Y No Quedó Ninguno

Y No Quedó Ninguno Resumen y Análisis de Capítulo 3

Todo el mundo está terminando de degustar una estupenda cena. Charlan educadamente y por lo general pasan un buen rato. Marston nota el extraño centro de mesa. Es una bandeja de cristal que lleva unas figurillas de porcelana china en forma de negros. Vera menciona la canción de cuna colocada en un marco que hay en su habitación - todos los demás rápidamente indican que cada uno de ellos tiene también la misma canción de cuna en un marco. Vera halla todo ello divertido mientras que Wargrave lo consideró algo 'infantil'.



Emily y Vera se fueron al salón, hasta donde llegaba el sonido de las olas golpeando las rocas. "'Me encanta escuchar ese murmullo agradable', indicó Emily Brent. 'A mí me horroriza' contestó Vera con voz seca. Miss Brent le miró sorprendida". Capítulo 3, pág. 41. Vera trató de disimular su comentario afirmando que había querido decir que no debe ser agradable estar allí en un día de tempestad. Emily concuerda con ella y sugiere que la Sra. Oliver debe tener dificultades para conseguir criados. Vera le corrige indicando que el nombre de su anfitriona es Owen. Emily responde que nunca ha conocido a nadie llamado Owen en su vida.

Antes que Vera pueda formular más preguntas, los hombres entran en la sala, seguidos por Rogers, trayendo bebidas. Todo el mundo se pone cómodo en la habitación, y Rogers les sirve café a todos.

De repente, una voz comienza a hablar. Solicita la atención de todos, y a continuación comienza la lectura de una lista de acusaciones. Según la voz, Armstrong provocó la muerte de María Luisa Celes. Emily fue responsable de la muerte de Beatriz Taylor. Blore ocasionó la muerte de James Landor. Vera mató a Cyril Hamilton. Lombard fue culpable de la muerte de veintiún hombres, miembros de una tribu de África oriental. Macarthur deliberadamente provocó la muerte del amante de su esposa, Arthur Richmond. Marston era culpable del asesinato de John y Lucy Combes. Los Rogers provocaron la muerte de Jennifer Brady. Wargrave era culpable del asesinato de Edward Seton. En conclusión, la voz pregunta " Acusados: ¿Tienen ustedes algo que alegar en su defensa?". Capítulo 3, pág. 41

Todo el mundo está aturdido en silencio. A Rogers se le cayó la bandeja con el café, estremeciendo a todos. Afuera de la sala se escucha un grito, seguido por un ruido sordo. Lombard, abre la puerta, y encuentra a la Sra. Rogers inconsciente. Después que la llevaron al salón, Armstrong la examina, y determina que sólo se había desmayado. Todo el mundo entra en pánico, tratando de averiguar de dónde procedía la voz. Lombard abre la puerta a una habitación próxima, y encuentra dentro un gramófono, arrimado contra una pared y con tres pequeños agujeros horadados.

Lombard prueba la grabación - es de donde provenía la voz. Armstrong anuncia que debe ser una especie de broma horrible. Wargrave no está tan seguro. Marston pregunta quien encendió el gramófono. El juez se dirige a Rogers, quien admite que encendió el aparato, pero jura que él no sabía lo que se encontraba allí. Afirma que sus instrucciones fueron poner la grabación después de la cena - pensó que se trataba de música. Wargrave le pregunta a Lombard si la grabación tiene un título. Lombard respondió: “Es exacto, señor, ese disco lleva el título: El canto del cisne...". Capítulo 3, pág. 49

A sugerencia de Wargrave, Rogers y Armstrong llevan a la Sra. Rogers a su habitación. Marston sugiere que todos deberían beber algo, y luego va a traer una bandeja con tragos del pasillo. Todo el mundo toma un vaso de licor, a excepción de Emily, quien beba agua. Armstrong entra y coge una copa, luego Rogers ingresa unos momentos más tarde.

Wargrave toma el control de la situación, y comienza a interrogar a las personas, preguntando si conocen a Owen, y en qué forma se les solicitó venir a la isla. En primer lugar es Rogers, quien insiste en que fueron contratados a través de una agencia de empleo, y que no han tenido ningún contacto con los Owen. La única carta que tienen es una dándoles instrucciones específicas acerca de cómo utilizar el gramófono después de la cena. Blore examina la carta, y determina que está escrita en papel corriente, con una máquina de escribir nueva". "'No estamos más adelantados que antes. Podrían sacarse huellas digitales, pero me parece que no encontraríamos ninguna'. Wargrave le miró con atención creciente". Capítulo 3, pág. 52

Marston nota que su anfitrión tiene un nombre extraño - 'Ulrick Norman Owen'. Esto le recuerda a Wargrave algo, y anuncia que es el momento para que todo el mundo reúna toda la información que pueda. Rápidamente se entera de las historias de todos, con excepción de Lombard, quien dice haber sido invitado como todos los demás, a través de una misteriosa carta de un conocido que no ha conservado. Wargrave luego confronta a Blore. Señala que en la grabación no se ha mencionado a ningún 'Davis', lo que significa que Davis debe ser Blore. Blore aclara y expresa que él es un ex policía que trabaja actualmente como detective y fue contratado para garantizar la seguridad de la reunión. Ahora Blore cree que Owen ni siquiera existe.

Wargrave está de acuerdo con Blore, y les manifiesta a todos lo que él imagina. Todas las cartas están firmadas por Ulrick Norman Owen, o Una Nancy Owen, de cualquier manera, el nombre es U.N. Owen. Con estas iniciales se puede reconstruir la palabra inglesa UNKNOWN que quiere decir desconocido, se llega así a la verdadera identidad de su anfitrión.

"'¡Pero esto es fantástico, es una locura!', exclamó Vera. El juez repuso: 'Tiene usted razón, Srta. Vera. Estoy seguro de que hemos sido invitados por un loco, probablemente un loco... un maniático del crimen'". Capítulo 3, pág. 56

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Seguimiento del Tema: Confianza y Sospecha 2

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