Y No Quedó Ninguno

Y No Quedó Ninguno Resumen

Ocho extraños son atraídos a la misteriosa isla del Negro. Algunos de ellos creen que han sido invitados por un viejo amigo - alguien a quien no pueden contactar para confirmar la invitación. El resto han sido contratados por un misterioso empresario. Una vez que llegan a la Isla se encuentran con los últimos dos 'huéspedes', un equipo de mayordomo y cocinera conformado por marido y mujer. En cada una de sus habitaciones se halla un poema titulado "Diez Negritos", que narra la historia de diez negritos que mueren en formas inusuales. Una conversación entre dos de los invitados les lleva a darse cuenta de que ninguno de ellos conoce a su anfitrión - el misterioso U.N. Owen. En la cena, notan diez figurillas de porcelana de negritos sobre la mesa, que concuerdan con el poema. Después de su primera cena, una vez que están todos en el salón, una voz lee una lista de acusaciones contra ellos - cada uno de ellos es acusado de asesinar al menos a una persona, y han sido llevados a la isla para pagar por sus crímenes. Nadie está seguro de lo que deben hacer con la grabación, hasta que Marston toma un trago - y muere envenenado con cianuro. Tal como lo predijo el poema.

Todo el mundo se va a la cama inquieto, algunos sintiéndose culpables por los crímenes que han cometido, otros sólo preocupados por su seguridad. Por la mañana, descubren que la cocinera también ha muerto en la noche, aunque es posible que haya sido por causas naturales... El barco que se supone debe traer suministros está muy retrasado, y pronto se dan cuenta de que nadie vendrá a sacarlos de la isla. También notan que cada vez que alguien muere, una de las diez figurillas de porcelana desaparece. Cuando todo el mundo comienza a sospechar uno del otro, tres de los hombres deciden explorar la isla para asegurarse de que nadie más se esconde en ella. Tras una exhaustiva búsqueda, descubren que definitivamente sólo hay ocho personas en la isla. Por un momento, creen que las muertes son sólo una horrible coincidencia - hasta que alguien muere producto de un golpe en la cabeza. Puesto que no hay nadie más en la Isla, ello significa que el asesino sólo puede ser uno de ellos.

El juez hace que todos sospechen entre ellos, asegurándose que todo el mundo entienda que no se puede confiar en nadie. Todo el mundo se va a dormir con temor, algunos de ellos lentamente impulsados a la locura por su sentimiento de culpa. A la mañana siguiente, Rogers, el mayordomo, ha desaparecido. Pronto encuentran su cuerpo - ha sido asesinado con un hacha. Todo el mundo empieza a ponerse paranoico. Emily, la anciana, comienza a actuar de manera extraña, y todo el mundo la deja sola por un rato - cuando regresan, ella ha sido asesinada, quedando solo cinco personas vivas. Wargrave, el Juez, sugiere que bloqueen todas las armas posibles, incluyendo el revólver que trajo Lombard. Sin embargo, el revólver ha sido robado. Buscan por toda la casa, revolviendo todo, pero no pueden encontrarlo.

Todo el mundo decide sentarse juntos, y que una sola persona se aparte a la vez - en teoría, todos deberían estar seguros de esa manera. Vera, la más afectada por el sentimiento de culpa, sube a su habitación y se asusta con un filamento de algas que representa el niño que ella asesinó ahogándolo. Todo el mundo sube a verla, y cuando retornan al salón, descubren que el juez ha sido asesinado - pero no pueden imaginarse quién tuvo la oportunidad de hacerlo. Esa noche, el ex-policía, Blore, escucha a alguien escabulléndose. Realiza una búsqueda en las otras habitaciones, y descubre que Armstrong, el médico, no se encuentra - por lo que él debe ser el asesino.

Al día siguiente, Lombard, Blore y Vera, los tres invitados restantes, pasean alrededor de la isla, tratando de hacer señales a la costa con un espejo. Blore retorna a la casa para almorzar, pero es aplastado por una losa de mármol que cae. Lombard y Vera están seguros de que Armstrong es el asesino - hasta que encuentran su cuerpo que ha sido arrastrado por la corriente cerca de unas rocas. Aunque la evidencia ha mostrado que ninguno de ellos podría ser el asesino, Lombard y Vera no confían el uno en el otro. Vera roba la pistola de Lombard y le dispara. Feliz de estar finalmente segura y a salvo, y más que un poco trastornada, Vera camina de regreso a la casa, y descubre que alguien ha colocado una cuerda con nudo corredizo para ahorcarse en su habitación. Por último sintiéndose culpable, ella misma se ahorca.

La policía llega a la isla unos días más tarde, y están desconcertados por el misterio - no pueden imaginarse quién mató a todos, ya que sólo hay cadáveres en la isla, y nadie podría haber escapado de ella. Unas semanas más tarde, un pescador encuentra una botella. En su interior se halla una confesión escrita por Wargrave - donde brinda las explicaciones y la razón por la que mató a todos. Toda su vida había tenido dos deseos en conflicto - uno por la justicia, el otro de matar a personas. Había disfrutado matando a los culpables sentenciándolos a muerte en su corte, pero eso no era suficiente. Quería matar a la gente él mismo. Al enterarse que estaba muy enfermo de cáncer, decidió hacer esto. Encontró a nueve personas culpables y las atrajo a la isla, luego las asesinó una por una, utilizando a Armstrong para ayudarle a simular su muerte de modo que él no fuera un sospechoso. Una vez que todos habían sido asesinados, él arregló todo para suicidarse haciendo que todo pareciera similar a su muerte fingida – de modo que la policía cuando llegara se encontrara con un crimen indescifrable. Por último, él colocó su confesión en una botella, la selló y la tiró al mar, porque no podía soportar la idea de que nadie supiera jamás lo brillante que fue.