Coplas por la muerte de su padre

Coplas por la muerte de su padre Resumen y Análisis Coplas 38-40

Resumen

Copla XXXVIII

En la copla anterior termina la intervención de la Muerte. A partir de esta copla don Rodrigo le responde a la Muerte. El anciano acepta su fin porque considera que es esa la voluntad divina y que demuestra locura querer vivir cuando Dios desea que muera.

Copla XXXIX

En esta copla don Rodrigo se dirige a Cristo. Reconoce el sacrificio que hizo al bajar al mundo y juntar su divinidad con la vileza del hombre. En su oración, don Rodrigo le pide a Cristo que lo perdone no porque se lo merezca, sino por la clemencia de Dios.

Copla XL

Vuelve la voz de Manrique para describir la partida de su padre quien murió todavía plenamente lúcido y rodeado de su mujer, hijos, hermanos y criados. Los que han quedado atrás encuentran consuelo en que don Rodrigo perdura en la vida eterna y en la memoria de quienes lo recuerdan.

Análisis

En esta última parte, primero don Rodrigo responde a la Muerte, luego hace una plegaria a Cristo y, finalmente, es el poeta quien vuelve a posicionarse como la voz lírica que describe la muerte de su padre.

En la Copla XXXVIII el poeta le cede la voz a su padre quien responde a la Muerte. Don Rodrigo demuestra su devoción al aceptar la voluntad divina. Se entrega a la Muerte porque considera una locura querer vivir “cuando Dios quiere que muera” (v.455). Todas las decisiones que toma Manrique en su poema parecen tener la intención de acercar el poema y la figura de su padre a todos. En cuanto al estilo, se aleja de los cultismos, los versos largos (arte mayor), utiliza el hipérbaton de tal modo que no interfiere con la claridad y sencillez del discurso. En el contenido, elige evocar figuras del pasado inmediato, limita las referencias en relación con la geografía también, evita casi siempre incluir referencias cultas, para hacer su obra más accesible. Asimismo, la inclusión de su padre como personaje al que le da voz en su poema tiene un efecto similar: acerca la figura de su padre y lo humaniza, a pesar de que su figura es en el poema un modelo ejemplar del noble cristiano. La imagen final de un don Rodrigo todavía lúcido y rodeado de sus seres queridos es una imagen familiar que permite a los lectores identificarse con él, sin importar la distancia temporal o social que los separe.

En la Copla XXXIX todavía la voz corresponde al padre que eleva una plegaria a Cristo para pedir perdón. Allí vemos una visión típicamente medieval del hombre como algo vil. Frente a la maldad del hombre el misterio de la encarnación toma mayor dimensión.

La última copla muestra una escena familiar, sencilla y realista en la que don Rodrigo yace rodeado por sus seres queridos y entrega su alma. Los que quedan sienten consuelo porque don Rodrigo vive en su memoria. Dos aspectos sobre la imagen que presenta Manrique llaman la atención. Primero, utiliza la palabra cercado, término militar, quizá insistiendo en que ese oficio al que dedicó su vida. Luego, el uso de polisíndeton, la repetición de la conjunción “y/e” para enumerar a todos lo acompañan al final de su vida, precisamente porque fue un gran señor con sus criados y sus parientes, algo que el poeta ya nos dijo de su padre anteriormente.

Coplas a la muerte de su padre es una obra compuesta en un momento de transición de la Edad Media al Renacimiento. Podemos ver en los versos de Manrique las tensiones entre valores que van perdiendo vigencia y otros que son novedosos. Los tópicos, muchas de las metáforas, los recursos y, sobre todo, los valores a los que recurre Manrique para componer su poema pertenecen al pasado. En muchos sentidos la obra es esencialmente medieval: en la preocupación y personificación de la muerte, en su tradición cristiana, en el tópico del contemptus mundi y vanidad de vanidades, en el rescate de valores tradicionales de los nobles. No obstante, la obra también da cuenta de los cambios de la época como cuando incluye admoniciones sobre la frivolidad de la corte. Quizá el elemento más moderno de la obra y que lo acerca a la sensibilidad renacentista es el tratamiento de la vida de la fama. En lugar de oponer la vida terrenal como algo pasajero a la vida eterna, inserta una tercera vida: aquella que cada individuo se gana con sus propios méritos.