Un enemigo del pueblo

Un enemigo del pueblo Temas

Perspectiva político-económica vs. perspectiva científico-médica

Uno de los temas más relevantes que plantea la pieza es el que concierne a una disyuntiva entre perspectivas: la político-económica vs. la científico-médica. Ambas perspectivas aparecen, en una relación de enfrentamiento, cuando el Doctor Stockmann descubre que las aguas del balneario que constituye la mayor fuente de riqueza y prosperidad de su ciudad están contaminadas. La voluntad del Doctor de expandir la noticia en el pueblo para resguardar la salud de sus conciudadanos choca contra la posición de su hermano, el Alcalde de la ciudad: este último considera que el cierre del balneario, así como la realización de las reformas que el Doctor cree necesarias, llevarán a la quiebra y destrucción del pueblo.

Frente a un mismo conflicto, por lo tanto, se ofrecen dos perspectivas. La diferencia entre ambas radica en las jerarquías en las que se basan: en el punto de vista del Alcalde prima el bienestar económico de la población, mientras que en el punto de vista del Doctor se privilegia la salud pública. Más allá de los grados de nobleza que caracterizan a cada personaje en su particularidad, la pieza plantea un cierto equilibrio argumentativo. Como consecuencia, se observa que lo más interesante de esta disyuntiva es que el conflicto constituye un dilema: no parece haber una opción enteramente positiva y otra negativa, sino que tomar cualquiera de las dos decisiones implica una pérdida, ya sea esta de carácter económico o en lo que refiere a la salud.

La opinión pública

En tanto la obra plantea un conflicto que recae sobre la población de una ciudad, gran parte de la trama se dirime en torno a la opinión pública. El tratamiento que la obra ofrece sobre el tema de la opinión pública tiende a evidenciar este concepto como problemático y engañoso. Aunque el conjunto social hace su aparición en la pieza, manifestando su opinión ante los discursos de distintas autoridades, la opinión pública se revela como algo mucho más ligado a la ideología de los referentes del poder que a un pensamiento genuino y propio de los ciudadanos. Tanto en las tretas que el director del periódico El Mensajero del Pueblo confiesa utilizar para seducir y "convencer" a los lectores, como en el informe parcial que el Alcalde ofrece a los ciudadanos, la opinión pública adquiere en la pieza el carácter de ser fácilmente manipulable por las fuerzas de poder, ya sea este de orden mediático o político. A su vez, el concepto de la opinión pública se complejiza en tanto las figuras de autoridad justifican su accionar -generalmente asociado a un beneficio personal- en un supuesto obedecimiento a la "opinión pública" que, irónicamente, ellas mismas manipularon y construyeron a su voluntad.

Bien común vs. beneficio personal

Un tema importante en la obra puede sintetizarse como la disyuntiva entre el interés por el bien común y el beneficio personal. El tema conserva en su interior un germen problemático, en tanto la pieza evidencia la dificultad de distinguir con claridad ambos conceptos. A lo largo de la obra se revela cómo los dirigentes del periódico El Mensajero del Pueblo, así como el Alcalde, en su calidad de representantes del pueblo, se apropian del discurso del “bien común”, concepto mediante el cual muchas veces justifican su verdadera motivación: el beneficio personal. A lo largo de la obra, además, se transforman las relaciones entre los personajes (representativos de distintas esferas de una sociedad) y se evidencia cómo las alianzas y enemistades encuentran su motivación, más que en una causa a defender, en un interés de índole particular. De esta manera, la pieza ilustra las distintas variables -y los verdaderos intereses- que pueden originar las alianzas y las oposiciones entre determinados sectores sociales.

A su vez, el tema se presenta como conflictivo también al interior de aquellos personajes con una honesta tendencia a luchar por lo que creen verdadero, aquello que realmente consideran que beneficiaría al bien común. Es el caso del Doctor Stockmann y de Petra: ambos, al luchar por sus convicciones, actúan en detrimento de su beneficio personal, en tanto se arriesgan a perder sus trabajos, su casa y la buena relación con sus conciudadanos.

La cobardía

Hacia el final de la obra aparece en escena el tema de la cobardía. Con este concepto, el protagonista engloba al comportamiento de aquellos que, sin la valentía suficiente para posicionarse en defensa de sus convicciones y actuar consecuentemente, se amoldan al movimiento de la mayoría por miedo a enfrentar la opinión pública. En este sentido, el tema de la cobardía aparece estrechamente ligado al tema de la opinión pública: esta se evidencia como un arma por el cual la mayoría compacta puede insuflar temor a los ciudadanos que no adhieran a sus ideas. Son varios los personajes que, hacia el final de la obra, cortan su vínculo con la familia Stockmann, no por un genuino desacuerdo, sino por miedo al qué dirán. En contraposición a este comportamiento, aparece la valentía, encarnada en personajes como Petra y el Doctor Stockmann, intransigentes en su postura de defender sus convicciones y su consecuente libertad de pensamiento a toda costa.

La corrupción

La corrupción es un tema que atraviesa a gran cantidad de personajes en la obra. En un momento avanzado de la trama, el protagonista descubre que la corrupción no habita solamente en la burocracia que gobierna la ciudad, sino que su germen existe también al interior de aquellos hombres que, sin embargo, se presentan como justos, honestos y perseguidores de la verdad. Estos se caracterizan por extorsionar, amenazar y castigar a quienes se nieguen a negociar con ellos. Hacia el final de la obra, el protagonista se enfrentará, como individuo, ante una mayoría social a la que considera corrompida espiritual y moralmente.

El librepensamiento

El protagonista de la obra, el Doctor Stockmann, se enuncia a sí mismo como librepensador y en numerosas ocasiones expresa la importancia de esta calidad de pensamiento, en tanto sus pilares son el perseguimiento de la verdad, el uso libre de la razón y el consecuente desarrollo espiritual. Una de las características fundamentales del librepensamiento es que sostiene que el pensamiento no debe subsumirse a cuestiones como la autoridad, la tradición, la religión, la tendencia política, las creencias populares, los prejuicios culturales o institución alguna. A su vez, los librepensadores están fuertemente comprometidos con el uso de la investigación científica y la lógica: la ciencia, y más precisamente el método científico, guía a los librepensadores por su naturaleza racional e imparcial.

El individuo vs. la mayoría

Uno de los temas más importantes de la dramaturgia ibseniana es la oposición entre individuo y mayoría. En Un enemigo del pueblo, el concepto del individuo como singularidad que se distingue de la mayoría social aparece enunciado desde el título: el protagonista, luego de ser incomprendido y bastardeado por su pueblo, reafirma con orgullo su estatuto de individuo. La oposición entre individuo y mayoría se fundamenta, a su vez, en la crítica explícita que el protagonista hace sobre la ciudadanía: "el enemigo más peligroso de la razón y de la libertad de nuestra sociedad es la mayoría compacta" (p.200). Tal como enuncia el Doctor, la disyuntiva se da en términos de enemistad, en tanto la mayoría compacta es la que obstaculiza lo que se postula como lo más importante para el desarrollo del individuo: el ejercicio de la razón y la libertad. En el discurso del Doctor, la mayoría y la razón se evidencian como fuerzas irreconciliables: "la mayoría tiene la fuerza, pero no tiene la razón" (p.201), declara. La fuerza de la mayoría es la que, justamente, obstaculiza el avance de los hombres libres.