Estrella distante

Estrella distante Imágenes

El cielo

Las imágenes del cielo son de las más poéticas en Estrella distante. Lógicamente, al ser el poeta Carlos Wieder un piloto que escribe sus versos en el cielo, el paisaje cobra importancia. El cielo siempre se presenta como el lienzo en blanco y anticipa las exhibiciones.

Por ejemplo, en el Capítulo 2, antes de que aparezca Carlos Wieder entre las nubes leemos: "El cielo, media hora antes absolutamente despejado, comenzaba a empujar algunos jirones de nubes hacia el este; las nubes, con formas semejantes a alfileres y cigarrillos, eran blanquinegras al principio, cuando aún planeaban sobre la costa, para luego, al enderezar su itinerario sobre la ciudad, ser rosadas, y finalmente, cuando enfilaban río arriba, transmutarse su color en un bermellón brillante" (pp.34-35).

Las fotografías macabras de Wieder

La imagen de las fotografías persigue al lector a lo largo de todo el texto (la revelación de estas fotos es probablemente el momento más perturbador de la novela), y también a los personajes principales. Las fotos retratan a las hermanas Garmendia y a otros desaparecidos, la mayoría mujeres. "Las mujeres parecen maniquíes, en algunos casos maniquíes desmembrados, destrozados, aunque Muñoz Cano no descarta que en un treinta por ciento de los casos estuvieran vivas en el momento de hacerles la instantánea" (p.97).

No se describe mucho más del contenido de las fotografías, y, sin embargo, la sensación es vívida. Mucho de esas fotos queda librado a la imaginación del lector; el narrador guía estas imaginaciones a través de los efectos que tienen las fotografías en el público. Tatiana von Beck Iraola sale casi inmediatamente de la habitación, vomitando, y no vuelve jamás a ver a nadie de aquella noche; un capitán entra y no vuelve a salir; el dueño de casa entra y al salir hace el ademán de golpear a Wieder; los reporteros surrealistas tratan de disimular su parálisis, están muertos de miedo. A través de todas estas reacciones y de la descripción general de las fotografías que citamos, el horror de las imágenes da la sensación de ser "innombrable", cosa mucho más perturbadora finalmente que las más detalladas descripciones posibles.

La casa de Ruiz-Tagle

Cuando Bibiano va a la casa de Ruiz-Tagle, tiene la impresión de que estaba preparada. A partir de allí Bibiano pinta un cuadro de la casa para su amigo Arturo en el cual todo el tiempo da la sensación de que la casa está desnuda, "dispuesta para el ojo de los que llegaban, demasiado vacía, con espacios en donde claramente faltaba algo" (p.17). Faltan muebles, cuadros, pero también algo según Bibiano "innombrable. (...) "como si el anfitrión hubiera amputado trozos de su vivienda" (p.17). Todo está limpio, poco iluminado, solo una cámara Leika reposa en una banqueta de madera.

El hecho de que a la casa le falten partes, que esté "amputada", como dice Bibiano, remite de forma perturbadora a los asesinatos de Carlos Wieder. En los asesinatos no faltó la mutilación, cosa que se pudo comprobar por las fotografías de su exhibición. La casa de Ruiz-Tagle/Carlos Wieder es la primera imagen perturbadora que tiene Bibiano y que le transmite a su amigo Arturo sobre este compañero de taller.