Nueve cuentos

Nueve cuentos Resumen y Análisis "En el chinchorro"

Resumen

Sandra y Mrs. Snell, dos sirvientas en la casa de Boo Boo Tannenbaum, están conversando en la cocina. Aparentemente, Sandra ha dicho algo en presencia del hijo pequeño de la señora Tannenbaum que no debería haber dicho. Ambas mujeres comentan el tema; Sandra decide no preocuparse por eso.

Llega Boo Boo. Mrs. Snell, que está por irse a la ciudad, menciona que "Parece que Lionel se va a escapar" (103). Boo Boo lo confirma. "Al menos no se escapa muy lejos" (103), confirma la sirvienta. Boo Boo agrega que hace dos años que el niño se escapa con frecuencia, aunque nunca muy lejos, y da algunos ejemplos.

Boo Boo sale de la casa y se acerca al muelle. Lionel está sentado "en el asiento de popa del chinchorro de su padre" (105). Boo Boo se acerca, presentándose como "Vicealmirante Tannenbaum" (106). Él niega que ella sea un almirante; "Eres una señora (105), sentencia. Se lo ha dicho su padre. Boo boo lo convence de que ella es almirante, solo que no ostenta su título. Como prueba, imita un toque de clarín que, afirma, es secreto. Entonces ella le pregunta por qué huyó. Lionel vuelve a su enfado anterior. Boo Boo le reclama que él había prometido no escaparse más mientras intenta entrar en el bote. Él se lo prohíbe.

Ante la insistencia de su madre por indagar en la causa de su nueva huida, Lionel tira al agua una máscara de buceo. "¡Qué bien! ¡Qué constructivo! (...) Había sido de tu tío Seymour" (111), dice ella. Luego Boo Boo le muestra un llavero, "igual que el de papá" (111), y amenaza tirarlo al agua. Él se lo pide, ella finalmente se lo da, pero, al recibirlo, él también lo deja caer al agua. Inmediatamente, se echa a llorar. Boo Boo se acerca y lo abraza. Entonces él confiesa: "Sandra... le dijo a Mrs. Snell... que papá es un "moishe"... grandote... y estúpido" (112). Ella disimula el efecto de estas palabras y consuela a su hijo: "Bueno, eso no es algo tan terrible" (113). Ella le pregunta entonces si sabe lo que es un "moishe". Él asiente "Es una de esas cosas para llevar bebés" (113). Boo Boo le dice a su hijo que ese mismo día irán con papá a dar un paseo en bote, y ambos corren una carrera hacia la casa.

Análisis

Este sencillo y breve relato vuelve al estilo más característico de Salinger: un narrador en tercera persona describe un par de escenas que se desarrollan a lo largo de solo algunos minutos y que avanzan, en buena medida, a través de diálogos entre los personajes.

Como sucede en "Un día perfecto para el pez banana", dos escenas, con sus respectivos espacios, dividen dos universos: el de los adultos, por un lado, y uno perteneciente a -o influenciado por- la infancia. En este caso, ambos mundos son habitados y, así, conectados, por Boo Boo Tannenbaum, un personaje adulto evidentemente capaz de conectar con la infancia, como dará cuenta con sus entrañables estrategias para acercarse a su hijo Lionel. La conexión entre estos dos cuentos, por otra parte, no termina aquí: Boo Boo es hermana de Seymour, como sugiere la alusión a la máscara que pertenecía al "tío Seymour", y como se confirma en otros relatos de Salinger. De esta manera, los personajes que conectan el mundo de los adultos y el de los niños en ambos cuentos, por lo demás separados de forma tajante desde la estructura misma de los relatos, pertenecen a la familia Glass.

En este relato, el tema de la guerra está ausente, pero sí hace su aparición un tema que remite, necesariamente, a ella: el antisemitismo. El misterio que sostiene el relato, y que Boo Boo se esfuerza por desentrañar, es un comentario antisemita de una de las sirvientas. La resolución de este misterio, por otro lado, devela de qué se trataba la preocupación de Sandra al principio del cuento: ella sabe que el niño la ha escuchado.

Es interesante destacar ciertas alusiones a la psicología infantil de Lionel. El pequeño tiene el hábito de escaparse, aunque no muy lejos, cuando algo no le gusta. Da cuenta así de un alto nivel de sensibilidad y cierta incapacidad, también, de enfrentar y resolver sus problemas. Su intercambio con Boo Boo en el chinchorro introduce elementos simbólicos: él rechaza la máscara de bucear de su tío y un conjunto de llaves igual al de su papá. Es decir, se deshace de un elemento que sirve para ver y otro que sirve para abrir puertas, acciones que simbolizan el conocimiento y replican, en un plano metafórico, su tendencia a ocultarse y evadir situaciones dolorosas en vez de confrontarlas y aprender de ellas.

Por otro lado, Lionel se refugia en el chinchorro de su padre, rechaza el cargo de almirante que su madre ostenta porque su padre le dijo que ella era solo una señora y solo encuentra consuelo cuando ella le promete que se reunirán con papá e irán a navegar juntos. Es decir, mientras vemos a Boo Boo haciendo grandes esfuerzos por acercarse amorosamente a su hijo, jugando su propio juego, reconocemos que Lionel le pone cierta distancia y dirige su lealtad hacia la figura paterna. Ella, sensible y comprensiva, lo acepta y le da su espacio.