"La fiesta ajena" y otros cuentos

"La fiesta ajena" y otros cuentos Temas

La diferencia de clases

El tema principal de cuentos como "La fiesta ajena" y "Delicadeza" es el de la diferencia de clases. Tanto en un relato como en el otro, hay personajes que rigen sus relaciones sociales basándose casi exclusivamente en prejuicios de clase que les hacen tratar de tal o cual manera a las personas dependiendo de su posición socioeconómica.

En el caso de "La fiesta ajena", la protagonista es una niña invitada al cumpleaños de otra, en cuya casa la madre de la protagonista trabaja como empleada doméstica. En este relato, los prejuicios de clase se encarnan en el personaje de la madre dueña de casa, que no trata a la protagonista como una invitada más al cumpleaños, sino como una pequeña sirvienta. Así, el tema de la diferencia de clases se inserta con cruel impacto en el universo de ilusiones de una niña aún inconsciente de las fuerzas económicas que rigen la sociedad. La protagonista termina sintiéndose afuera de esa fiesta, justamente "ajena": la fiesta parece pertenecer a quienes forman parte de determinado círculo socioeconómico.

En "Delicadeza", la protagonista es quien se caracteriza por sus prejuicios de clase, que la llevan no solo a discriminar, sino también a sospechar de un plomero que va a su casa a arreglarle una pérdida. En este relato, las diferencias de clase ocupan un lugar primordial, en tanto el personaje protagónico se comporta de una forma desagradable (para nada "delicada") con los trabajadores, simplemente por su condición obrera.

Ilusión vs. realidad

En muchos de los cuentos de Heker podemos encontrar la temática del choque entre ilusión y realidad. Relatos como "El visitante", "La fiesta ajena" y "Las amigas" se configuran mediante la misma estructura: el o la protagonista atraviesa una situación sostenida por una percepción de las cosas muy distinta a la realidad, y al final esos dos planos se juntan, y el o la protagonista acceden a una realidad que no estaban viendo. El final de este tipo de cuentos es un abrupto choque que arrasa con todas las expectativas del personaje protagónico.

"El visitante" y "La fiesta ajena" se estructuran en base a la expectativa de una protagonista en torno a un evento en particular. En "El visitante", Emma espera y ansía una reconciliación amorosa en la visita de Willy; en "La fiesta ajena", Rosaura sostiene la ilusión de ser una más, una invitada al cumpleaños como cualquier otra. En "Las amigas", la protagonista también proyecta en su alrededor, acomoda la realidad según sus propios anhelos. En todos los casos, el choque es devastador, y la caída de la ilusión a la realidad no tiene vuelta atrás.

Los roles de género

En cuentos como "Los juegos" y "Maniobras contra el sueño" tiene lugar el tema de los roles de género. En el primero, el tema aparece trabajado desde una perspectiva infantil. Es una niña la que sufre los mandatos de género; su entorno le impide jugar a ciertas cosas y la presiona para que juegue con otras, consideradas femeninas. El cuento muestra cómo se reparte la "diversión" entre los niños de acuerdo a su género, cómo se limita la experiencia de las niñas a prácticas donde se las parece educar para ser lindas, primero, y madres, después. Mientras, la aventura quedaría reservada a los varones, a quienes sí se les exige salir del ámbito doméstico, conquistar la grandeza.

En "Maniobras contra el sueño" lo que pesa es, más que nada, el mandato de maternidad, que presiona a las mujeres no solo para que tengan hijos, sino también para que después vivan de determinada manera. La sociedad impone a las mujeres dedicar su vida a sus hijos, pero también les exige, implícitamente, ser felices, sentirse plenas por el hecho de ser madres.

Tanto en un cuento como en otro, en la protagonista se exhibe la frustración y el dolor que producen este tipo de mandatos en las personas.

La infancia

La infancia es un tema tratado en cuentos como "La fiesta ajena", "Los juegos" y "Las amigas". En los tres casos, la protagonista es una niña que se enfrenta a las leyes del mundo desde su total inocencia. En "La fiesta ajena" y "Los juegos", particularmente, Heker parece recurrir al universo infantil para realizar una fuerte crítica a ciertos aspectos de la sociedad, como la diferencia de clases y los roles de género. La sensibilidad de los personajes infantiles funciona como un poderoso contrapunto con dichas instituciones sociales, dejando expuesta su violencia y el daño que producen en seres que se enfrentan a ellas por primera vez.

Como ha dicho en varios reportajes, Liliana Heker se interesa por la infancia en su aspecto más terrible, en de la indefensión o la fragilidad producto de la incomprensión. Sus protagonistas infantiles desconocen las leyes del mundo, y cuando se enfrentan a ellas sufren los efectos violentos de su imposición.

La soledad

La soledad es un tema presente en varios cuentos de Heker. En "El visitante", por ejemplo, la expectativa algo desesperada de la protagonista ante el llamado de quien fuera años atrás su amante parece responder, más que nada, a una fuerte sensación de soledad, intensificada por la muerte reciente de un padre, hasta entonces muy influyente. En "Los juegos" se hace visible también la soledad, en este caso concentrada en una niña que no logra compartir sus intereses ni su imaginario con otras niñas de su edad, que solo juegan a maquillarse y hablar como señoras. En "Las amigas", la soledad sorprende a una niña que se siente traicionada por su mejor amiga.

En todos los casos, la soledad funciona como un verdadero motor, aunque no reconocido por quien lo siente, para las acciones más o menos desesperadas que toman las protagonistas.

La memoria

En "Maniobras contra el sueño" tiene un lugar central el tema de la memoria. A través del discurso que está obligada a sostener por pedido del chofer del auto en el que viaja, la protagonista de ese relato se adentra en anécdotas que van descubriéndose como recuerdos. Se trata de recuerdos que habían quedado ya fuera de un plano consciente, probablemente a causa de un gran trauma ligado a la maternidad sufrido años atrás. Así, la memoria aparece por supuesto ligada al discurso, pero también como algo parecido al sueño, en tanto entreteje situaciones, entremezcla escenas y personajes, junta aquello que quizás se vivenció separado. Es la memoria, también, una vía de acceso a la verdad, a la libertad: Eloísa se recupera, en cierto sentido, a sí misma, cuando recuerda quién fue, qué le sucedió, qué de lo vivido había quedado tapado, solapado, por años.

La amistad

La amistad aparece tratada, como tema, en algunos cuentos de Liliana Heker, como "Las amigas", "Los juegos" y "La fiesta ajena". En ninguno de los casos se presenta como una esfera pura, feliz, sino como algo más bien contaminado por otras cuestiones.

En "La fiesta ajena", la amistad entre la protagonista y la cumpleañera se termina evidenciando inexistente, cancelada, a causa de la diferencia de clase entre las niñas. En "Los juegos", los roles y mandatos de género impiden toda relación amistosa entre la protagonista y otra niña con intereses contrapuestos. En "Las amigas", la amistad aparece como un gran recipiente lleno de expectativas, supuestas fidelidades y presunción de lealtades, y es por esto que la protagonista queda deshecha cuando ve que su amiga no guarda para con ella esos mismos sentimientos. En todos estos relatos, la amistad aparece entonces ligada a la temática de la ilusión y la realidad: en primera instancia, se presenta como posibilitadora de una plenitud, para luego caer en mil pedazos, frustrando a la protagonista.