Manifiesto del Partido Comunista

Manifiesto del Partido Comunista Elementos Literarios

Genero

Manifiesto político, panfleto.

Configuración y Contexto

1848, Londres.

Narrador y Punto de Vista

El punto de vista del 'Manifiesto del Partido Comunista' es el de sus autores, Karl Marx y Friedrich Engels. Suelen sostener la narración en tercera persona, como un narrador omnisiciente.

Tono y Estado de Ánimo

A lo largo del texto, conviven tres tonos principales: la provocación, el enojo y el optimismo. En relación con el primer aspecto, los autores convocan a los lectores a pensar de una manera diferente y transformar el curso de la historia. Así, no dudan en utilizar la ironía como una herramienta de provocación. Por otra parte, también se percibe el enojo hacia la burguesía y su interés despiadado en la generación de lucro y ganancia. Al final del Manifiesto, ya prima el optimismo. Esto se ve en la certeza que tienen los autores de que el curso natural de la historia se inclinará a favor de la lucha de los trabajadores.

Protagonista y Antagonista

Puede decirse que, para los autores, el proletariado es el protagonista y su antagonista es la burguesía.

Conflicto Principal

En el contexto de escritura de la obra, los autores escriben el 'Manifiesto' como una declaración de principios del pensamiento comunista y también para convocar a la acción de la clase obrera. Así, el conflicto principal es la preparación y toma de conciencia por parte del proletariado de su rol como agente revolucionario de la sociedad.

Climax

Por su tono conmovedor y su carácter enfático, el final del 'Manifiesto', en donde los autores convocan a la unión de la clase obrera internacional para vencer a la burguesía, constituye el clímax de la obra.

Presagio

Por el carácter progresivo que tiene la historia, los autores presagian que el triunfo del proletariado será inevitable.

Atenuación

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Alusiones

A lo largo de la obra, hay numerosas alusiones a personajes históricos contemporáneos. Entre las más trascendentes, se encuentra la mención a Metternich, canciller del Imperio austríaco y a Guizot, integrante de la monarquía de Luis Felipe de Orleans.

Imágenes

Ver sección "Imágenes" de la guía.

Paradoja

En cierto sentido, es paradójico que la misma burguesía sea la causante de su propia destrucción. La única manera que tiene esta clase de aumentar su ganancia es a partir del trabajo del proletariado. A la larga, esto fomenta la unión de la clase obrera, que, de manera colectiva, luchará en contra de la dominación de la burguesía. Así, esta clase crea al actor social que le dará fin a su supremacía.

Paralelismo

Los autores entablan un paralelismo entre las diferentes clases sociales que existieron a lo largo de la historia occidental. Así, la clase obrera del presente es análoga a los esclavos, los siervos y los plebeyos porque comparten su carácter de oprimidos. Por otra parte, la burguesía es la clase opresora, tal como lo fueron los hombres libres, los barones y los patricios a lo largo de la historia.

Metonimia y Sinecdoque

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Personificación

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