Un señor muy viejo con unas alas enormes

Un señor muy viejo con unas alas enormes Resumen y Análisis Parte 3

Resumen

De pronto, llega al pueblo una feria errante con el espectáculo de una mujer que, de pequeña, se ha convertido en araña por desobedecer a sus padres. Rápidamente, la gente del pueblo pierde el interés en el ángel y decide visitar la nueva atracción. La entrada para ver a la mujer araña es más barata, y ella responde todas las preguntas de su público, explicando los detalles de su desgracia. La angustia de su relato es tan genuina y humana que conmueve a los vecinos. Por su parte, el ángel no demuestra el menor interés en comunicarse con ellos, y no ha hecho más que un par de milagros enloquecidos, como el de un ciego que no recobra la vista, pero le salen tres dientes nuevos. Desde la llegada de la mujer araña, la casa de Pelayo vuelve a estar tranquila, y el padre Gonzaga deja de preocuparse por el hombre alado.

Con el dinero que han recaudado, Elisenda y Pelayo construyen una mansión muy grande, con balcones y jardines. Se encargan de poner rejas para evitar que entren los cangrejos y los ángeles. Pelayo renuncia a su trabajo como alguacil y monta un criadero de conejos; Elisenda se compra vestidos y zapatos lujosos. No le prestan nada de atención al gallinero; apenas lo limpian alguna vez, y el extraño hombre alado sigue viviendo allí. Pasan los años, el hijo del matrimonio crece y por su cuenta se mete en el gallinero para jugar. El ángel no interactúa con él, pero tolera su presencia. En un momento, ambos se contagian de varicela. El médico que revisa al nene también examina al ángel y, sorprendido, descubre que su organismo es “completamente humano” (15), pero sus condiciones son tan malas que resulta increíble que siga vivo.

El niño empieza la escuela. El sol y la lluvia han desbaratado el gallinero por completo y el ángel ya no vive allí en cautiverio, sino que se arrastra de un lado a otro de la casa, como un fantasma o un muerto, incomodando al matrimonio. Parece estar en muchos lugares al mismo tiempo y llegan a pensar que se multiplica. Para Elisenda, es como vivir en un “infierno lleno de ángeles” (15). El extraño ser se encuentra en muy mal estado, casi no come, está desplumado, tiene los ojos vidriosos y fiebres altas. Pelayo y Elisenda creen que va a morir y se preocupan porque no sabrían qué hacer con un ángel muerto.

Sin embargo, sobrevive el invierno y, con los primeros días de sol, empieza a recuperarse. Le crecen plumas fuertes y abundantes en las alas, pero se encarga de atravesar estos cambios en secreto. El señor alado parece conocer la razón de esta transformación. Por las noches, canta en susurros canciones de navegantes. Una mañana, Elisenda está en la cocina cortando unas cebollas y entra un fuerte viento del mar a la casa. Entonces va a la ventana y, desde allí, ve que el ángel trata de remontar vuelo. Tras algunos intentos un tanto torpes, logra ganar altura y la mujer, aliviada, lo ve alejarse por los cielos hasta convertirse en un punto en el horizonte, sobre el mar.

Análisis

En este segmento final se hacen presentes dos temas sumamente relevantes del cuento: la obediencia y la espectacularización del otro. Ambos se concentran en la historia de la mujer araña, que puede pensarse como un breve relato enmarcado, es decir, un relato con autonomía propia incluido dentro de la narración principal. A pesar de ser muy sintético -está narrado en apenas un párrafo-, es un núcleo significativo de “Un señor muy viejo con unas alas muy grandes”, y puede ser interpretado tanto de manera independiente como en relación con la narración del extraño anciano alado.

Se trata de la historia de una mujer que, de pequeña, se convierte en araña, o, más bien, en mujer-araña (tiene cuerpo de tarántula y cabeza de doncella) por haber desobedecido a sus padres: “siendo casi una niña se había escapado de la casa de sus padres para ir a un baile, y cuando regresaba por el bosque después de haber bailado toda la noche sin permiso, un trueno pavoroso abrió el cielo en dos mitades, y por aquella grieta salió el relámpago de azufre que la convirtió en araña” (15). El relato remite de manera nítida a la historia de Caperucita Roja, una niña que, por desobedecer a su madre, se enfrenta a peligros y angustias. En ese sentido, se destaca la escenificación de ambas secuencias en bosques. Es preciso recordar, entonces, que García Márquez escribe este cuento como parte de un proyecto de libro de literatura infantil. Así, es fundamental destacar el valor de este relato como portador de una moraleja: su trasfondo nos dice a los lectores que desobedecer a los padres y hacer cosas sin su permiso es muy peligroso. Tanto es así, que la protagonista de este relato enmarcado recibe un castigo eterno al ser transformada en araña y vive angustiada para siempre. Es de esta manera que se presenta el tema de la obediencia en el cuento.

