El Corazón de las Tinieblas

El Corazón de las Tinieblas Metáforas y Símiles

¨... el tranquilo curso de agua (...), parecía llevar al corazón de una inmensa oscuridad¨, pág. 244. (Metáfora)

La metáfora central de la obra, la de la oscuridad, tiene una primera presentación en el espectáculo de ese majestuoso atardecer en el que Marlow comienza a contar su historia en el barco del río Támesis. El ejemplo citado corresponde a la frase final de la obra. De alguna forma, podemos decir que la oscuridad -y lo que representa- abre la novela, la atraviesa completamente, y también la concluye. Al mismo tiempo, el ejemplo citado retoma la idea que ya se encuentra en el título de la obra: El corazón de las tinieblas. La oscuridad representa, entre otras cosas, el costado más tenebroso de las personas. Es decir, su instinto más básico, sus más bajos deseos, ese impulso natural que no encaja con el orden propuesto por las reglas de la civilización. El corazón representa el centro, el lugar donde se concentra la parte más pura de ese deseo. El viaje que realiza Marlow hacia Kurtz es un viaje hacia el corazón de las tinieblas en el sentido de que puede ser interpretado como un viaje hacia el centro de sí mismo. El corazón de las tinieblas narra no solo los horrores de la colonización, sino también el arduo viaje introspectivo que realiza Marlow.

Así mismo, el concepto de "tinieblas" consta de varios componentes: la oscuridad visual, las costumbres salvajes, el deterioro físico y moral, y la maldad. Tal vez esta última sea la imagen dominante de este concepto a lo largo de la historia. Con respecto a la palabra ¨corazón¨ también podemos interpretar que es la fuerza motora que impulsa esas tinieblas, tanto en la naturaleza africana como en los personajes que allí se encuentran.

¨... oscuras sombras de hambre y enfermedad que yacían (...) en la verdosa penumbra¨, pág. 105. (Metáfora)

En este ejemplo podemos ver una de las tantas metáforas aplicadas a los nativos negros por parte de Marlow durante su relato. Estas oscuras sombras, que no tienen ni corporalidad ni entidad de personas, son los nativos negros africanos que, desde la perspectiva de Marlow (un hombre blanco europeo), parecen estar en un nivel inferior de existencia. Justamente es por estas metáforas que se acusa a Conrad de racista. Ahora bien, más allá de que haya querido retratar la perspectiva de un blanco europeo de aquella época, le decisión literaria de construir estas metáforas y hacerlas parte de su obra constituyen, sin duda, un hecho sobre el cual vale la pena debatir y reflexionar.

¨[Kurtz]... llegó aquí con el trueno y el rayo...¨, pág.196. (Metáfora).

En este ejemplo, el ruso le explica a Marlow por qué Kurtz tiene tanta influencia sobre los nativos africanos de su puesto. ¨El trueno y el rayo¨ funcionan como una metáfora de toda esa información que traía Kurtz de la cultura europea. Información que expande las mentes de los nativos y hace que veneren a Kurtz, casi como a un dios. En ese sentido, la metáfora del trueno y el rayo también puede relacionarse con el dios Zeus de la mitología griega. Zeus no solo era el dios del rayo y el trueno para los griegos, sino también el padre de los dioses. Basándonos en la metáfora con la que el ruso explica el nivel de influencia de Kurtz sobre los nativos, podemos inferir que quiere establecer una relación directa entre Zeus y Kurtz para ejemplificar el poder de este último.