo prólogos y epílogos, comentando el impacto del libro con el paso de los años, y demostrando al mismo tiempo la evolución de su pensamiento, que fue virando cada vez más hacia la lucha armada y alejándose del liberalismo de izquierda con el que escribió la primera versión.

Operación masacre es considerada una pieza de investigación periodística precursora del Nuevo Periodismo y considerada por algunos la primera novela testimonial o novela de no-ficción, anticipándose por diez años a A sangre fría del estadounidense Truman Capote, fundadora del género en el ámbito anglosajón.

Actividad política de derecha

Hasta 1957, su relación con grupos políticos había sido casi nula. Entre 1944 y 1945 tuvo acercamientos a la Alianza Libertadora Nacionalista,[11]​ un agrupamiento que caracterizó años más tarde como «la mejor creación del nazismo en la Argentina... antisemita y anticomunista en una ciudad donde los judíos y la izquierda tenían peso propio».[11]​

Fue antiperonista y apoyó el golpe de Estado que derrocó a Perón en 1955,[12]​ por lo menos hasta octubre de 1956, en que firmó en la revista Leoplán la nota «Aquí cerraron sus ojos», laudatoria de los aviadores navales caídos mientras bombardeaban a resistentes peronistas durante la Revolución Libertadora.[13]​ En septiembre de 1958, afirmó:

No soy peronista, no lo he sido ni tengo intención de serlo... Puedo, sin remordimiento, repetir que he sido partidario del estallido de septiembre de 1955. No solo por apremiantes motivos de afecto familiar ―que los había―, sino que abrigué la certeza de que acababa de derrocarse un sistema que burlaba las libertades civiles, que fomentaba la obsecuencia por un lado y los desbordes por el otro. Y no tengo corta memoria: lo que entonces pensé, equivocado o no, sigo pensándolo… Lo que no comprendo bien es que se pretenda obligarnos a optar entre la barbarie peronista y la barbarie revolucionaria. Entre los asesinos del Dr. Ingalinella y los asesinos de Satanowsky[14]​

Actividad política en Cuba y Guatemala

En 1959, viajó a Cuba, donde junto con sus colegas y compatriotas como Jorge Masetti, Rogelio García Lupo (a quienes conoció durante su paso por la Alianza Libertadora Nacionalista) y Gabriel García Márquez fundó la agencia Prensa Latina. En 1960 interceptó por accidente y logró descifrar con un manual de criptografía las comunicaciones secretas entre la CIA y agentes en Guatemala sobre los preparativos para la invasión de Playa Girón.[15]​ Quería hacer una gran nota sobre el tema pero el gobierno cubano vetó la idea.[16]​ Masetti también maquinó que Walsh se infiltrara disfrazado de sacerdote que vendía biblias en los campos de entrenamiento de cubanos en Retalhuleu, Guatemala, pero el gobierno cubano tenía otros planes de espionaje y rechazó la idea. Masetti y García Márquez volaron en misión periodística a Perú y al volver hicieron una escala inesperada en Guatemala. Masetti quería espiar los campos de entrenamiento de Retalhuleu y García Márquez lo disuadió. En cambio, se tomaron unas fotos testimoniales en Guatemala con su inconfundible volcán de fondo y basándose en los cables descifrados, escribieron la historia de un viaje clandestino enriquecido con detalles imaginados, que enviaron al presidente Miguel Ydígoras Fuentes.[17]​

En febrero de 1961, sin conocimiento del gobierno cubano, Walsh envió un extenso reportaje a la revista Che de Buenos Aires revelando correspondencia del embajador de Estados Unidos en Guatemala y si bien no mencionaba los campos de entrenamiento, revelaba cómo había descifrado las claves. Jorge Masetti había renunciado a su cargo en la Agencia dos días antes de la publicación, el gobierno intervino la agencia y Walsh debió renunciar.[18]​

De regreso a Argentina

Desde su regreso de Cuba (1961) siguió viviendo en Lorelei, la casa alquilada en el Delta de Tigre, donde escribió la primera versión de Operación Masacre.[19]​

En esos años, publicó sus dos únicas obras de teatro (La granada y La batalla) y sus colecciones de cuentos más célebres: Los oficios terrestres (1965, que incluye el cuento «Esa mujer») y Un kilo de oro (1967).[20]​

En 1967, conoció a Lilia Ferreyra, quien sería su compañera hasta su desaparición.

A partir de 1968, según escribió Walsh, sus ideas sobre literatura y compromiso político se modifican de modo sustancial, empezando a privilegiar al segundo por sobre la primera.[21]​

Trabajó en la revista Panorama y durante la dictadura de Onganía, fundó el semanario de la CGT de los Argentinos que dirigió entre 1968 y 1970, y que luego de la detención de Raimundo Ongaro y el allanamiento en 1969 a la CGTA se publicó en forma clandestina.

En 1969, publicó ¿Quién mató a Rosendo?, una investigación sobre el asesinato del dirigente sindical Rosendo García. Walsh concluyó que el responsable era Augusto Timoteo Vandor, secretario general de la CGT, y partidario de una política menos combativa y más concesiva con el gobierno militar. Se sorprendió al enterarse de su asesinato.[22]​


This content is from Wikipedia. GradeSaver is providing this content as a courtesy until we can offer a professionally written study guide by one of our staff editors. We do not consider this content professional or citable. Please use your discretion when relying on it.