Boquitas pintadas

Boquitas pintadas Citas y Análisis

Menos mal que no tengo los muebles buenos todavía, por eso no quiero llamar a gente de Vallejos para visita, después salen criticando que no tengo la casa amueblada de lujo, como ya pasó una vez, no le digo quién fue, qué se gana…

Nené (p. 28)

En este pasaje puede verse la importancia que tienen el lujo y las apariencias en algunos sectores de la sociedad. Para el personaje, es preferible no recibir a las visitas de sus conocidos de Vallejos, a tener que dejar que vean que su casa no tiene muebles lujosos. Por otro lado, se ve que el personaje teme ser juzgada, y que las personas hablen mal de ella a sus espaldas por cosas superficiales.

-...¿Salís mucho?

- No, ¿adónde voy a ir con estos dos que están siempre llorando? O se hacen pis o caca. Tené hijos, vas a ver lo que es.

-Si no los tuvieras los desearías, no te quejes —adujo Mabel engañosa, pues tampoco para ella era deseable esa vida rutinaria de madre y esposa ¿pero era acaso preferible quedarse soltera en un pueblo y continuar siendo el blanco de la maledicencia?

Mabel y Nené (p. 172)

Mabel se refiere a los hijos de Nené. Su pensamiento muestra una perspectiva poco alentadora sobre las alternativas que se le presentaban a una mujer a principios del siglo XX. En este diálogo puede verse que el ambiente social es machista. Las mujeres viven en una sociedad que las empuja a casarse, porque de lo contrario se convierten en blanco de acusaciones. Mabel piensa que la vida de madre y esposa es rutinaria y poco deseable, pero no cree que haya una alternativa mejor.

Pensó en los consejos de la patrona. Según ésta las sirvientas no debían dejarse acompañar por la calle ni bailar más de una pieza en las romerías populares con muchachos de otra clase social. Debían descartar ante todo a los estudiantes, a los empleados de banco, a los viajantes, a los propietarios de comercio y a los empleados de tienda (…). Le recomendaba en cambio a cualquier muchacho buen trabajador, palabras con las que designaba a los obreros de toda índole.

Narrador (p. 73)

El pensamiento de La Raba pone de manifiesto las convenciones sociales sobre las relaciones amorosas. Los lazos amorosos están estrictamente pautados según la clase social. Las relaciones que se apartan de esta norma están mal vistas.

Pensó en (...) el cuello almidonado de la camisa a rayas de Juan Carlos, en su pedido de que ella le besara la piel afectada, en los forcejeos que siguieron, en la posibilidad de que Juan Carlos la abandonara en caso de comprobar que había habido otro hombre en su vida, en la posibilidad de dejar que Juan Carlos lo comprobara sólo pocas semanas antes del casamiento, en la posibilidad de que Juan Carlos lo comprobara la noche de bodas, en la posibilidad de que Juan Carlos la estrangulara en un hotel de Buenos Aires la noche de bodas, en el olor a desinfectante del consultorio del doctor Aschero...

Narrador (p. 49)

El devaneo de Nené ilumina varias cuestiones. Por un lado, evidencia la naturalización de la violencia recibida por parte de los hombres. Tanto en el momento en que Nené imagina la posibilidad de que su amado la asesine, como cuando se asume como responsable de haber provocado los abusos de Aschero. Por otro lado, pone de manifiesto la fuerza del mandato social que ordena a las mujeres a conservar la virginidad hasta el casamiento, mandato que Nené lleva interiorizado.

A las 6:35 allí se lavó la cara, el cuello y las axilas. Después se aplicó el liquido antisudoral rojizo que le había comprado la patrona. Antes de ponerse el delantal gris de manga larga aleteó como un pájaro para que se le secaran debajo de los brazos las gotas rojas: la patrona le había dicho que de lo contrario se quemaría la ropa.

Narrador (p. 72)

En este pasaje se expone descarnadamente el tema de las clases sociales. El personaje de La Raba se higieniza en condiciones muy precarias, lo cual de entrada sensibiliza al lector sobre esta cuestión. Que la patrona le haya comprado el producto, indica la incomodidad y disgusto que le provocaría el olor de la sirvienta antes que su interés en beneficiarla, ya que, de ser ese el caso, la podría beneficiar mejorando su condición habitacional. Esta imagen de miserabilidad es llevada al extremo por el narrador, cuando la joven debe aletear como pájaro para que se le seque el líquido, una imagen que la ridiculiza y veja.

Flores prematuramente marchitadas la noche del domingo 26 de abril de 1937, debido al brusco descenso de la temperatura: los lirios blancos y las rosas mosqueta del jardín del doctor Aschero, y algunas flores silvestres crecidas en las cunetas de las afueras de Coronel Vallejos.

Insectos nocturnos no afectados: las cucarachas de la obra en construcción, las arañas de las telas tejidas entre ladrillos sin revoque y los cascarudos volando en torno a la lamparita colocada en el medio de la calle y perteneciente al alumbrado municipal.

