La lección de August

La lección de August Resumen y Análisis Capítulo VIII

Resumen

Capítulo VIII: August

El último capítulo de la novela vuelve a tener como narrador a August, quien comienza contando que, en pocos días, tendrá un campamento de tres días con sus compañeros de escuela. Hasta ahora, nunca en su vida durmió fuera de su casa. Una vez lo intentó en casa de Christopher, pero terminó llamando a sus padres a la madrugada. Está nervioso, pero también entusiasmado.

Auggie le pide a su madre que le compre un nuevo bolso, ya que quiere deshacerse de su viejo bolso de La guerra de las galaxias. No quiere que en la escuela lo encasillen como un fanático de esta saga de películas. Mientras empaca, August quiere llevar a Baboo, su osito de la infancia, con el que muchas veces ha dormido. Sin embargo, a la mañana siguiente cambia de opinión y lo deja.

Afortunadamente, Julian ha decidido que el campamento es demasiado tonto para él. August está feliz, ya que no tendrá que soportarlo.

Durante el primer día de campamento, los alumnos hacen caminatas y una fogata al anochecer. August lo pasa realmente bien y no tiene problemas para dormir.

La siguiente noche, la escuela arma un evento de cine al aire libre. A este evento se suman estudiantes de otros grados y otras escuelas. La película que se proyecta es La novicia rebelde. August y Jack miran la película hasta que Jack siente ganas de orinar. Van al baño juntos, pero como hay una fila enorme, deciden meterse en el bosque.

Tras orinar, cuando están saliendo del bosque, los niños se cruzan con otros, un poco mayores, que no conocen. Estos comienzan a maltratar verbalmente a August. Jack intenta enfrentarlos, pero aquellos son más, y son mayores. Entonces aparecen Henry, Amos y Miles, que, si bien no son tan grandes, son deportistas. Todo esto conduce a una pelea en la que August es zamarreado y tirado al piso por un tal Eddie.

Finalmente, los niños logran escapar. August tiene la sudadera rota, pero lo más grave es que ha perdido sus audífonos, que, como muchas veces le han dicho sus padres, son muy caros. August comienza a llorar y todos los chicos lo consuelan.

Al regresar del campamento, todos están pendientes de que August se sienta bien. La reserva natural en la que se hizo el campamento decide hacerse cargo del costo de los audífonos.

Ese día, al llegar a su casa, August recibe mucho afecto por parte de su madre y su hermana. Además, su padre trae como sorpresa a un pequeño cachorrito. Al día siguiente, August y Via faltan al colegio para quedarse jugando con el cachorrito, y Auggie recuerda los viejos tiempos, en los que pasaba horas jugando con su hermana.

Cuando August regresa a la escuela, nota inmediatamente que las cosas han cambiado. Ahora es conocido por la valentía que tuvo al enfrentarse a esos niños. Henry, Miles y Amos, chicos populares que, hasta entonces, lo ignoraban, lo incluyen en su grupo y lo protegen. Solo Julian lo sigue tratando mal, pero ya nadie le presta atención.

Antes del último día de clases, el director llama a August para informarle que encontraron los audífonos rotos en el casillero de Eddie. August decide que no quiere presentar cargos contra él. El director, además, felicita a August por la adaptación que tuvo durante el año escolar y le cuenta que Julian no regresará al colegio el año siguiente. Luego, durante su última clase, el señor Browne les pide a los alumnos que, durante el verano, le envíen por correo sus propios preceptos.

Llega el día de la graduación. August se ha cortado el pelo para parecer más adulto. En una conversación que tiene ese día con su padre, este le cuenta que fue él quien, a propósito, tiró el casco que August usó durante años en la infancia. Su argumento es que no toleraba no poder ver la cara de su hijo. August primero se enoja, pero luego comprende que lo hizo su padre fue un acto de amor.

Comienza la ceremonia. El director da un discurso acerca de la importancia de ser amables con el prójimo. Luego les entregan las medallas a los alumnos destacados. El premio final es una medalla especial que el colegio ha decidido entregarle a August por la valentía que ha demostrado durante todo ese año. Auggie recibe el premio en medio de una gran ovación. Luego, al bajar del escenario, todos están muy felices, y quieren sacarse fotografías junto a él.

Análisis

Capítulo VIII: August

Así como la novela comenzó siendo narrada por August, también termina siendo narrada por él. Aunque el lector ha escuchado a los diferentes personajes, La lección de August es una novela que lo tiene, precisamente, a August como protagonista y, en este sentido, es lógico que sea él quien la empieza y quien la termina.

Además, esta forma circular de la novela le permite al lector ver cuánto ha madurado el protagonista en el transcurso de la obra. Su voz ya tiene otra seguridad. August no es más ese niño temeroso del primer capítulo. Y eso se evidencia de múltiples formas en esta última parte. Por empezar, August está listo para dejar atrás ciertos símbolos de su infancia, como, por ejemplo, La guerra de las galaxias (de allí el pedido a su madre de un nuevo bolso), y también, aunque con algunas dudas, deja a su osito Baboo, que lo ha acompañado durante toda su vida.

En relación con La guerra de las galaxias, August además afirma que no quiere ser encasillado por su fanatismo por la saga. Quiere ser reconocido por otra cosa, que no sea eso ni, por supuesto, su enfermedad. Ese reconocimiento le llegará en este último capítulo de la manera menos pensada.

Sin dudas, otro punto fundamental que demuestra el crecimiento de August es su coraje para ir al campamento. En el primer capítulo, August no quería ni siquiera ir a la escuela, y esto era obligatorio. Ahora, su relación con los niños ha cambiado tanto que, incluso, quiere ir al campamento, una actividad por completo opcional.

En ese campamento, además, tendrá lugar el clímax de la obra, escena que convertirá a August en un niño querido por todos y reconocido no solo por su enfermedad: la pelea con los niños mayores. Esta escena es casi una batalla final para el protagonista. Es agredido como nunca lo ha sido en su vida. Lo comparan con un monstruo de El señor de los anillos, e incluso lo llegan a lastimar físicamente. Su sufrimiento y su dolor son desgarradores. Pero, en contrapartida, nunca ha sido defendido y querido por tantos niños como en esta escena. No solamente Jack lo defiende, sino que los deportistas, los populares del curso, aquellos que hasta entonces parecían totalmente alejados de August, dan la cara por él. Todos sus compañeros, excepto Julian, parecen haber aprendido a ser mejores personas; parecen haber aprendido “la lección de August”.

Por supuesto, la otra escena clave de este capítulo es la de la graduación. En esencia, una graduación significa que algo se ha terminado con éxito, y que se puede seguir avanzando. Marca el final de una etapa y el comienzo de una nueva. El premio recibido por August es un símbolo del esfuerzo que ha tenido que hacer el personaje por madurar e integrarse en la escuela (que es, a la vez, integrarse en la sociedad) como una persona autónoma.

La novela termina con una línea de diálogo en la que la madre de August le dice que es “maravilloso”. En la versión original, la madre utiliza la palabra “wonder”, que le da el título a dicha versión. Durante el transcurso de la novela, August ha sido llamado “fenómeno”, “Gollum”, “alienígena”. El hecho de que lo último que se diga sobre él sea que es “maravilloso” demuestra que ese niño es excepcional, sí, pero en un buen sentido. Ha modificado su entorno, ha modificado los valores de sus compañeros. August se ha convertido en un chico maravilloso al lograr que los otros lo vean como a un niño absolutamente normal.