Fahrenheit 451

Fahrenheit 451 Resumen y Análisis de la Parte I "La estufa y la salamandra"

Resumen:

Ubicada en el siglo XXIV, Fahrenheit 451, empieza con Guy Montag, el protagonista, en medio de una noche normal de trabajo. Es bombero y en el siglo XXIV, los bomberos queman las casas en las que los libros, que son ilegales, se encuentran conservados. Quemar libros y casas le da a Montag un enorme sentimiento de alegría y satisfacción. Bradbury escribe: “Montag sonrió con la forzada sonrisa de todos los hombres chamuscados y desafiados por las llamas.” (p.14)

Esa noche, mientras regresa del trabajo a su casa, Montag conoce a Clarisse McClellan, su vecina de 17 años. Se queda a la vez atónito y atraído por la curiosidad de la joven precoz. A Clarisse le gusta la naturaleza, no mira televisión y odia los coches de turbinas. No para de hacerle preguntas a Montag acerca de su percepción del mundo. Despidiéndose con un “¿Es usted feliz?” indagador (p.20), Clarisse le deja una fuerte impresión a Montag que sigue reflexionando sobre su breve encuentro con ella y su muy diferente forma de ver el mundo. Después de un tiempo, Montag finalmente tiene una respuesta a la última pregunta de Clarisse: no es feliz.

Montag entra a su casa moderna y se mete a su cuarto donde encuentra a su esposa, Mildred, experimentando una sobredosis de píldoras para dormir. En shock, Montag llama inmediatamente a los paramédicos. Unos técnicos llegan a la casa, bombean el estómago de Mildred y le hacen una transfusión completa con varias herramientas tecnológicas. Ninguno de los paramédicos es doctor, un hecho que sorprende a Montag. Sin embargo, los paramédicos le explican que realizan este tipo de procedimientos muchas veces cada noche, que es un incidente muy común. Los paramédicos se van y el aliviado y aún perturbado Montag reflexiona acerca de la impersonal y trágica naturaleza de la sociedad en la que vive.

A la mañana siguiente Millie retoma roboticamente su rutina diaria sin recordar la escena de la noche anterior. Cuando Montag intenta hablar con ella de la situación, Millie reacciona con desdeñosa desconfianza, ansiosa por volver a ponerles atención a las distracciones de la radio-caracol constantemente metida en sus orejas y a la gente en el televisor de tres paredes, a las cuales llama su “familia”.

De camino al trabajo, Montag se topa de nuevo con Clarisse y nuevamente ella no para de hacerle preguntas acerca de lo que siente por su esposa y su trabajo. En la estación de bomberos, Montag pasa delante del Sabueso Mecánico, un enorme perro policiaco robotizado que, tras admitir en su sistema un rasgo de la composición química de un individuo, es capaz de encontrarlo y aniquilarlo. Montag se siente nervioso cuando el Sabueso le gruñe y le comenta su preocupación a su jefe, el Capitán Beatty. Éste hace caso omiso del asunto, haciendo condescendientes alusiones al Sabueso y a la aversión diaria que le provoca a Montag.

Durante la siguiente semana, Montag ve a Clarisse todos los días y se encuentra a sí mismo a través de las conversaciones con la excéntrica y curiosa joven. Se queda decepcionado cuando Clarisse ya no aparece en su camino para ir y volver del trabajo. Con los murmullos de una posible guerra inminente en la radio y en la televisión, Montag se vuelve cada vez más introspectivo, reflexionando sobre su trabajo y la gente cuyos libros y casas destruye.

Una tarde, llega una alerta llamando a los bomberos a una antigua casa donde la dueña - una anciana - se rehúsa a dejar su casa. Desafiante, la mujer insiste en morir junto con sus libros y enciende un cerillo que acaba quitándole la vida, su casa y todos sus libros. Mientras tanto, Montag roba uno de los libros de la anciana y se lo lleva a su propia casa. Regresa a su casa perturbado aún por la muerte de la mujer y los nervios de su adquisición ilegal.

Mientras él y Millie descansan en sus camas gemelas, Montag se da cuenta de que es incapaz de recordar cómo y dónde se conocieron él y su esposa. Le pregunta a Millie si ella se acuerda, pero no es el caso y eso no la molesta. A Montag le invaden reflexiones sobre su falta de amor, su matrimonio apagado y las tecnologías modernas en las que su esposa se sumerge todo el día. Le pregunta por Clarisse a la que no ha visto en días y Mildred dice que se le olvidó decirle que fue atropellada por un carro y murió hace cuatro días. Su familia se fue después del incidente. A Montag le molesta escuchar esta noticia y no puede creer que a Millie se le olvidó contarle esto. Se queda dormido con su libro robado debajo de su almohada.

En la mañana, Montag se despierta sintiéndose enfermo y duda de poder ir a trabajar. Millie reacciona con desconfianza e irritación en vez de compasión, y a su vez a Montag le molesta la falta de interés de su esposa por él. Al enterarse de alguna forma de que se siente enfermo, y de que se tomará la tarde libre, el Capitán Beatty llega a su casa para hablar con Montag. Lo sermonea sobre cómo la sociedad evolucionó hasta llegar a la actual era tecnológica, dejando muy poco espacio para los que se salen de la estructurada y homogénea conformidad que se ha vuelto la regla. Haciendo énfasis en la rutina estructurada en vez de en el pensamiento original, Beatty afirma que la gente no nació igual, pero se hacen iguales por medio de las leyes y de las normas. En el sistema actual, la gente es menos propensa a ofenderse entre sí, de tal forma que todo el mundo está mejor.

Mientras Beatty visita a los Montag, Millie nerviosamente organiza el dormitorio. En algún momento, intenta acomodar la almohada de Montag pero ya que escondió un libro debajo de éste, él no la deja. Millie insiste y desliza su mano debajo de la almohada. Siente el contorno del libro y se queda plasmada.

Montag le pregunta a Beatty qué pasaría si un bombero trajera un libro a su casa. Beatty menciona que a veces a los bomberos les puede vencer la curiosidad y pueden robarse uno para saciar su curiosidad. Agrega que si esto sucede, tienen 24 horas para volver en sí y quemar el libro antes de que los compañeros de trabajo lo hagan en su lugar.

Montag se vuelve paranoico pensando que Beatty sabe que se ha robado no sólo uno sino veinte libros a lo largo de su carrera. Se siente forzado a decirle su secreto a Millie y enseñarle su colección. Millie entra en pánico e insiste para que quemen los libros. Antes de resolver esta situación, alguien viene a la puerta, haciendo entrar en pánico tanto a Millie como a Montag. Los Montag no atienden la puerta y finalmente la visita se va, dejando la pareja sola con sus libros ilegales. En medio de las quejas de su esposa y su afirmación de que no sirven de nada los libros, Montag abre un libro y empieza a leer.