Y No Quedó Ninguno

Y No Quedó Ninguno Citas y Análisis

"¡Constance Culmington, pensó, era exactamente el tipo de mujer capaz de comprarse una isla y rodearse de misterio! Aprobando con una inclinación de cabeza la lógica de su argumentación, el juez Wargrave se dejó mecer por el movimiento...Se adormeció..."

Capítulo 1, pág. 3

"¡La gente, por lo regular, no quiere tener en sus casas a una persona que ha sido procesada..., aunque luego quedase absuelta!"

Capítulo 1, pág. 4

"¿A qué, pues, atormentarse por anticipado? Contaba con darse buena vida en la isla del Negro."

Capítulo 1, pág. 7

"En estos tiempos las gentes ven obstáculos por todas partes. Se prefiere una inyección antes de dejarse arrancar una muela - se toma un soporífero si el sueño no llega - se arrellanan en las butacas entre los cojines y las muchachas medio desnudas, se exhiben en las playas durante el verano."

Capítulo 1, pág. 7

"¡Es cierto; él está más cerca que yo del día del Juicio! Pero, resulta que se equivocó...

Capítulo 1, pág. 16

Cita 6: "A diferencia de las personas que se encuentran en las pensiones familiares de las playas baratas. Es evidente que los señores Oliver conocen la gente del gran mundo...

Capítulo 2, pág. 18

: "El juez Wargrave le lanzó una mirada torva. Se diría que tenía deseos de dar la orden de despejar la sala del tribunal. La Srta. Emily Brent no estaba segura si le gustaban los habitantes de las colonias."

Capítulo 2, pág. 23

"Al volante estaba sentado un joven con su cabello ondeado por el viento. A la luz del crepúsculo parecía, no un hombre, sino un joven Dios, un héroe nórdico...En este instante fantástico, Anthony Marston parecía estar por encima de los pobres mortales. Esta escena quedó grabada en la mente de quienes fueron testigos de su entrada en aquel pueblecito."

Capítulo 2, pág. 24

Cita 9: "Diez negritos se fueron a cenar; uno de ellos se asfixió y quedaron Nueve. Nueve negritos trasnocharon mucho; uno de ellos no se pudo despertar y quedaron Ocho. Ocho negritos viajaron por el Devon; uno de ellos se escapó y quedaron Siete. Siete negritos cortaron leña con un hacha; uno se cortó en dos y quedaron Seis. Seis negritos jugaron con una avispa; a uno de ellos le picó y quedaron Cinco. Cinco negritos estudiaron derecho; uno de ellos se doctoró y quedaron cuatro. Cuatro negritos fueron a nadar; uno de ellos se ahogó y quedaron Tres. Tres negritos se pasearon por el zoológico; un oso les atacó y quedaron Dos. Dos negritos se sentaron a tomar el sol; uno de ellos se quemó y quedó nada más que uno. Un negrito se encontraba solo; y se ahorcó y no quedó… ¡Ninguno!"

Capítulo 2, pág. 31

"El juez Wargrave se decía: '¿Armstrong? Me parece haberle visto informar como testigo. Una persona estimable, pero muy prudente. Todos los médicos son unos asnos, y los de Harley Street son los peores'. Recordaba la reciente entrevista que había tenido con uno de ellos en esa misma calle."

Capítulo 2, pág. 34

"Los paganos están precipitados al abismo que ellos mismos habrán cavado; en el cepo que han ocultado se cogerán el pie. El señor se dará a conocer el día del Juicio Final. El pecador en sus propias redes caerá y será arrojado al infierno."

Capítulo 2, pág. 38

'Me encanta escuchar ese murmullo agradable', indicó Emily Brent. 'A mí me horroriza' contestó Vera con voz seca. Miss Brent le miró sorprendida."

Capítulo 3, pág. 41

"Acusados: ¿Tienen ustedes algo que alegar en su defensa?"

Capítulo 3, pág. 41

"Es exacto, señor, ese disco lleva el título: El canto del cisne..."

"Es exacto, señor, ese disco lleva el título: El canto del cisne..."

