Pedro Páramo

Pedro Páramo Resumen y Análisis de los Fragmentos 21 - 30

Resumen

21

Fulgor Sedano va a la casa de Dolores Preciado para anunciarle que Pedro Páramo quiere casarse con ella. Dolores no lo puede creer, pues él nunca mostró ningún interés. Sedano la convence, diciendo que Pedro siempre la quiso pero que su padre, don Lucas Páramo, se oponía al matrimonio, porque pensaba que ella no era digna de su hijo. Muerto don Lucas, ya no hay impedimento para la boda. Fulgor sugiere que el casamiento se lleve a cabo al día siguiente. Dolores piensa que es un poco apresurado, porque no tiene nada preparado y además le está por venir la regla en esos días. Sedano le dice que no se preocupe, que él solucionará todo y que pueden casarse a los dos días. Fulgor va a pedirle fecha al juez, pensando en que no debe olvidarse de decirle que los bienes serán mancomunados. Dolores le agradece a Dios porque se casará con Pedro Páramo.

22

Fulgor vuelve a la casa de Pedro Páramo para informarle los arreglos del casamiento. Dolores aceptó la propuesta, el padre Rentería le pidió 60 pesos para pasar por alto las amonestaciones, y porque necesita algunas cosas para arreglar la iglesia. Luego, Pedro le ordena que solucione el conflicto de límites con Aldrete, ya que estuvo haciendo mediciones de tierras y, según Páramo, aquel invadió terrenos de su estancia. Pedro Páramo le indica que derribe los lienzos que limitan las parcelas si es necesario. Ahora que su padre está muerto, Pedro afirma que las cosas serán diferentes.

23

Fulgor le informa a Pedro Páramo que el asunto con Toribio Aldrete "está liquidado". Pedro le recuerda que queda pendiente la cuestión de los Fregosos, pero que se ocuparán de ello después de su luna de miel.

24

Juan Preciado y Damiana Cisneros caminan por las calles de Comala. Mientras, Damiana le cuenta sobre las voces que se escuchan en el pueblo. Una vez, ella bajó de la Media Luna porque escuchó el rumor de una fiesta durante varios días. Cuando descendió al pueblo, las calles estaban completamente vacías. También se encontró una vez con su hermana, Sixtina, que murió cuando Damiana tenía 12 años. Juan le pregunta si ella habló con su madre y ella le responde que no, y le pregunta cómo está ella. Él responde que está muerta, y no logra entender cómo Damiana lo encontró si no habló previamente con su madre. Juan le pregunta a Damiana si ella está muerta, y de repente se encuentra solo, escuchando el eco de su propia voz.

25

Juan ve a un hombre cruzar la calle y lo llama. Le responde su propia voz. Escucha a unas mujeres hablando sobre un tal Filoteo Aréchiga, el hombre que les consigue mujeres a Pedro Páramo. Dicen que no quieren tener nada que ver con él y siguen caminando para que no las vea.

26

Dos hombres están conversando sobre una deuda. Uno le dice al otro que la cancelará con la cosecha de maíz. El otro le responde que está trabajando en terreno ajeno, pues se dice que esas tierras ahora pertenecen a Pedro Páramo. El deudor niega haberlas vendido. El acreedor, que es su cuñado, le dice que Pedro Páramo ha dispuesto que esas tierras son suyas y que seguramente Fulgor Sedano vendrá a hablar con él por ese asunto. El deudor dice que no tiene miedo y que, en cualquier caso, Fulgor lo mata o él mata a Fulgor, pero no se saldrá con la suya. Por las dudas, su cuñado le dice "Descansa en paz" y se va.

27

Un hombre y una mujer están planeando fugarse juntos. El hombre le dice que deben hacerlo al amanecer del día siguiente. La mujer, Chona, se niega, porque teme la reacción de su padre. Él está incapacitado y ella es la única persona que le queda. Le pide que posterguen la fuga hasta que el padre muera. El hombre se niega, porque el año anterior ella le ha dicho lo mismo. Él insiste y ella se sigue negando. El hombre le dice que se irá con otra y ella le dice que está bien, que no quiere verlo más.

28

El narrador (no está claro de qué personaje se trata) escucha una canción en falsete, como si hubiera mujeres cantando.

29

Juan Preciado sigue recorriendo solo las calles de Comala durante la noche. Recuerda las palabras de su madre cuando le contaba cómo era el pueblo cuando él era pequeño. Juan piensa en volver a Sayula, pero de repente siente que alguien le toca los hombros y le pregunta qué está haciendo allí. Él responde que vino a buscar a su padre. La persona lo invita a entrar a una casa completamente derruida. Adentro hay un hombre y una mujer, desnudos. Juan le pregunta si están muertos y ellos responden con evasivas. Lo invitan a Juan a dormir en la casa y él acepta.

