Las Aventuras de Huckleberry Finn

Las Aventuras de Huckleberry Finn Resumen y Análisis de los Capítulos 16 a 20

Resumen

Capítulo 16

Mientras Jim y Huck flotan río abajo, Jim se inquieta buscando en la orilla del río la ciudad de El Cairo. Cada vez que Jim menciona cuán pronto será libre, Huck se siente más culpable. Huck sabe que ayudar a Jim a escapar es violar la ley, pero Jim es también su amigo. Por lo tanto, Huck está atrapado en un difícil dilema moral. Después de razonarlo mucho, Huck se da cuenta de que se probablemente se sentiría aún peor si entregara a Jim a las autoridades, y decide que sería mejor dejarlo escapar.

Huck toma esta decisión espontáneamente cuando se dirige a la costa para determinar de qué ciudad están cerca, y con la intención de informar a Jim. En su camino a la costa, Huck se encuentra con dos hombres blancos que buscan esclavos fugitivos. Los hombres le preguntan quién más está en su balsa y en lugar de contarles sobre Jim, Huck les dice que su padre, su madre y su hermana están a bordo. Huck pretende necesitar su ayuda y les dice que nadie más ha estado dispuesto a acercar la balsa a la orilla. Ante esta noticia, los hombres comienzan a sospechar y finalmente concluyen que la familia de Huck debe tener viruela. Luego cada hombre pone una moneda de veinte dólares en un tronco y las envían flotando hacia Huck para evitar cualquier contacto con él, pero lo hacen solo después de hacerle prometer que no va a embarcar en ningún lado cerca de su pueblo. La ingeniosa mentira de Huck engaña a los hombres y salva a Jim de la captura.

Huck y Jim están emocionados por haber recibido tanto dinero, que es suficiente para varios viajes por el río. Siguen buscando El Cairo, pero no pueden encontrarlo. Después de varios días, tanto Huck como Jim comienzan a sospechar que pasaron El Cairo en la niebla varias noches antes. La noche siguiente, Huck y Jim comienzan a planear usar la canoa para remar río arriba. Sin embargo, la canoa desaparece, lo que los obliga a continuar río abajo con la esperanza de comprar una nueva canoa. Mientras se desplazan río abajo, se encuentran con un buque de vapor que se acerca. En lugar de salirse de su camino, como suelen hacer los barcos de vapor, el barco se acerca directamente hacia la balsa. Tanto Huck como Jim se ven obligados a lanzarse por la borda. Huck sale a flote y agarra un trozo de madera con el que rema hasta la orilla. Jim no está por ningún lado. Huck pronto se ve rodeado de perros, completamente mojado e inmovilizado.

Capítulo 17

Huck sabe que no debe correr cuando está rodeado de perros y se queda quieto. Un momento después, un hombre le grita desde la casa que se quede quieto. Después de que varios hombres en la casa preparan sus rifles, le permiten a Huck acercarse. Él entra cautelosamente en la casa y cuando la familia lo ve, inmediatamente se vuelven amigables. Huck ha llegado de casualidad a la casa de los Grangerford, que están en medio de una prolongada y violenta pelea con la familia Shepherdson, que vive cerca de allí. Cuando los Grangerford reconocen que Huck no tiene ninguna relación con los Shepherdson, lo reciben con los brazos abiertos.

Huck le cuenta a la familia que es un huérfano llamado George Jackson del sur, que ha perdido
todo y que llegó a su casa tras caerse de un barco de vapor. Los Grangerford le ofrecen un lugar
en su casa y él acepta quedarse. El hijo más joven, Buck, tiene una edad similar a la de Huck y pronto se hacen amigos.

Cuando Huck se aclimata a su nuevo hogar, se entera de que la familia tenía una hija más joven llamada Emmeline, que falleció varios años antes. Era una talentosa poeta y pintora, y concentraba su trabajo en elegías para los muertos. Huck piensa que la poesía de Emmeline es muy hermosa y desearía poder componer algunas líneas dedicadas a Emmeline, pero no se le ocurre nada.

