Un señor muy viejo con unas alas enormes

Un señor muy viejo con unas alas enormes Metáforas y Símiles

"En medio de aquel desorden de naufragio que hacía temblar la tierra, Pelayo y Elisenda estaban felices" (Narrador, 13) (Metáfora)

La presencia del ángel en el gallinero de Pelayo y Elisenda convoca la presencia de una enorme cantidad de visitantes. Esto genera un revuelo que alborota sus vidas por completo. El narrador hace referencia a ese revuelo en el espacio doméstico y en la vida del matrimonio combinando la metáfora con la hipérbole, es decir, la exageración. Por eso, sostiene que es un "desorden de naufragio", estableciendo una relación estrecha con la idea de catástrofe, ya que el tumulto hace "temblar la tierra". Esta idea se conecta directamente con lo planteado al inicio del cuento, cuando se parodia el Apocalipsis: el narrador juega con una tensión entre la idea del cataclismo y el hecho de que, en realidad, nunca termina de ocurrir nada trágico para los personajes humanos en el cuento.

"El tiempo se le iba buscando acomodo en su nido prestado..." (Narrador, 13) (Metáfora)

De manera burlona, el narrador presenta el gallinero, metafóricamente, como "nido" del extraño ser alado. La burla reside en el hecho de que la misteriosa criatura no es propiamente un ave. Asimismo, la idea de nido suele conectarse con un espacio armónico, de refugio, mientras que este gallinero está sucio y funciona como un lugar de encierro y maltrato.

"... la pestilencia de muladar que ya andaba como un fantasma por todas partes" (Narrador, 15) (Símil)

Cuando el ángel deja de ser una atracción para el pueblo y vuelve la tranquilidad a la casa de Pelayo y Elisenda, estos se olvidan por completo del gallinero y del extraño ser alado. Sin embargo, en determinado momento deben limpiar el gallinero porque el mal olor comienza a invadir toda su casa. Ese mal olor, o "pestilencia de muladar", es comparado con un fantasma en el sentido de que, al expandirse por el aire, ocupa todo el espacio, y los personajes pueden percibirlo de alguna manera, aunque sea invisible. Además, la idea de fantasma establece una relación directa con la muerte, indicando que el extraño ser alado se encuentra en un estado tan deplorable, enfermo, apestado, olvidado, maltratado, que parece que va a morir.

"El ángel andaba arrastrándose por acá y por allá como un moribundo sin dueño" (Narrador, 15) (Símil)

Este es otro símil que indica el estado deplorable del extraño ser alado. Cuando deja de ser un espectáculo, su aspecto y su ánimo empeoran cada vez más, al punto tal que Pelayo y Elisenda creen que va a morir. Así, como indica la comparación citada, comienza a moverse a rastras, como un moribundo.