Divinas palabras

Divinas palabras Elementos Literarios

Genero

Teatro.

Language

Español.

Configuración y Contexto

Galicia, entre fines del siglo XIX y comienzos del XX.

Narrador y Punto de Vista

Si bien, al ser una obra teatral, no hay un narrador, en 'Divinas palabras' hay un uso particular de las didascalias. Estas son mucho más que un conjunto de indicaciones para la representación o la comprensión del texto. Las didascalias de esta obra están llenas de apreciaciones poéticas que no apuntan a que el lector comprenda lo que sucede en escena, ya que, en realidad, ni siquiera pueden ser representadas.
Esto nos permite pensar en la existencia de un narrador en tercera persona que construye, a partir de las didascalias y su lenguaje poético, el ambiente social de la época, la atmósfera de la obra y el modo de ser de los personajes.

Tono y Estado de Ánimo

Tragicómico.

Protagonista y Antagonista

La obra no tiene un protagonista claro, aunque sí hay dos personajes muy importantes que se oponen radicalmente: Pedro Gailo y Lucero, representantes de la fe católica y del paganismo respectivamente.

Conflicto Principal

Hay dos grandes conflictos: por un lado, la pelea por la custodia del carromato con el Idiota tras la muerte de La Reina; por el otro, la relación extramatrimonial entre Mari-Gaila y Séptimo Miau.

Climax

El clímax sucede en el final del segundo acto, cuando todos los elementos que constituían el nudo de la trama ya alcanzaron su punto más dramático: Mari-Gaila tuvo relaciones sexuales con Séptimo Miau, su marido lo sabe y ella no lo niega, por un lado; por el otro, el Idiota ya está muerto y todos lo saben, por lo que el conflicto de la posesión del carromato terminó. Tras este clímax, comienza el desenlace.

Presagio

Al comienzo de la tercera jornada, cuando los rapaces están cantando coplas para burlarse de Mari-Gaila, Pedro Gailo afirma que su mujer, en realidad, merece un castigo más grave que ese. Ese castigo efectivamente llegará al final de la obra, cuando el pueblo entero humille a Mari-Gaila haciéndola bailar semidesnuda y entregándola en la puerta de la iglesia como si fuera una pecadora de la Edad Media.

Atenuación

La condición de "cornudo" de Pedro Gailo se alude de diferentes modos, con gran creatividad por parte de los personajes, sobre todo de Lucero. Le dicen, entre otras cosas, que su mujer le hace "el Don Cornelio", y que él es parte de la "Cofradía de los Coronados".

Alusiones

La obra tiene una alusión fundamental a la Biblia, sobre el final, cuando Pedro Gailo cita las palabras de Jesucristo: "Quien esté libre de pecados, que arroje la primera piedra".

Imágenes

Ver sección "Imágenes" en esta guía.

Paradoja

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Paralelismo

Al final de la obra, Pedro Gailo no solo cita las palabras de Jesús, sino que en la escena de la obra se establece un paralelismo muy claro con la escena bíblica. En esta, Jesús defiende frente al pueblo a María Magdalena, la prostituta a la que pretenden lapidar. Pedro Gailo defiende, con las mismas palabras, a Mari-Gaila, castigada por el pueblo por su lujuria.

Personificación

El caso más claro de personificación es el de Coimbra, el perro de Lucero, quien tiene habilidades humanas, como bailar y predecir el futuro.

Uso de Dispositivos Dramáticos

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