Oliver Twist

Oliver Twist Temas

La crueldad institucional

La crueldad de las instituciones y la burocracia hacia los más necesitados es tal vez el tema principal de la novela, y lo que convierte a Oliver Twist significa en una novela social. En efecto, Charles Dickens escribió su novela en respuesta a la Nueva Ley de Pobres de 1834, que representaba la crueldad implícita y también explícita del gobierno hacia los pobres y los más necesitados. Esa crudeza es retratada con insistencia en la novela, hasta alcanzar un tono exagerado y satírico muchas veces.

La crueldad de las instituciones está estrechamente ligada a la crueldad individual. En el marco de todas las instancias institucionales de la novela se encuentran personajes que esgrimen un alto grado de crueldad, y la institución de la que forman parte les permite desligarse de su responsabilidad individual y camuflar esa violencia para que parezca anónima. Por ejemplo, el comité parroquial que decide el futuro de Oliver es anónimo y se pretende imparcial, pero allí el hombre del chaleco blanco se encarga de expresar sentimientos crueles específicos e individuales para condenar a Oliver. Del mismo modo, el señor Bumble es el responsable de ejecutar la hostilidad institucional de la que Oliver es víctima. Así,

La psicología de masas

La psicología de masas, esto es, el modo en que los individuos se contagian ciegamente del comportamiento del conjunto de gente del que forman parte, perdiendo su autonomía y capacidad crítica, y el poder siniestro que esa influencia colectiva puede alcanzar es un tema importante en Oliver Twist . El tema además está relacionado con la crueldad institucional, en la medida en que la imposibilidad de individualizar a los miembros de la masa habilita que las conductas crueles se desarrollen libremente y se propaguen, amparadas tras el anonimato de las instituciones y la burocracia.

En la novela, las masas tienen un poder muy relevante, y los individuos que las conforman pueden desplegar dentro de ellas sus caracteres más crueles. Es el caso, por ejemplo, de la crueldad con que la turba acusa a Oliver de robar el pañuelo del Sr. Brunlow, o el modo en que la amenaza de la gente que lo rodea desencadena la muerte de Sikes. Estos dos casos antagónicos volverán a evidenciar cómo la masa puedese en contra de cualquiera, y que, incluso en aquellos casos en que defiende una causa justa, sus alcances pueden ser fatales. De este modo, Dickens retrata el peligro que conlleva la psicología de masas.

La importancia de la crianza y la educación

La necesidad de una crianza adecuada, en el cuidado y el amor, independientemente del origen, es presentada como esencial en la novela. Se retrata con mucha claridad en la escena en que Nancy y Rosa se, pues ellas representan dos paradigmas distintos de crianza que dan resultados muy distintos: la prostitución de la primera y la perfección angelical de la segunda. Nancy es potencialmente buena, lo cual queda demostrar en su remordimiento y su voluntad por remedar la situación de Oliver, pero desde su juventud ha estado rodeada de mentirosos y ladrones, ya pesar de que moralmente los supera, no logra escapar de su influencia ni convertirse tampoco en la persona que le habría gustado ser, de contar con las mismas oportunidades de Rosa. El origen de Rosa también es indigno, pero desde corta edad fue criada con amor y amabilidad por la Sra. Maylie, que le ofreció todos los recursos posibles para convertirse en una mujer ejemplar.

Oliver es la excepción, pues logra imponerse a las inclemencias de su crianza. Rodeado de gente ignorante y cruel durante su infancia, carente de amor y cuidado, logra sin embargo mantener su bondad y resistir las bajezas morales de los que lo rodean. El hecho de que su final feliz sea tan milagroso confirma la importancia de una crianza amorosa.

La vulnerabilidad de los niños y las mujeres

Charles Dickens exhibe en su novela un interés particular por la penosa situación de los desamparados e impotentes, de la cual los niños y las mujeres los principales exponentes.

