El malestar en la cultura

El malestar en la cultura Guía de Estudio

El malestar en la cultura, que Freud escribe en el verano de 1929, no se trata de un típico texto psicoanalítico, en el sentido de que no teoriza sobre la psiquis ni propone herramientas terapéuticas, sino que reflexiona sobre la civilización en general a partir de la teoría psicoanalítica. Freud generaliza una serie de elementos de sus teorías psicosexuales a partir de analogías, tales como el complejo de Edipo, las pulsiones sexuales, la represión, el desplazamiento y la sublimación, manifestando un interés, ya no por mecanismos individuales, sino por los aspectos neuróticos de la sociedad.

Perteneciente a una etapa ya madura del escritor, la obra tiene un tono francamente pesimista, y muchos comentaristas han atribuido esta visión sombría a la devastadora experiencia de la Primera Guerra Mundial. Este cruento conflicto parece haber justificado la insistencia del autor en la naturaleza violenta y cruel de la humanidad. Anteriormente, en Más allá del principio del placer (1920), Freud revisó su tesis anterior, que postulaba que los seres humanos son esencialmente impulsados ​​por un deseo de satisfacción erótica, al proponer que a esa tendencia se le opone otra igualmente poderosa: la pulsión de muerte. Esta teoría, que Freud formuló en medio de la guerra, encuentra una aplicación más amplia en El malestar en la cultura.

Desde un punto de vista cronológico, podemos considerar este ensayo una continuación de las reflexiones de Freud plasmadas en El futuro de una ilusión (1927), donde describe la religión organizada como una neurosis colectiva. El autor argumenta aquí que la religión presta un gran servicio a la civilización, al domar los instintos asociales y crear un sentido de comunidad en torno a un conjunto compartido de creencias. No obstante, también ha impuesto un enorme costo psicológico a los individuos, al subordinarlos perpetuamente a la figura paterna primaria, encarnada en Dios. Ateo declarado, Freud refina estas ideas en El malestar en la cultura para esbozar más enfáticamente la relación entre psicoanálisis y religión, por un lado, y entre individuo y civilización, por el otro.

El malestar en la cultura fue un gran éxito desde su publicación. Quizás haya sido el ensayo más leído de Freud durante su vida, y sigue siendo uno de sus obras más influyentes. Se erige como un análisis autorizado de la cultura y la civilización humana, que se volvió aún más relevante con las atrocidades cometidas en las décadas siguientes, en particular el Holocausto nazi, el estalinismo y las bombas nucleares lanzadas sobre la población civil en Japón. Algunos han señalado, de hecho, la naturaleza profética de las observaciones de Freud sobre las pulsiones destructivas que atraviesan la civilización humana.