Al filo del agua

Al filo del agua Contexto histórico de 'Al filo del agua'

Para comprender la trama de Al filo del agua es preciso tener en cuenta el contexto histórico al que se refiere. La narración relata acontecimientos ficcionales situados en el marco realista de los meses previos al estallido de la Revolución mexicana de 1910, que es la primera revolución social del siglo XX. Sin embargo, la novela también se remonta a episodios históricos ocurridos desde mediados del siglo XIX en este país.

Primeramente, debe destacarse la relevancia de Benito Juárez, político y abogado de origen indígena que ocupa la presidencia del país en varias ocasiones entre 1858 y 1872. Durante el período de sus gobiernos, se consolida la organización política de México bajo la forma republicana. Benito Juárez impulsa múltiples medidas para modernizar el país. Entre ellas, se destacan las Leyes de la Reforma, una serie de leyes proclamadas el 6 de septiembre de 1860 con el objetivo de desligar a la Iglesia católica del poder político del país. Así, los pilares de esta reforma son la separación entre la Iglesia y el Estado, la nacionalización del patrimonio del clero, la eliminación de las corporaciones eclesiásticas (es decir, se les prohíbe a los sacerdotes tener negocios privados), la secularización de los cementerios y de las fiestas cívicas y la promulgación de la libertad de culto. Al interior de la novela, Lucas Macías muchas veces refiere anécdotas y memorias que incluyen a Benito Juárez, exhibiendo la relevancia de esta figura política como antecedente de los tiempos cuando se gesta la revolución.

Si bien las reformas de Benito Juárez son fundamentales para modernizar el Estado mexicano y limitar el poder de la Iglesia, como se narra en Al filo del agua, muchas décadas después, todavía no se aplicaban en todo el territorio. Así, en el pueblo de esta narración ficcional, el cura sigue siendo la máxima autoridad y las festividades siguen estando marcadas exclusivamente por el calendario cristiano. Además, en varios episodios se cuenta que los políticos y las fuerzas armadas de las ciudades quieren llegar al pueblo para aplicar las Leyes de la Reforma, y esto es vivido como una gran amenaza para sus costumbres tradicionales.

En segundo lugar, es fundamental mencionar el Porfiriato, período comprendido entre 1876 y 1911, cuando un militar de Oaxaca llamado Porfirio Díaz gobierna de manera autoritaria el país. Este período de tres décadas es especialmente complejo para la sociedad mexicana. El gobierno es dictatorial y no existe la libertad política; el país crece económicamente, pero la distribución de la riqueza es completamente injusta y muchas personas viven en condiciones miserables, sobre todo en los sectores rurales; el Estado expropia las tierras de muchos campesinos e indígenas para entregárselas a empresas internacionales; el gobierno hace uso de la violencia, reprimiendo a los trabajadores y campesinos a través de las fuerzas armadas; y no se garantizan los derechos de la población en cuanto a educación y salud. La sumatoria de estas políticas antipopulares hace que se geste la Revolución.

La novela de Yáñez tiene lugar entre 1909 y 1910, y en varios momentos da cuenta de la inestabilidad política del Porfiriato. Por ejemplo, llega un nuevo director político al pueblo con la misión de conseguir apoyo para la reelección de Díaz a la presidencia. La figura del director político también sirve para denunciar la corrupción y el mal gobierno de las autoridades durante el Porfiriato, ya que es un hombre inmoral, abusivo, explotador del pueblo y manipulador en su forma de ejercer la política. Además, este hombre es retratado como un cobarde porque cuando llega la revolución se escapa y no protege a los vecinos del lugar.

Finalmente, en noviembre de 1910 estalla la Revolución mexicana. Se trata de un conflicto armado que surge como respuesta a la dictadura de Porfirio Díaz, pero que también afecta las costumbres tradicionales de los pueblos gobernados por autoridades religiosas. Los revolucionarios se proponen, antes que nada, sacar a Díaz de la presidencia de la Nación para luego crear condiciones más justas para el pueblo, lo cual implica también profundizar la modernización del país y la separación de la Iglesia y el Estado. El proceso revolucionario tiene inicio con un levantamiento conducido por Francisco I. Madero, figura mencionada en múltiples ocasiones a lo largo de la novela. No solo llegan al pueblo noticias de las revueltas protagonizadas por los maderistas, sino que incluso uno de los estudiantes, Pascual Aguilera, es un fiel seguidor de Madero y se va del pueblo para sumarse a las filas de la lucha armada cuando empieza a estallar la Revolución. Cabe destacar, por último, que los protagonistas de la revolución en el pueblo de Al filo del agua son "cientos de peones" (355), es decir, trabajadores campesinos de las clases más bajas, que entran al lugar al grito de "¡Viva Madero!" (356).