Por un lado, Oliver es víctima constante de la dependencia y del sometimiento de otros. Aunque se esfuerza mucho por sobrevivir, solamente a través del cuidado y la intervención de otros adultos logra escapar del peligro que lo rodea. Pero su vulnerabilidad no solamente es representada en el modo en que es forzado a actuar contra su voluntad, sino también en su incapacidad constante para comunicarse con los adultos. Sin embargo, esa impotencia expresiva de Oliver logra superarse cuando se encuentra con personajes inteligentes y sensibles, que están interesados ​​en ayudarlo y, por lo tanto, hacen esfuerzos por escuchar lo que el niño tiene para decir.

Las mujeres también son vulnerables y están siempre atadas a la voluntad de los hombres. El ejemplo más claro de esta condición es Nancy, que en el intento de rebelarse y actuar en contra de aquellos hombres que la someten termina perdiendo su vida. Sin embargo, ella hace esfuerzos por superar sus limitaciones y acude a otra mujer, Rosa, para ayudar a Oliver. Pero Rosa también se enfrenta a sus límites y su ayuda recién se vuelve efectiva cuando hace participar al señor Brunlow y al señor Losborne, que son quienes toman las decisiones y cambian el rumbo de los acontecimientos.

Los límites de la justicia

La justicia y las distintas formas que ella asume son muy importantes en Oliver Twist . Hacia el final de la novela, casi todos los personajes han enfrentado la justicia de alguna manera.

Sin embargo, a pesar de que en la novela los personajes buenos merecen el final feliz, y los malos forjan con sus acciones inmorales sus finales trágicos, Dickens parece sugerir también cierta disconformidad con cómo se distribuye esa justicia y los métodos que a veces se implementan para impartirla. En efecto, son numerosos en la novela los retratos de instancias judiciales en los que Dickens pone de manifiesto la violencia con la que los jueces imparten sus dictámenes y la falta de objetividad que exhiben muchas veces, orientada por sus prejuicios. Por ejemplo, en el juicio a Fagin, Dickens denuncia la incidencia de la presión de las masas sobre la decisión de los jueces, poniendo así en duda su total imparcialidad.

La ciudad vs. el campo

En la novela, la ciudad y el campo asumen significados simbólicos y conforman una dicotomía. La ciudad es corrupta, sucia y sórdida, y es construida constantemente con terminología negativa, mientras que el campo es puro, limpio y saludable. El ejemplo más claro de esto es la incidencia que tienen sobre Oliver la ciudad, por un lado, y el campo, por otro. En la ciudad de Londres, Oliver entra en contacto con personajes viles, como Fagin y su pandilla, que están entregados a una vida miserable y criminal, y buscan conducir al niño a esa inmoralidad. A pesar de la ayuda que recibe de algunos adultos, en la ciudad el niño siempre termina sometido a situaciones violentas. En el campo, en cambio, Oliver logrará recuperar su verdadera naturaleza moral y su salud, y acceder a una vida de felicidad. Significativamente, casi todos los personajes buenos de la novela terminan migrando al campo y eligiendo esa vida pacífica.

Las clases sociales

A tono con su perspectiva de novela social, Oliver Twist retrata la fuerte desigualdad que caracteriza la sociedad inglesa de la primera mitad del siglo XIX y la gran brecha entre clases sociales. La ciudad es el espacio privilegiado donde estas diferencias se hacen más evidentes, porque allí cohabitan ricos y pobres. El asilo de pobres es un ejemplo de ello: en él, la clase más baja y vulnerable convive con una clase media acomodada, representada por el comité parroquial.

La novela exhibe también lo impenetrable de esa brecha social, pues es casi imposible para los personajes pasar de un estatus social a otro. El conflicto entre clases sociales y la importancia que la posición social tiene para la sociedad victoriana está ejemplificado en gran medida en la figura de Rosa y su conflicto para casarse con Enrique Maylie. La diferencia social entre ella, de origen dudoso, y Enrique, proveniente de una familia rica y de renombre, es un obstáculo para casarse, pues Rosa sabe que implicaría manchar la reputación de su enamorado. La unión entre ellos se consuma recién cuando Enrique renuncia a su posición social.