El Corazón de las Tinieblas

El Corazón de las Tinieblas Ironía

Los representantes de la civilización son los más salvajes

El corazón de las tinieblas es una de las primeras novelas en las que se trata directamente el tema del colonialismo. Más allá de que la forma en que Conrad aborda el tema de los nativos es controversial y le ha valido la acusación de racista, no cabe duda de que es crítico con respecto a los colonos. A lo largo de toda la novela, Marlow narra situaciones en las que los blancos, los ¨civilizados¨, tienen actitudes mucho más salvajes que los nativos africanos. Un buen ejemplo de esto se da cuando el director habla de la necesidad de matar a Kurtz para eliminarlo de la competencia por el marfil. En otro momento, Marlow se refiere a la colonización como un "demonio de ojos apagados, fofo y taimado, de una locura despiadada y rapaz". La ironía en este tema radica en que aquellos que acusan de salvajes a los nativos son más salvajes aún.

Ironía dramática en Marlow

Hay una serie de elementos dispuestos a lo largo de la novela que buscan darles a los lectores ciertos indicios sobre qué puede pasarle a Marlow. Por ejemplo, la pregunta que le hace al principio de la obra el médico a Marlow, respecto de si hay antecedentes de locura en su familia, instala la idea de que algo relacionado con esto va a sucederle. Por otro lado, las mujeres que tejen con hilo negro en las oficinas de la compañía cuando Marlow va a firmar el contrato, como las Moiras que tejen el destino, también dan cuenta de un futuro tenebroso. El hecho de que Marlow ignore todas estas advertencias crea una ironía dramática. Está claro que le llevará más tiempo a él llegar a conclusiones a las que el lector ya ha llegado.