De ratones y hombres

De ratones y hombres Resumen y Análisis del Capítulo Dos

Resumen

A la mañana siguiente, George y Lennie llegan a la casa de los peones de la granja. Candy, el anciano que les muestra la casa, les comenta que el jefe los estaba esperando anoche y estaba muy molesto porque estos no estaban listos para trabajar en la mañana. Junto a su cama, George encuentra un bote con veneno para insectos, lo que le hace pensar que su cama está infectada, pero el anciano le asegura que no es así y le dice que la persona que dormía allí antes era un meticuloso soldador llamado Whitney que mantenía el mata insectos cerca aunque no hubiera ninguno que matar.

Mientras George se prepara para conocer al jefe, Candy le comenta que es un buen hombre aunque a veces este saca sus frustraciones con el peón del establo, quien es un hombre de raza negra llamado Crooks. Pronto, el jefe entra y le pide a George y a Lennie sus tarjetas de trabajo. George trata de hablar por él y por Lennie, pero el jefe nota el silencio de Lennie y lo cuestiona directamente. Lennie trata de hablar por sí mismo, torpemente tratando de repetir las frases que George le ha dicho, pero suena completamente ridículo. George le dice al jefe que Lennie no es muy inteligente, pero que es fuerte como un toro y también es un increíble trabajador. Al jefe le sorprende que George cuide de Lennie: George le dice al jefe que Lennie es su primo y que el prometió a su madre cuidar de él. Cuando el jefe le pregunta a George porque dejaron su trabajo anterior, George le contesta que estaban cavando una zanja y completaron en trabajo. Cuando el jefe se marcha, George reprende a Lennie por no quedarse completamente callado. George admite que mintió al decir que Lennie era su primo.

Candy vuelve junto con su perro viejo, y George se enoja con este por escuchar conversaciones ajenas. Curley, un joven hombre altanero, entra en la casa de peones buscando al jefe, quien es también su padre. Curley se porta muy amenazante hacía con Lennie. Cuando Curley se marcha, Candy le explica a los dos hombres que Curley, quien es de baja estatura, odia a los hombres más grandes que el por envidia. George comenta que sin importar lo fuerte que se crea Curley, se arrepentirá si decide meterse con Lennie, quien es increíblemente fuerte. Candy les comenta que Curley se acaba de casar con una belleza local y que se ha vuelto aún más engreído desde entonces. Curley usa un guante lleno de vaselina para mantener su mano suave para su esposa, a la cual el anciano considera una cualquiera. George le advierte a Lennie mantenerse lejos de Curley.

De pronto, la mujer de Curley entra en la casa de los peones buscando a su marido. Ella esta vestida provocadoramente y actúa coquetamente. Cuando esta se marcha, George comenta que es una cualquiera, mientras que Lennie menciona que es una mujer muy bonita. George le advierte a Lennie alejarse de ella. El próximo en entrar es Slim, el respetado mulero del rancho. Slim le pregunta a George y Lennie que trabajo saben hacer. Carlson, un gran hombre con gran panza, también entra a la casa de los peones y le pregunta a Slim si su perra tuvo cachorritos la noche anterior. Slim le dice a Carlson que esta tuvo nueve cachorritos, pero que este tuvo que matar a cuatro inmediatamente porque la perra no podía mantener a todos. Carlson se queja del olor del perro de Candy y le dice a Slim que Candy debería de sacrificarlo. Curley entra otra vez a la casa de peones y confronta a George, preguntándole si ha visto a su esposa. George le confiesa que su esposa estuvo allí en la casa efectivamente. Curley parece estar listo para comenzar una pelea con cualquiera.

Análisis

La novela en general, y este capítulo particularmente, comparte muchos elementos encontrados en obras teatrales. Steinbeck muchas veces utiliza la misma habitación como escenario para una escena, como la casa de peones es usada de esta forma. Esta técnica le permite introducir a muchos personajes rápidamente sin la ayuda de un narrador– los personajes hablan acerca de ellos mismos, interactúan, y hasta se describen los unos a los otros (Como cuando Candy menciona que Curley es un hombrecillo), todo esto facilita una rica caracterización a través de un corto número de páginas.