La familia es bastante rica considerando su ubicación. Poseen una casa bastante grande con buenos muebles, e incluso tienen libros intelectuales en el salón. Huck está contento de quedarse allí, especialmente cuando descubre su maravillosa comida.

Capítulo 18

Huck presenta al lector a la mayor parte de la familia Grangerford. El padre de la casa es el Coronel Grangerford, a quien Huck describe como un hombre poderoso, respetado y honrado. La familia posee una considerable cantidad de tierra y más de cien esclavos, incluido un esclavo por cada miembro de la casa. Los dos hijos mayores son Tom y Bob, y el más joven es Buck, de quien Huck se hace amigo. Hay dos hijas: la señorita Charlotte, que se porta como su padre, y la señorita Sophia, que es tímida y amable.

Un día, mientras están cazando, Huck y Buck escuchan un caballo acercándose detrás de ellos. Rápidamente, corren detrás de un arbusto y espera a ver quién llega. Harvey Shepherdson pasa y Buck le dispara, dándole en el sombrero. Harvey luego sigue a los dos niños al bosque, pero no puede atraparlos. En este punto, Buck le explica a Huck la disputa familiar. Durante más de treinta años, los hombres de cada familia se han comprometido a matar a los hombres de la familia enemiga. Nadie recuerda por qué comenzó la pelea, pero varios hombres han sido asesinados cada año desde entonces.

Un día, cuando los Grangerford asisten a la iglesia, todos los hombres llevan pistolas y escuchan, irónicamente, las prédicas sobre el amor fraternal. Después del servicio y una vez que todos han regresado a casa, la Srta. Sophia lleva a Huck a un lado y le pide con urgencia que regrese a la iglesia y busque su Testamento, que dejó allí por accidente. Huck hace lo que le pide y encuentra el libro, pero también ve una nota que han deslizado adentro y dice "a las dos y media". Huck le devuelve el Testamento a Sophia y le promete que no ha leído la nota.

Cuando Huck sale, se da cuenta de que su esclavo personal lo está siguiendo muy de cerca, lo que no es usual. El esclavo se ofrece a mostrarle algunos mocasines acuáticos, una oferta que también le había hecho el día anterior. Huck se da cuenta de que el esclavo le está hablando en algún tipo de código y que algo más está sucediendo. Acepta seguirlo y en el pantano se sorprende al encontrar a Jim dormido en el suelo. Jim tiene la balsa, que ha reparado por completo, y está esperando a que Huck se reuna con él para poder continuar su viaje río abajo.

Al día siguiente, la Srta. Sophia se fuga con Harvey Shepherdson, y la pelea se reaviva con toda su fuerza. El padre de Buck y sus dos hermanos son asesinados en una emboscada, y Huck llega al muelle justo a tiempo para ver a Buck y a su primo disparando contra cinco hombres adultos. Finalmente, los hombres logran escabullirse y matan a los dos niños mientras Huck observa desde un árbol al que se trepó en un intento de estar a salvo. Una vez que los Shepherdsons se van, Huck saca a Buck y al otro chico del río y los lleva a tierra firme, donde llora y cubre sus rostros.

Huck vuelve corriendo a la casa y ve que está bastante silenciosa a raíz de la tragedia familiar. Va al pantano y encuentra a Jim, que está contento de ver que Huck sobrevivió a la masacre, y juntos empujan la balsa en el río y comienzan a flotar río abajo.

Capítulo 19

Huck y Jim continúan unos días río abajo, disfrutando del aire fresco y de la brisa cálida. Huck
encuentra una canoa y la usa para remar alededor de una milla contra la corriente en busca de bayas. Dos hombres vienen corriendo a través del bosque y le piden ayuda. Huck les hace cubrir sus huellas y luego los tres reman de vuelta al río.

