El nadador

El nadador Resumen y Análisis Parte 4

Resumen

Los Halloran, amigos de Neddy, son una pareja de ancianos muy adinerados que suelen nadar desnudos y cuyas ideas progresistas les han concedido cierta fama de comunistas, que parecía complacerlos. No se sorprenden ni se disgustan por la presencia de Neddy. Este les comenta el viaje que ha emprendido antes de quitarse su traje de baño, en pos de respetar las costumbres de sus anfitriones, y nada el largo de la piscina. Cuando sale por el extremo opuesto, la señora Halloran le dice que siente muchísimo sus desgracias, que incluyen la venta de su casa y una desgracia acontecida a sus hijas. Ned afirma no recordar haber vendido la casa, y asegura que las niñas siguen allí. Ned vuelve a colocarse su traje de baño y los siente sueltos; se pregunta si pudo haber adelgazado en el curso de la tarde. Se siente débil y le duelen las articulaciones. Ve hojas cayendo a su alrededor y huele humo de leña. "¿Quién estaría quemando leña en esa época del año?", se pregunta. Siente que la imagen de los Halloran desnudos y las aguas oscuras de su piscina lo han deprimido. Continúa su viaje.

Se dirige a la pequeña casa al otro lado del césped donde la hija de los Halloran, Helen, vive con su esposo, Erich Sachs. Neddy siente que necesita una copa y les pide algo a los Sachs. Pero Helen se disculpa y le responde que no tienen alcohol en la casa desde que Erich tuvo su operación tres años atrás. Neddy no recuerda la operación y se pregunta si está perdiendo la memoria. Mira a Erich y nota tres pálidas cicatrices en su abdomen. Además, ve que su ombligo ha desaparecido. Helen le sugiere tomar algo en la fiesta de los Biswanger. Neddy atraviesa su piscina a nado y les grita que él y Lucinda los llamarán para organizar una reunión muy pronto.

Llega a casa de los Biswanger, donde espera una cálida bienvenida. Los Biswangers invitan regularmente a cenar a Neddy y Lucinda, pero ellos siempre rechazan sus invitaciones. Ven con desprecio a los Biswanger porque estos suelen hablar de dinero en sus reuniones sociales, y las listas de invitados a sus fiestas son demasiado inclusivas. "No pertenecían al grupo de Neddy, ni siquiera estaban incluidos en la lista que Lucinda utilizaba para enviar tarjetas de Navidad".

Sin embargo, cuando Grace Biswanger se acerca a Neddy, es ella quien lo trata con desprecio, refiriéndose a él como un intruso. Neddy no puede comprender que ella lo menosprecie, por lo que responde con cortesía y se dirige al bar para pedir una copa. Allí, el barman le sirve bruscamente lo que el protagonista ordena. Verse desairado por un barman obliga a Neddy a preguntarse si no habrá sufrido "cierta pérdida de dignidad social", pero enseguida se consuela asumiendo que el hombre era nuevo y estaba desinformado. Entonces escucha a Grace: "Se arruinaron de la noche a la mañana. Tienen solamente lo que ganan. –Y él apareció borracho un domingo y nos pidió que le prestásemos cinco mil dólares…". Neddy se sumerge en la piscina y sigue nadando.

La siguiente piscina es la de Shirley Adams, examante de Ned. "Habían tenido un asunto la semana pasada, el mes pasado, el año pasado. No lo lograba recordar". En todo caso, Ned tiene esperanzas de que Shirley le levante el ánimo. Neddy recuerda que ella lloró cuando él dio por terminada su aventura, y se pregunta si sigue herida por aquello. Pero ella se muestra confundida y disgustada de verlo, y le pregunta fríamente qué quiere. Le advierte que no le dará ni un centavo más. Él solo le pide un trago, pero ella se niega, argumentando que tiene compañía. Neddy debe usar la escalerilla para salir de la piscina de Shirley porque los brazos ya no le responden. Mientras se aleja nadando, ve a un joven en el vestuario.

Análisis

En su paso por la piscina pública y en sus opiniones sobre los Biswanger, reconocemos la importancia que tiene para Neddy no solo tener cierto estatus social, es decir, pertenecer a un grupo privilegiado, sino también distinguirse de un sector más bajo, excluirlo. Y si en la piscina el protagonista determina económicamente el sector al que pertenece, en el caso de los Biswanger, da cuenta de una pertenencia más sutil, que tiene que ver con las normas sociales que deben conocerse y cumplirse.

No obstante, la señora Biswanger menciona a sus espaldas que Neddy se apareció un día y le pidió prestados cinco mil dólares, luego la señora Halloran se lamenta por una desgracia que Ned dice no recordar y, finalmente, Shirley Adams le advierte que no le prestará más dinero. Estas son pistas de que el desprecio que el protagonista siente por ese sector menos privilegiado puede interpretarse como una negación deliberada de la similitud respecto de sus propias circunstancias.

La capacidad de negación del protagonista vuelve a ponerse de relieve en su paso por la casa de su examante. Él asume que ella sigue dolida por su separación y que aún lo desea, pero ella lo rechaza, y Neddy, antes de irse, ve que ella lo ha reemplazado por un hombre más joven. Esto, junto al hecho de que ya no siente los brazos por el cansancio y debe usar la escalerilla de la piscina para salir, también nos recuerda que el protagonista es un hombre ya entrado en años. Además, recordemos que, tras su paso por la casa de los Halloran, Neddy se pregunta si es posible que haya adelgazado en el transcurso de una tarde, y se siente débil y cansado. En paralelo, ve hojas cayendo a su alrededor y huele humo de leña, señales de que el verano ha terminado. Más allá de recordarnos el paso del tiempo, este hecho cobra particular importancia si tenemos en cuenta que el narrador compara, al principio del relato, al protagonista con la estación estival.