El gaucho Martín Fierro

El gaucho Martín Fierro Ironía

El gaucho se convierte en matrero porque, cuando era manso, se lo daba igual por matrero

Y al punto dese por muerto / Si el alcalde lo bolea, / pues ahí no más se le apea / Con una felpa de palos,– / Y después dicen que es malo / El gaucho si los pelea” (Canto 2, vv. 265-270, p. 111).

Es injusto para Martín Fierro que se lo maltrate y se lo considere un gaucho malo cuando él era un gaucho manso que vivía en paz trabajando en el campo. En este sentido, es irónico que su conversión en gaucho matrero se deba, precisamente, a que lo hayan tratado como si siempre hubiera sido uno. Esta protesta puede ser leída en clave de crítica social que denuncia cómo muchas personas son llevadas a vivir en la ilegalidad por sufrir discriminación.

El gaucho es considerado por la ley solo para el castigo

Dentro en todos los barullos / Pero en las listas no dentro” (Canto 4, vv. 761-762, p. 134).

Cuando Martín Fierro se entera que no va a recibir pago por su servicio en la frontera porque no estaba anotado en la lista, advierte la ironía de que siempre cuenten con él para los problemas, pero no para los beneficios. Es irónico para Fierro que solo reciba de la autoridad castigos mal atribuidos y nunca lo que justamente le corresponde.

El racismo y la xenofobia del gaucho

Yo no sé por qué el Gobierno / Nos manda aquí a la frontera, / Gringada que ni siquiera / Se sabe atracar un pingo(Canto 5, vv. 889-892, p. 141).

Aunque es propio del contexto de la época que Martín Fierro juzgue negativamente a los inmigrantes, a los indígenas y a los afrodescendientes, el lector del poema puede detectar una ironía en el hecho de que Fierro sea despectivo con quienes sufren, al igual que él, los abusos de la autoridad.

La barbarie es la utopía

Yo sé que allá los caciques / Amparan a los cristianos, / Y que los tratan de “Hermanos” / Cuando se van por su gusto–” (Canto 13, vv. 2191-2194, p. 199).

Contrastando la imagen que Fierro realiza de los indios en el canto 3 con la que propone en el canto 13, puede parecer contradictorio que el cantor busque entre quienes considera unos salvajes desalmados un nuevo refugio donde reconstruir el idilio de una vida sin preocupaciones. La ironía, en este sentido, plantea una crítica a la sociedad que ha expulsado al gaucho, al punto de hacer del espacio simbólico de la barbarie un lugar preferible al de la civilización.