Los dos hombres son farsantes que huían de la gente del pueblo que quería echarles brea y plumas. Uno de los hombres tiene unos setenta años y se está quedando calvo, y el otro tiene unos treinta años. El hombre más joven se especializa en la imprenta y en el teatro, mientras que el hombre mayor a menudo "trabaja" en reuniones religiosas al aires libre.

El hombre más joven les dice que él en realidad es descendiente directo del Duque de Bridgewater y que, por lo tanto, es un Duque. Tanto Huck como Jim comienzan a tratarlo como a la realeza y a atender todas sus necesidades. El hombre mayor se pone celoso y entonces él les dice que él es el Delfín, o Luis XVII. Huck y Jim tratan a ambos hombres como aristocracia, aunque Huck comenta que es bastante obvio que ninguno de los dos pertenece en verdad a la realeza.

Capítulo 20

Huck les explica al rey y al duque que él es el hijo de un agricultor que perdió a su padre y a su hermano. Les cuenta que Jim es el último esclavo que posee la familia y que está viajando al sur de Orleans para vivir con su Tío Ben. Huck también dice que él y Jim viajan por la noche porque siguen siendo hostigados por personas que piensan que Jim es un esclavo fugitivo. El duque le dice que encontrará una manera de viajar durante el dia.

Esa noche, el Duque y el Rey se apoderan de las camas de Huck y Jim. Una gran tormenta hace que el río se agite y Huck está atento al peligro. Pronto Jim lo releva y Huck se queda dormido hasta que una ola grande lo baña por completo. Jim estalla en carcajadas al ver a Huck revolcándose en el agua.

Al día siguiente, el rey y el duque intercambian ideas para hacer dinero. El Duque decide que deberían armar una obra de teatro donde se realizan escenas cortas de Shakespeare, y el Rey está de acuerdo. Después de la cena, van a una ciudad cercana para ver qué suerte les traerá. Los hombres encuentran la ciudad desierta, ya que todos habían ido a una reunión religiosa. El duque irrumpe en una imprenta y recibe órdenes de algunos granjeros. Acepta efectivo y se compromete a imprimir anuncios en el periódico. En su proyecto final, hace un volante mostrando a un esclavo fugitivo y describiendo a Jim. Les dice a los otros que este volante hará parecer que están llevando a Jim de vuelta para recoger la recompensa.

El Rey va a la reunión religiosa con Huck y se mete entre una multitud que escucha a un predicador. La gente se inflama con el espíritu de arrepentimiento, y en medio de todos sus llantos y lamentos, el Rey salta al escenario. Le dice a la audiencia que una vez fue un pirata en el Océano Índico y que su reunión lo hizo arrepentirse de las acciones de su vida anterior. El Rey dice que regresaría al Océano Índico para convertir a sus antiguos colegas, si tan solo tuviese el dinero para hacerlo. Inmediatamente, se organiza una colecta y el Rey se va con más de ochenta y siete dólares.

Análisis

Estos capítulos se enfocan en comentarios sociales sobre las personas y los lugares a lo largo del sur de Mississippi. Cada capítulo presenta nuevos personajes y aventuras que destacan prejuicios o locuras particulares. Huck también se ve obligado a desempeñar diferentes roles mientras intenta adaptarse a cada nueva situación. A través de cada uno de los roles de Huck, el lector tiene una nueva percepción de su personalidad y carácter.

Twain ofrece comentarios sociales en tres aventuras separadas en la novela. Primero, dos cazadores de esclavos se acercan a la balsa de Huck y este les hace creer que su familia, enferma de viruela, está a bordo. Desesperados por evitar la peste, cada hombre aporta más de $ 20 solo para mantener la balsa alejada de la ciudad. Mientras que la enfermedad es una preocupación válida, Twain demuestra el miedo con que las personas tratan a otras personas enfermas que necesitan ayuda y apoyo. En lugar de ofrecer ayuda, los dos hombres tratan de comprar a la familia y enviarlos a otro lugar.