Narrador (p. 89)

En este pasaje se puede advertir el recurso kitch de la suposición sin sentido aparente. El carácter abigarrado de la lista nos recuerda el cuento de Borges "El idioma analítico de John Wilkins", que Foucault cita al comienzo de su libro Las palabras y las cosas. Convivimos con elementos en contradicción, rodeados de interpretaciones dispares respecto a un mismo hecho. Pero sucede que nos damos cuenta cuando reparamos en ello. La regla, lo regular, lo que se da más comunmente no es ni la proporción, ni el orden, ni lo justo, sino el caos y el desorden.

En este sentido, Puig se emparenta con Nietzsche. Ambos entienden que un mismo hecho es pasible de innumerables interpretaciones, que no hay un solo punto de vista ni una sola verdad sobre cómo son las cosas. Lo que se ve depende del lugar en el que uno se pare para verlo.

Mañana a la mañana voy a salir a pedir precios por las casas de fotografía de la calle Callao, perdón, la avenida Callao, se me enoja muchísimo Massa cuando me hago estas confusiones de nombres.

Nené (p. 125)

En este pasaje podemos ver que el personaje de Nené naturaliza la inferioridad que siente respecto de Massa. No puede ver ese gesto como una denostación por provinciana. En cambio, lo ve como el gesto del marido/maestro hacia la esposa/alumna, y a esta relación desigual como natural en el matrimonio.

Es posible aventurar que la sumisión de Nené se relaciona directamente con la culpa que siente por los episodios con Aschero. La sumisión es, para siempre, el precio a pagar por la dignidad y el honor.

Al final tanto no yoraste, solo unas lagrimitas de cocodrilo, que a una mujer al fin y al cavo mucho no le cuesta.

Juan Carlos (p. 91)

En estas palabras dirigidas a Nené en una carta, se pone de manifiesto la misoginia con la que se conduce Juan Carlos. Le reprocha no haber sufrido por él lo suficiente, al tiempo que la acusa de farsante y fingidora. Esto guarda un paralelo interesante con la lectura del tarot que le hicera la gitana a Juan Carlos. En un momento, ella le recomienda tener bien apretado el corazón de la rubia, no dejarlo ir. Por otro lado, la cita se relaciona también con las palabras del mismo Juan Carlos en ocasión de una charla sobre mujeres con Pancho, en la que le recomendaba a su amigo este tratar mal a las mujeres para "tenerlas derechitas", es decir, para que se comporten según el rol de mujer que la sociedad les asigna.

En el mismo ropero a un lado se alinean cajones cargados de ropa interior, blusas, pañuelos, medias, toallas y sábanas. Escondido entre sábanas de hilo bordado: un forro para bolsa de agua caliente de lana floreada y bordes de puntilla. Adentro del forro dos libros científicos titulados Educación para el matrimonio y La verdad sobre el amor. Entre dichos libros una fotografía donde con otros jóvenes se ve una pareja sentada frente a un mantel de picnic, ella con aire ausente, él apuntando a un plato con un tenedor.

Narrador (p. 38)

En este pasaje se deja traslucir la influencia del cine en la técnica de escritura del autor. La experiencia de lectura que el narrador construye a lo largo de este texto es similar a una escena de cine en la que la cámara dirige la atención del espectador, manejando el suspenso y marcando el pulso de las emociones que el lector siente a medida que lee. Sus descripciones sensoriales son tan completas que permiten al lector representárselas fácilmente. En este sentido, podemos decir que su escritura es muy visual. Sin embargo, el recurso no se agota en descripciones de orden visual, sino que incluye elementos más singulares como la sensación táctil de la sudoración, el olor de la almohada y otros elementos que nos permiten representarnos la escena también a otros niveles.

-¿Qué tiempo tiene ya tu nenito?

-Hace poco tiempo, una semana que no lo veo, pero no me voy a poder estar sin ver al negrito, señora Nené.

-No, yo te pregunto qué tiempo tiene, si ya cumplió un año.

-Ah si, cuando se cumpla un año que estoy acá yo voy a verlo...

Nené y La Raba (p. 132)

Este pasaje es un fragmento de conversación telefónica. Los malentendidos de la comunicación generan un clima de incomodidad. Las diferencias de clase se ponen de manifiesto en el intercambio, tanto por las formas de hablar como por aquello que dicen.

La Raba es quien no entiende. Desde el principio, es ella quien está en el error. No entiende porque no escucha a su interlocutora por el ruido del ambiente, y no escucha porque no se ha tapado el otro oído. Sucede que no está acostumbrada al aparato telefónico. Por otro lado, su hablar es de provinciana y vulgar, mientras que Nené se expresa correctamente y con claridad, señal de que tiene "más mundo". Además, lo que La Raba está contando es que no puede ver a su hijo todo lo que quiere porque está obligada a trabajar, mientras que Nené es mantenida por su marido.