Esta técnica de escenas aplica a las descripciones de Steinbeck así como también a sus diálogos entre personajes. Considera esta descripción del perro de Candy al final del capítulo: “[el perro] miró a su alrededor con ojos dulces, semiciegos. Husmeó, luego se tendió y puso la cabeza entre las patas [etc.].” El lenguaje de Steinbeck está libre de emociones; Steinbeck simplemente describe las acciones del animal de la misma manera que un dramaturgo escribe direcciones teatrales.

Esta técnica “dramática” le da a la historia de Steinebeck una cualidad ominosa. De simple forma, Steinbeck simplemente está describiendo una velada entre los trabajadores de una forma realista; pero de otra manera, las acciones y personalidades de estos trabajadores toman un significado casi mítico. Justo como en obras similares de la época –como la obra de Thornton Wilder Nuestra Ciudad – Steinbeck mezcla el día a día de estos trabajadores con caracteres alegóricos de la vida diaria. De esta forma, Curley llega a representar a todos aquellos hombres rencorosos y difíciles; Crooks representa a la persecución y el sufrimiento de todos los Afro-Americanos ; George es el eterno cínico con un corazón de oro y Lennie personifica a la torpe inocencia. Estos personajes son tipos, o arquetipos, así también como son individuos– una técnica más popularmente usada en obras de teatro y películas más bien que en la ficción literaria.

Esta técnica teatral también le permite a Steinbeck crear tensión rápidamente sin usar exposición. El ambiente del capítulo Dos es inmediatamente hostil e incómodo: George sospecha que su cama está infectada, el jefe sospecha que George y Lennie están tramando algo, Candy es miserable y decrepito, Curley está buscando una pelea, la mujer de Curley está merodeando sospechosamente. Lennie, de manera instintiva, expresa el tono general del capítulo cuando exclama, “No me gusta este lugar, George. No es un buen sitio. Quiero irme de aquí.” De inmediato, nos encontramos con varios episodios de inevitable conflicto, la mayoría provenientes gracias a Curley, quien parece irritar a todos de mala manera. El único personaje positivo en este capítulo es Slim, quien también es el personaje mejor descrito; pero aun así, Slim es también mostrado como un personaje endurecido por la vida– el primer hecho que aprendemos de él es que acaba de ahogar a cuatro de sus nueve nuevos cachorritos. Uno debe de reconocer inmediatamente lo fuera de lugar que Lennie está en un ambiente tan hostil y pesimista: él es un hombre inocente, torpe, aniñado e ingenuo en medio de un puño de hombres astutos, solos, y confabuladores.

La novela de Steinebeck ciertamente trata de hombres más bien que de mujeres. La única mujer con un papel importante en la novela (aparte del recuerdo de la tía Clara) es la mujer de Curley, una cualquiera sola y desesperada que es todo lo que su esposo sospecha que es. La actitud de Steinbeck hacia esta, por lo menos hasta ahora en la historia, es poco simpática. Esta ni siquiera recibe un nombre, esta se viste llamativamente y habla provocadoramente. Hay más que sexismo en su personalización. Sin embargo, Steinbeck cuidadosamente parece dar motivos por su carácter tan controversial. Después de todo, la mujer está atrapada junto a el hombre más odioso posible, Curley– quien aparentemente la mantiene encerrada en su casa cada vez que le es posible, y quien presume acerca de su vida íntima (ejemplificado por el grotesco guante lleno de vaselina que siempre carga), y quien no puede ser buena compañía. Curley se casó con ella por ser tan llamativa, y ahora su belleza le causa solamente preocupación. La mujer está atrapada en un matrimonio sin amor – y a lo contrario de lo que Curley presume, talvez, un matrimonio sin vida íntima– y esto puede generar lastima cuando esta trata de buscar la compañía de otros hombres.

Hablando del guante lleno de Vaselina, presta atención a las muchas veces en las que Steinbeck menciona la manos en este capítulo y a lo largo de la historia. De la manera más sencilla, las manos son cruciales para el trabajo de granja– estos hombres después de todo viven de su trabajo manual. Pero las manos también sirve un papel metafórico. Curley, específicamente, es descrito como alguien “peleador”, termino que implica el uso de las manos. Sus manos también están conectadas a su vida sexual– su guante lleno de Vaselina crea una asociación entre su mano y su órgano sexual (porque otra razón, después de todo, se empeña en suavizar su mano?). Esta asociación se convierte especialmente importante cuando la tensión establecida en este capítulo conlleva a una crisis en las páginas por venir.