Por otro lado, comparando las historias de la mujer araña y del anciano alado, se destaca el tema de la espectacularización del otro. De hecho, el cuento es bastante explícito con respecto a este asunto: cuando ella llega al pueblo, el "espectáculo triste de la mujer que se había convertido en araña" (14) hace que los vecinos pierdan el interés por el ángel. Estas dos figuras extrañas, sobrenaturales, desconcertantes, son percibidas como freaks o fenómenos por los otros personajes. Es por eso que los capturan y los exhiben como a los animales en circos y zoológicos. En el interior del cuento, la rareza de estas figuras las deshumaniza y las convierte inmediatamente en atracción, entretenimiento, espectáculo. Es fundamental observar que ni el ángel ni la mujer araña disfrutan de cumplir esta función; en ambos casos, el divertimento del público se da a partir del sufrimiento de estas figuras consideradas fenómenos. Así, por ejemplo, lo que más llama la atención del público a la hora de visitar a la mujer araña es "la sincera aflicción con que contaba los pormenores de su desgracia" (14), mientras que desde el comienzo sabemos que el anciano alado vive encerrado en malas condiciones, es maltratado por los visitantes y la pasa mal en el gallinero.

El contraste entre ambos también permite que la narración destaque varios ingredientes propios del realismo mágico, ya que en esta parte del cuento se introducen varios elementos fantásticos o insólitos y desconcertantes. Se destaca, sobre todo, la propia figura de la mujer araña: “Era una tarántula espantosa del tamaño de un carnero y con la cabeza de una doncella triste” (14). También, los extraños milagros que parece haber preformado el ángel, “como el del ciego que no recobró la visión pero le salieron tres dientes nuevos, y el del paralítico que no pudo andar pero estuvo a punto de ganarse la lotería, y el del leproso a quien le nacieron girasoles en las heridas” (14). Es interesante observar que, además de sostener el tono cómico característico del cuento, esta enumeración conjuga hechos de distintas lógicas para crear el efecto de extrañeza propio del realismo mágico de García Márquez. Los casos del ciego y el paralítico son raros, pero no necesariamente sobrenaturales, mientras que el del leproso solo puede pertenecer al universo de lo fantástico. Así, el cuento pone en tensión lo real cotidiano con lo extraordinario y lo mágico.

Por último, el desenlace narra la transformación del extraño ser alado y su partida de la casa de Elisenda y Pelayo. Es preciso prestar atención al hecho de que han pasado varios años desde el comienzo del cuento. Nos damos cuenta de ello por las referencias a la edad del hijo del matrimonio, que en la escena inicial es un bebé, y que ahora ya va a la escuela.

El proceso de transformación tiene varias etapas. Primero, el ángel deja de ser un espectáculo en el pueblo y pasa al olvido. Ni siquiera Pelayo y Elisenda le prestan atención. Luego, deja de vivir encerrado en el gallinero y se convierte en una presencia que inunda todos los espacios de la casa. Tanto es así que llegan a considerar que se multiplica a sí mismo porque parece estar en varios lugares al mismo tiempo. Esto hace que pase a ser un estorbo para el matrimonio. Para Elisenda, es “una desgracia vivir en aquel infierno lleno de ángeles” (15), idea que juega con la ambivalencia del extraño ser alado: los ángeles viven en el cielo, mientras que en el infierno están los demonios. Así, se construye un oxímoron que retoma la complejidad identitaria del misterioso sujeto. Por último, el anciano alado se recupera de manera repentina, tras haber estado al borde de la muerte. En sus alas le crecen plumas fuertes y abundantes, se revitaliza y esto le permite salir volando en la escena final.

De acuerdo con los especialistas, este cuento ofrece y permite una multiplicidad de interpretaciones, pero no confirma de manera definitiva ninguna de ellas. Nos deja con la sensación de que su extrañeza tiene un significado, que hay un mensaje oculto a recuperar, pero no sabemos exactamente cuál es ese mensaje. Esta cuestión se pone de relieve en el desenlace: no podemos concluir una interpretación única y definitiva de lo narrado. Puede sostenerse, por ejemplo, que la recuperación del ángel es su forma de salir del encierro al que ha sido sometido, ya que las alas funcionan como símbolo de la libertad. De todas maneras, eso no nos permite explicar qué ha significado la presencia de este extraño sujeto en las vidas de Pelayo y Elisenda. Lo más interesante de este cuento es que deja su resolución en suspenso y más que llegar a conclusiones, nos invita a formular preguntas que se superponen, tanto con respecto al final, como a la historia en general y a la propia figura del “señor muy viejo con unas alas enormes”: ¿es realmente un ángel o es otro tipo de criatura?, ¿es, sin más, un hombre con alas?, ¿por qué cae en el patio de Pelayo y Elisenda, y por qué permanece en su casa tanto tiempo?, ¿cuál es el motivo de su recuperación repentina después de tantos años?, ¿acaso llega para llevarse al niño, como advierte la vecina sabia, y no lo logra?, ¿o, por el contrario, llega para salvar al niño, que está enfermo al comienzo, pero se recupera y crece sano hasta llegar a la edad escolar?, ¿acaso su milagro es ayudar al matrimonio a mejorar su situación económica?, ¿cae de casualidad en este patio y se convierte en una víctima de la crueldad humana? Estos son solo algunos de los interrogantes que despierta el cuento y nos llevan a reflexionar sobre una multiplicidad de asuntos.