Rebeldes

Rebeldes Resumen y Análisis del Capítulo 4

Resumen

Son las dos y media de la madrugada, Ponyboy y Johnny se dirigen a su casa desde el lote vacío, quejándose de lo frío que se siente, cuando ven el Mustang azul de los socs rodeando el perímetro del parque. Cinco de ellos, incluídos Bob y Randy, comienzan a acercarse a los dos chicos, y Ponyboy percibe que están borrachos. Johnny saca su navaja mientras ellos se apoyan contra la fuente. Aunque Ponyboy y Johnny están aterrados, pretenden parecer fuertes y hoscos.

Los socs comienzan a fastidiarlos, llamándolos "basura blanca con pelo largo", y Ponyboy responde escupiéndoles. Bob le dice a Ponyboy: "Te hace falta un buen baño, greaser”, y le dice a David, otro soc, "Dale un baño al chaval". David agarra a Ponyboy y le sostiene la cabeza bajo el agua de la fuente. Justo cuando Ponyboy cree que está a punto de morir, se despierta en la acera junto a la fuente, "allí tendido, débil, respirando aire y escupiendo agua".

Johnny está sentado junto a él, y junto a ellos yace el cuerpo de Bob, en un charco de sangre. Ponyboy ve que Johnny lo mató con la navaja y vomita. Johnny le dice que los otros socs huyeron cuando apuñaló a Bob. Ponyboy comienza a entrar en pánico, gritando, "¿Qué vamos a hacer?" y Johnny intenta calmarlo, decidiendo que necesitarán dinero, una pistola y un plan. Deciden encontrar a Dally y pedirle ayuda.

Van a la casa de Buck Merril a buscar a Dally porque recuerdan que había una fiesta y Dally había dicho que iba a estar allí. Buck abre la puerta, claramente borracho, pero busca a Dally cuando los chicos preguntan por él. Dally aparece en la entrada, bastante sobrio, y escucha lo que ha sucedido. Dally ha peleado con Tim Shepard y éste le " ha roto unas cuantas costillas". A Johnny y a Ponyboy los deja entrar cuando ve que están fríos y húmedos, y les da cincuenta dólares y un arma cargada. También le da a Ponyboy una de las camisas de Buck y su propia chaqueta de cuero marrón. Les da instrucciones para subirse en el tren de carga para Windrixville, y luego encontrar una iglesia abandonada allá en la montaña Jay.

Los niños se meten en un vagón abierto en el tren, evitando que les agarre uno de los trabajadores del ferrocarril. Le occure a Ponyboy por la primera vez que están metidos en un problema serio, que Johnny haya asesinado a alguien y que ahora están huyendo. Están agotados, Ponyboy se duerme.

Los muchachos saltan del tren en Windrixville, mientras que Ponyboy apenas está despierto. Se da cuenta de que están en el campo y recuerda vagamente su fantasía acerca de lo maravilloso que es. Quieren llegar a la Montaña Jay, pero no conocen la ruta. Quieren preguntarle a alguien, pero Ponyboy se da cuenta de que no se parecen en nada a los muchachos granjeros, ni a ningún otro nativo de la zona, y teme que la gente los juzgue, pensando que "nada más vernos sabrían que éramos un par de hoods". Las piernas de Johnny aún están entumecidas luego de que Ponyboy se durmiera tirado sobre ellas, y le dice Ponyboy: "deja de arrastrar los pies como un criminal" antes de pedirle indicaciones de un desconocido. Cuando Ponyboy se va, él piensa en cómo reaccionarán Darry y Sodapop cuando él no regrese a casa. No puede creer que fue apenas la noche anterior que conoció a Cherry Valance en el autocine. Se preocupa por estar huyendo para siempre o, peor, por la posibilidad de ser enviado a un reformatorio. Se encuentra con un granjero que maneja un tractor y le pregunta formalmente dónde queda la Montaña Jay, mintiéndole al decir que están jugando a “batallas”, y que en su papel en el juego debe "informar al cuartel general de allí ". Él se asombra de sí mismo, ya que se le hace muy fácil mentirle a alguien así.

