La familia de Pascual Duarte

La familia de Pascual Duarte Resumen y Análisis Textos introductorios.

Resumen

Nota del transcriptor

El transcriptor dice haber encontrado en una farmacia de Almendralejo en 1939 un manuscrito repleto de errores de ortografía y casi ilegible, y confiesa que, aunque no agregó ni una tilde, sí suprimió algunas partes. Se anticipa que la historia que se contará es un modelo de vida para evitar, y no para imitar.

Carta anunciando el envío del original

Esta carta es enviada desde a cárcel de Badajoz por Pascual Duarte a don Joaquín Barrera López, en Mérida, por ser el único amigo de don Jesús González de la Riva (al que Pascual mató) que el condenado recuerda. El objetivo es que el asesino, en un momento de depresión, no destruya el relato de su pública confesión.

En esta carta, Pascual cree que su vida ya está escrita y que no puede hacer nada al respecto, y le pide perdón, en la persona de su destinatario, a don Jesús, a quien asesinó.

Cláusula del testamento ológrafo otorgado por don Joaquín Barrera López, quien por morir sin descendencia legó sus bienes a las monjas del servicio doméstico

Don Joaquín ordena que se queme el manuscrito sin leerlo, por considerarlo contrario a las buenas costumbres. No obstante, si tras dieciocho meses el paquete se libra de la quema porque la Providencia así lo dispuso, el nuevo poseedor puede hacer con él lo que quiera.

Dedicatoria de PD

"A la memoria del insigne patricio don Jesús González de la Riva, Conde de Torremejía, quien al irlo a rematar el autor de este escrito, el llamó Pascualillo y sonreía”. P.D.

Análisis

La novela comienza con una serie de documentos breves de diferentes narradores que funcionan como ralentadores: el lector accede a la historia de Pascual Duarte tras haber pasado por esta antesala polifónica. A través del recurso del manuscrito ficticio, y anteponiendo varias voces al relato central, el autor de la novela genera expectativa y, a su vez, da sensación de objetividad.

El contexto de la época en que fue publicada la primera novela de Cela lleva a preguntarse si la utilización de este recurso de distanciamiento no fue tal vez un ardid del autor para poner distancia entre él y el contenido tan polémico de la novela, y así sortear la censura.

Tal como se desprende de los textos previos al relato autobiográfico propiamente dicho, el manuscrito parece tener vida propia y estar condenado a ser publicado. De hecho, pasa por muchas manos y peripecias antes de hacerse público: vence la pereza del reo para escribir, evita ser destruido por su autor en un arrebato de tristeza, escapa de ser eliminado por don Joaquín y quemado tras su muerte.

Los textos firmados por diferentes narradores se refieren a la narración central, lo que convierte a la novela en un relato autorreferencial: se genera una sensación semejante a la que producen dos espejos enfrentados que se reflejan infinitamente. Este recurso es típico de la novela picaresca que Cela conoce a la perfección.

El discurso del transcriptor, que puede ser leído como una suerte de alter ego del propio Cela, parece escrito pensando en el censor que determinaría la publicación -o no- de la obra. A él también parece dirigirse la afirmación de que los crímenes serán pagados con su vida por el condenado, dejando en claro que habrá justicia y que de ninguna manera se está justificando el actuar de Duarte. Recordemos que, tras el éxito de su publicación, la segunda edición de la novela fue censurada y tardó varios años en volver a circular libremente.

Otro elemento a destacar de esta introducción al relato es que, en la carta que le escribe a Joaquín Barrera López, el condenado a muerte se presenta como un pecador arrepentido. Esta postura se mantendrá a lo largo de todo el relato.

Algunas alusiones políticas pueden escapar al lector no contextualizado: aparentemente, Pascual habría asesinado al conde al comienzo de la guerra civil. La guerra civil española fue un conflicto bélico que tuvo lugar en España entre 1936 y 1939, en el que murieron cerca de medio millón de españoles. Se inició por un intento de golpe de Estado por parte de los grupos sublevados de derecha (autodenominados nacionalistas) para derrocar al gobierno electo del Frente Popular, que era de izquierda. Los nacionalistas, dirigidos por Francisco Franco ("el Generalísimo"), contaron con el apoyo militar de Italia y Alemania y terminaron venciendo. Franco estableció una dictadura que duró hasta su muerte, en 1975. Dicho esto, el autor, a través de sus narradores, se cuida bien de no ahondar en la fecha ni las razones por las cuales Duarte habría asesinado a Don Jesús, a quien el asesino dedica la obra.

Desde el punto de vista estrictamente lingüístico, llama la atención, ya en estos textos introductorios, el loísmo. Se trata de un fenómeno que consiste en emplear las formas lo o los del pronombre personal como objeto indirecto, es decir, en lugar de le o les, que suele darse en la España peninsular y no en América.