El Diario de Ana Frank

El Diario de Ana Frank Resumen y Análisis del 22 de diciembre de 1943 al 13 de febrero de 1944

Resumen:

Ana se enferma de gripe. Toma todo tipo de curas y se siente avergonzada cuando el señor Dussel escucha a su corazón poniendo su oreja sobre su pecho descubierto. Los residentes de la Casa de atrás reciben buenos regalos de Navidad de parte de sus protectores, pero Ana los envidia porque pueden salir y disfrutar de muchas cosas que le están vedadas. Siente un anhelo de divertirse aunque sea una vez. La moral, comenta, está perdida mientras la guerra se encuentra paralizada. Ana también contempla a su padre y añade que ahora lo comprende mejor que antes, y admira su paciencia y sus virtudes. Ella también se sorprende por la cantidad de veces que ha hablado mal de su madre en su diario. Ella calma su conciencia pensando que su palabras están escritas en papel y no en la memoria de su madre.

Ana se comienza a sentir “muy infeliz” cuando piensa en su abuela (la madre de su madre) y en su amiga Hanneli. Contempla la bondad y la valentía de su abuela al enfrentarse al sufrimiento, y se pregunta sí Hanneli todavía vive. Se da cuenta de que su creencia en Dios no es tan fuerte.

Mientras nota que se lleva mejor con su madre, Ana se da cuetna de que hay muchos cambios ocurriendo en ella. Su cuerpo está cambiando: tiene la regla y siente “éxtasis” al ver imágenes de un desnudo femenino. Confiesa que una vez sintió un “fuerte deseo” de besar a una amiga y se pregunta por los misterios que encierra su cuerpo. Anhela una amiga, pero no hay nadie, y tiene tantas ganas de confiar en alguien que intenta hablar con Peter. Sueña con Peter Schiff, imaginando su mejilla junto a la de ella, y nota que tiene sueños muy vividos. Cuando decide orar, dice hacerlo por los judíos y los necesitados.

Ana explica su anhelo por Peter Schiff contándole a su diario la historia de ella y sus amigos. Ella tenía amores platónicos, explica, pero ninguno de ellos fue muy serio, hasta que se enamoró de Peter Schiff, un chico mayor.

Un día, Peter le muestra a Ana “el genital masculino” de Mouschi, el gato, como si nada, y esto la hace sentir un poco menos avergonzada respecto a esos temas. Está impresionada con el hecho de él que pueda hablar de este tipo de cosas sin ponerse nervioso.

El aburrimiento reina en la casa. Ana nota que se ve obligada a escuchar las mismas historias una y otra vez. No solo repiten sus propias historias, sino también las que sus ayudantes holandeses les cuentan, una y otra vez. Ana alaba a sus ayudantes holandeses. No solo están arriesgando sus vidas por los judíos en la Casa, sino que agrega que están mostrando heroísmo "con su buen ánimo y el cariño que nos demuestran". La política es un gran tema de discusión, especialmente la amenaza de una invasión. Mientras tanto, Ana confiesa: "ardo en deseos".

Análisis:

Ana está batallando con sentimientos de depresión y tristeza, pero su actitud se ha vuelto más optimista. Recuerda los grandes amores de su vida y se lamenta, aunque sin desesperación, por los amigos que ha dejado atrás. Es importante notar que, en los registros de su diario, Ana está preocupada por descubrir las razones de sus enojos y deseos. Se esfuerza mucho por poder localizar la fuente de sus sentimientos hacia su madre y se da cuenta de que necesita a alguien en quien confiar, aparte de su diario. Esta reflexión sobre su imposibilidad de ser lo suficientemente fuerte como para poder vivir sin contacto humano es una muestra de madurez.

La recurrente imagen de Hanneli es muy interesante. El hecho de que Hanneli continúe apareciendo en la mente de Ana revela algunos sentimientos de culpa. Ana es consciente de que su situación es mejor que la de muchos otros judíos europeos, incluyendo a muchos de sus amigos más cercanos. La recurrente imagen de Hanneli es una importante perspectiva psicológica para analizar a Ana. Ella no puede sino comparar su situación con aquella personas que no son judías (sus protectores, por ejemplo), y se siente celosa de ellos con justa razón, pero también se siente culpable por las personas que no podía salvar.

Otto Frank editó algunas páginas en esta sección, que incluían ciertas críticas al matrimonio de los padres de Ana. Ella describe aún más ese “joven amor” del señor Frank al que se refiere: creía que su padre nunca hanía podido olvidar a esa mujer, y que eso afectó su matrimonio. Curiosamente, Otto decidió no editar muchos de los comentarios sexuales de Ana. El editor holandés, de hecho, estaba más preocupado por estos pasajes que por aquellos que describían el matrimonio de los Frank. Ana entra a la pubertad en la Casa de atrás, y es sorprendentemente honesta, en su diario, con sus pensamientos y sentimientos. Naturalmente, Ana siente mucha curiosidad por Peter porque es un adolescente que parece tener más información sobre el sexo que ella. Además, Ana está pasando por cambios hormonales y batalla con muchas preguntas sobre la adolescencia.