Los niños suben a la iglesia, sintiéndose más que agotados. Ponyboy recuerda cómo solía ir a la iglesia seguido, pero un domingo habló con Soda y Johnny para que fueran con él. Aparece la pandilla entera y avergüenzan a Ponyboy portándose mal y llamándole la atención. Ahora Ponyboy y Johnny se desploman en el piso de la iglesia y se duermen de inmediato.

Análisis

Una de las características definitivas de la prosa de Hinton es su esfuerzo por reproducir fielmente una cierta forma de hablar y escribir entre los jóvenes "duros", que apenas se percibe a través de una traducción. El papel de Ponyboy como narrador proyecta los eventos y da un color fuerte al lenguaje; lo que emerge es una lengua vernácula específica. En varios momentos, su narración linda con la técnica del “flujo de conciencia”, en la que la narración verbal se aproxima a un monólogo interno. En este capítulo, la repetición de ciertas líneas le da al lector la impresión de dejarse llevar por ese flujo de palabras y emociones en la cabeza de Ponyboy. Por ejemplo, después de darse cuenta Ponyboy de que Johnny ha matado a Bob, Hinton escribe (o Ponyboy piensa): "Esto no puede ser cierto. No puede ser cierto. No puede ser cierto..." Es como si estuviera mareado, así que sus palabras se van raleando hasta apagarse.

Los ojos son prominentes en este capítulo, y especialmente los de Johnny. Cuando los cinco socs se acercan a él y a Ponyboy, "sus ojos eran salvajes, como los ojos de un animal en una trampa". Después de que Bob los llama "basura blanca con cabello largo", Ponyboy nota que a Johnny "le ardían los ojos". Cuando Ponyboy vuelve en sí después de casi ahogarse, nota la expresión de Johnny, recién habiendo experimentado la muerte de Bob, tenía "los ojos más enormes que he visto en mi vida".

El tema de las apariencias entra en juego cuando los socs se acercan a Johnny y Ponyboy: los dos jóvenes intentan hacerse más impresionantes. “Johnny tenía la cara dura, vacía; hay que conocerlo bien para ver el pánico en sus ojos. Me quedé mirando a los socs con toda tranquilidad. Quizá nos tuvieran acojonados, pero nunca les daríamos la satisfacción de mostrárselo". Más tarde, cuando los chicos van a pedir indicaciones a Jay Mountain, Ponyboy ve a Johnny "como podría verle un desconocido", y se da cuenta de que nunca pasarán por granjeros. Él piensa: "Nada más vernos sabrían que éramos un par de hoods.”

Soñar con el campo se transforma en una realidad decepcionante cuando los muchachos saltan del tren en Windrixville. Ponyboy nota que "las nubes estaban rosadas y las alondras cantaban", y piensa para sí que finalmente ha llegado al campo. Pero más tarde, mientras busca a alguien para pedirle instrucciones, piensa para sí: “Estaba en el campo, pero sabía que no me iba a gustar tanto como había pensado”.

Vinculado al tema de soñar con el país, está el de fingir, lo que Ponyboy hace para escapar de situaciones con las que no puede lidiar. La línea entre "fingir" y "mentir" es borrosa; ambas cosas le vienen sin dificultad a Ponyboy. "Sé mentir tan bien que a veces me sorprendo a mí mismo", admite. Es a la vez un alarde y una confesión, y, de hecho, un tono de culpa entra en las descripciones de sus sueños y artimañas.

El final del capítulo incluye un pequeño presagio cuando Ponyboy dice: "Pero aquella iglesia me daba una especie de temor. ¿Cómo se llama? ¿Premonición?". Aquí, con estas preguntas, Hinton usa la técnica del discurso directo, es decir, el narrador habla como si se dirigiera directamente al lector. El presagio es consciente de sí mismo ya que Ponyboy hace el esfuerzo de llamarlo premonición.