En segundo lugar, las familias Grangerford y Shepherdson participan en una pelea violenta y trágica. De hecho, los acontecimientos reflejan una versión moderna del tema de Romeo y Julieta, cuando una de las hijas de los Grangerford y el hijo de los Shepherdson se fugan, causando una masacre familiar. Irónicamente, los dos amantes son los únicos que sobreviven. Huck explica cuán civilizada, rica y respetada es la familia Grangerford, pero luego destroza esa imagen al detallar los asesinatos excesivos y trágicos de la pelea. Aquí, Twain demuestra la total estupidez de la que son víctimas hasta las familias más educadas y respetadas, que pueden autodestruirse por un comportamiento absurdo y un orgullo excesivo.

La última aventura ocurre cuando el Rey estafa a toda una congregación. Su historia sobre ser un pirata y desear convertir a sus hermanos es risible y tonta, pero en la reunión religiosa están todos tan anegados por el amor de Dios y de sus semejantes que creen en él y donan a su causa. Con esta anécdota, Twain comenta la credulidad de los fanáticos religiosos, que es consistente con su ataque a la religión en las primeras páginas de la novela, cuando Huck determina que divertirse es una alternativa mucho más interesante que rezar o ir al cielo descripto por la señorita Watson. La visión de Twain sobre la religión se expone lúcidamente en esta y otras novelas, y tiende a expresar que la devoción a la religión es simplemente una pérdida de tiempo.

A lo largo de estos capítulos, Huck asume consistentemente diferentes personajes y roles para sobrevivir y para proteger a Jim. Con los Grangerfords pretende ser un huérfano, ante los cazadores de esclavos pretende ser un niño inocente que vive con una familia enferma, y al Duque y al Delfín les dice que es un huérfano viajando con su único esclavo. Cada uno de estos roles proporciona una gran comprensión de la personalidad de Huck. Cuando muere Buck, Huck se ve profundamente afectado por toda la tragedia e incluso admite llorar al sacar el cadáver de su amigo del río. Desearía no haber jugado ningún papel en la muerte de tantas personas, y, al mismo tiempo, se da cuenta de cuán tonta es la pelea entre ellos.

Sorprendentemente, Huck siempre pretende ser menos inteligente o menos capaz de lo que realmente es. Es fácil olvidarse de que es solo un niño de catorce años cuando él y Jim están navegando río abajo juntos. Pero cuando se encuentran con otras personas, las interacciones de Huck están siempre en un nivel más bajo, menos maduro. Por ejemplo, le dice a los cazadores de esclavos que es demasiado débil para arrastrar solo la balsa a tierra, cuando en realidad ha manejado la balsa solo muchas veces. Cuando él y Buck están juntos, muestra mucha más madurez que Buck, lo que se evidencia en su moderación respecto a los asuntos relacionados con la pelea. Tom Sawyer también aparece como un niño pequeño en comparación con el enfoque desde el sentido común que Huck tiene de la vida.

La interacción de Huck con el Duque y el Rey es al principio desconcertante y luego molesta. Él y Jim
son bastante conscientes de que los dos hombres son estafadores, lo que obliga al lector a preguntarse por qué los aguantan. De hecho, Huck teme las consecuencias de confrontar a cualquiera de los dos. Compara a los hombres con su padre y comenta: "aprendí que la mejor manera de llevarse bien con gente de su ralea es dejarla que se salga con la suya". Por lo tanto, Huck y Jim se dan cuenta de que en lugar de provocar problemas con cualquiera de los hombres, lo mejor es seguirles la jugada y hacer de cuenta que han sido engañados. Jim no está contento con la situación, comentando al final del Capítulo 20 que preferiría que no llegaran más reyes durante el viaje. Huck parece estar considerando una forma de escapar de la situación, pero no es capaz de elaborar un buen plan. Huck disfruta parcialmente ver a los hombres en acción, ya que lo que hacen crea más de una aventura para él.