Fahrenheit 451

Fahrenheit 451 Metáforas y Símiles

Personificación

El Capitán Beatty personifica la opresión intrusiva y omnisciente: sabe que Montag está enfermo y que está guardando libros sin que se lo haya dicho.

Agua y huida

El agua, la fuerza opuesta al fuego, toma sentido como metáfora de la huida. Millie, siempre buscando cómo huir de la posibilidad de pensar, utiliza su radio-caracol para entretener su cerebro en la noche como “un océano electrónico de sonido […] que golpeaba y golpeaba la costa de aquella mente en vela. […] Todas las noches entraban las olas, y sus grandes mareas de sonido llevaban a Mildred flotando y con los ojos abiertos hacia la mañana. No había pasado una sola noche en estos dos últimos años sin que Mildred no se hubiese bañado en ese océano [...]” (p.23).

Oveja perdida

Después de que Montag le entregue un libro a Beatty, éste le dice: "la oveja vuelve al rebaño" (p.124). Montag es la oveja que "perdió" su camino al haber cedido a la tentación de leer un libro y "vuelve" a encontrar el camino "correcto" (de acuerdo con Beatty y la sociedad en la que viven).

El agua como salvación

Clarisse fue la primera gota de agua, en dos ocasiones podemos asociarla con gotas de lluvia: la primera vez representada simbólicamente cuando Montag inclina la cabeza para tomar una gota de agua después de que Clarisse le dijo que sepa bien, la segunda cuando Montag asocia el texto sobre la amistad con ella

"No sabemos en qué preciso momento nace una amistad. Cuando se llena una vasija gota a gota, una de ellas rebasa al fin la vasija; así en una serie de actos bondadosos hay al fin uno que enciende el corazón." (p.85)

Faber a su vez viene asociado con el agua:

"En los días siguientes, en noches sin luna, y en noches en que una luna muy brillante iluminaría la tierra, el viejo continuaría hablando y hablando, gota a gota, granizo a granizo, copo a copo. La mente se colmaría al fin, y él ya no sería Montag, así le había dicho el viejo, eso le había asegurado, le había prometido. Sería entonces Montag más Faber, y entonces, un día, cuando todo se hubiese mezclado y hervido y transformado en silencio, no habría fuego, ni agua, sino vino." (p121, ed. Minotauro)

El agua es para Montag una vía de salvación, tal como lo demuestra aún más claramente el momento en el que flota por el río.

"El río, sereno y ocioso, se alejaba de las gentes que desayunaban sombras, almorzaban humo y cenaban vapores. El río era algo real; lo sostenía cómodamente y le daba tiempo, ocio para pensar en ese mes, ese año, y toda una vida" (p.160).

Fuego: destrucción y renacimiento

El motivo del fuego empieza con el título de la novela ya que 451 Fahrenheit es "la temperatura a la que el papel de los libros se enciende y arde" (prefacio de la novela). Además, la primera y tercera parte del libro contienen palabras que refieren al fuego: "La esufa y la salamandra" y "Fuego brillante". Estos fuegos sin embargo no tienen el mismo sentido al principio y al final.

Al principio Montag compara los libros con palomas: “aleteaban como palomas, morían en el porche y jardín de la casa.” (p.13/14) El fuego es destrucción.

Al final de la novela, Montag encuentra una fogata alrededor de la cual están Granger y los demás intelectuales. Este fuego es acogedor a diferencia del fuego que Montag siempre ha conocido y le demuestra que puede ser también una fuente de calor y vida en vez de una fuente de muerte y destrucción.