30

La mujer y el hombre hablan sobre Juan Preciado mientras él duerme, pero él los escucha, como entre sueños. La mujer nota que Juan se mueve mucho, se revuelca y tirita. Menciona que hace los mismos movimientos que ella cuando el hombre la violó por primera vez. Este se va a dormir pero ella sigue rezongando: dice que haber refugiado a Juan les traerá el mal, a la larga. Se hace de día, el hombre se levanta y se va a trabajar. Luego, Juan se despierta, desayuna un café y le pregunta a la mujer cómo ir a Sayula desde Comala. La mujer le dice que ella siempre quiso conocer Sayula, que casi no conoce nada más allá del pueblo. Juan le pregunta dónde fue su marido y ella responde que el hombre es su hermano, que la hizo su mujer hace tiempo y que, desde ese momento, ella no volvió a salir de la casa, por vergüenza. Al rato, el hombre vuelve y Juan le dice que está enterado de que ellos son hermanos. El hombre le dice que no les gusta que hablen de ellos, y Juan le responde que a él eso no le importa, y que solamente quiere volver a su casa. El hombre le sugiere que espere hasta el día siguiente; él lo ayudará a encontrar el camino. Juan asiente.

Análisis

En la primera parte de esta sección, se ve la reacción de Dolores Preciado ante la propuesta de casamiento de Pedro Páramo. Ella acepta la propuesta y se siente honrada por ella, aunque Páramo no haya mostrado interés por ella anteriormente y la propuesta ni siquiera sea en persona, sino por intermedio de un empleado. Esta reacción revela el reconocimiento del estatus de Páramo dentro de la comunidad. Dolores se siente agradecida de que Páramo, el hombre que puede tener a cualquier mujer del pueblo, la haya elegido a ella para ser su esposa. Obviamente, ella desconoce que, por un lado, el casamiento está motivado por intereses económicos, y por otro lado, que el matrimonio no le impedirá a él seguir teniendo a cualquier mujer del pueblo.

Esta actitud expresa el rol de la mujer en el universo patriarcal que narra la novela, el México rural de principios del siglo XX, donde la única forma que tenía una mujer para ascender socialmente era por medio de un buen matrimonio. Asimismo, la situación de la propuesta deja entrever que la opinión de la mujer no era tenida en cuenta. Fulgor presiona a Dolores para llevar a cabo la boda al día siguiente y no le da importancia a las objeciones que plantea ella, quien se preocupa por el ajuar y por su regla. En este sentido, queda claro que estas preocupaciones femeninas son nimiedades frente a la voluntad y a la decisión que Páramo ya ha tomado por ella.

Una situación parecida puede verse en el fragmento 27, en el que un hombre va a buscar a Chona para escaparse con ella. Chona se niega y expresa sus motivos, a los que el hombre (probablemente Pedro Páramo) no da importancia. Este insiste y vuelve a repetir sus propias razones para escaparse en ese momento: que él ya viene esperando un año, que tiene las mulas alquiladas, etc. Todos esos motivos son más importantes para él que lo que ella tiene para decir. Finalmente, al no poder convencerla, le dice que se irá con otra. Esta respuesta evidencia el menosprecio absoluto que este hombre tiene por la mujer, a la que considera intercambiable.

La conversación entre las mujeres que escucha Juan Preciado en el fragmento 25 da cuenta de que esta actitud machista y posesiva es conocida en el pueblo y tomada como algo natural. Se trata de una situación a las que las mujeres deben acostumbrarse, o como mucho tratar de esquivar pasando desapercibidas, pero frente a la que no tienen voz y no pueden rebelarse.

Finalmente, la figura femenina sometida a la voluntad del hombre se termina de construir con la historia de la mujer que invita a Juan Preciado a su casa en el fragmento 29, de quien conoceremos su nombre, Dorotea, más adelante. Según cuenta, fue violada y tomada como esposa por su propio hermano. Ante esta situación, ella no vuelve a salir de su casa, porque siente vergüenza de lo que se comentará en el pueblo al respecto de la relación incestuosa que tiene con su hermano. Asimismo, ella menciona la culpa y la condena que siente por ser una pecadora, lo que remite al rol central de la religión y la Iglesia Católica como institución en tanto faro moral de la comunidad. Ella vive recluida y sometida a la voluntad de su hermano-marido, Donis, y condenada al Infierno sin siquiera haber actuado voluntariamente para merecerlo.