"'No estamos más adelantados que antes. Podrían sacarse huellas digitales, pero me parece que no encontraríamos ninguna'. Wargrave le miró con atención creciente."

Capítulo 3, pág. 52

"'¡Pero esto es fantástico, es una locura!', exclamó Vera. El juez repuso: 'Tiene usted razón, miss Vera. Estoy seguro de que hemos sido invitados por un loco, probablemente un loco... un maniático del crimen'."

Capítulo 3, pág. 56

"El conservar la vida es el primer deber de un hombre. Y los indígenas no tienen miedo a la muerte. Sobre este particular su mentalidad difiere de la de los europeos."

Capítulo 4, pág. 61

"Es inútil que me defienda. He obrado siempre con arreglo a mi conciencia. No tengo nada que reprocharme."

Capítulo 4, pág. 66

: "La vida legal es cada vez más breve. Los asuntos criminales me apasionan. ¡Aquí se encuentran!"

Capítulo 4, pág. 67

"De alguna forma, ello era lo más atemorizante de todo este asunto..."

Capítulo 5, pág. 72

"Morir...eso estaba bien para los demás."

Capítulo 5, pág. 8

"Anoche ella no tomó nada señor, a excepción de lo que usted le dio..."

Capítulo 6, pág. 85

"¿Ustedes creen imposible que un pecador sea castigado por la cólera divina? ¡Yo no!"

Capítulo 6, pág. 89

"Esta vieja no parecía ridícula a los ojos de Vera. Pero de repente...vio en ella un monstruo de crueldad."

Capítulo 7, pág. 101

"Usted también será feliz cuando llegue su hora."

Capítulo 8, pág. 118

"'¡No sería la primera vez que usted haya cometido una equivocación, si creemos lo dicho por el disco del gramófono!', insistió Blore deliberadamente."

Capítulo 9, pág. 127

"...Ha presidido los tribunales durante muchos años y le ha podido trastornar esa autoridad intangible que tenía. Puede ser que Wargrave se crea «Todopoderoso Señor de la Vida y de la Muerte de los hombres». Su cerebro se ha estropeado y nuestro viejo magistrado se considera como Juez Supremo y verdugo."

Capítulo 10, pág. 152

"¿He sido yo quien ha escrito esto? Me estoy volviendo loca."

Capítulo 10, pág. 159

"'Y a Landor le condenaron a trabajos forzados a perpetuidad y murió en la cárcel'. '¿Podía yo adivinar que iba a morir?', indicó Blore. 'No. ¡De aquí su mala suerte!'. '¿Mi mala suerte? La de él, querrá decir'. 'La de usted también. Porque ha tenido como resultado que su vida sea acortada de un modo desagradable'."

Capítulo 11, pág. 173

"¡Maldito idiota, se ha tragado todo lo que le he dicho! Sin embargo, debo ser cuidadoso, muy cuidadoso."

Capítulo 11, pág. 177

"¡Otro de nosotros que es inocente! ¡Demasiado tarde!"

Capítulo 12, pág. 183

: "Y todos ellos de repente parecían menos humanos. Como si hubieran retrocedido a un estado más primitivo.”

Capítulo 13, pág. 191

"Yo le temo a la muerte...pero esto no impide que se acerque..."

Capítulo 13, pág. 194

"Landor estaba casado - su mujer tenía cara de preocupada. Tenía una niña de unos catorce años. Se preguntaba por primera vez qué habría sido de ella y de su madre."

Capítulo 14, pág. 212

"¿No lo ven? Nosotros somos el zoológico...Anoche no teníamos nada de seres humanos, se los aseguro... ¡Nosotros somos el parque zoológico!…”

Capítulo 15, pág. 226

"'Puedes nadar hasta las rocas, Cyril...' ¡He ahí lo que fue un crimen! ¡Nada difícil! Pero después viene el remordimiento..."

Capítulo 16, pág. 244

"Desde muy temprana edad tuve el deseo irrefrenable de matar…”

Capítulo 18, pág. 261