Cómo ser antirracista

Cómo ser antirracista Temas

El antirracismo

El antirracismo es el tema principal de este libro, que se dedica a definirlo con detenimiento y detalle desde la primera hasta la última página. Cómo ser antirracista, en sintonía con la gran preocupación del autor por usar la terminología precisa, demuestra que ser no racista es insuficiente, y explica cómo es distinto de ser antirracista. Cada persona debe luchar activamente contra el racismo, no se puede mantener neutral, indiferente o pasiva. Por lo tanto, Kendi emplea el término “antirracista” para referirse a las personas que se esfuerzan explícitamente en crear una sociedad más justa. Si bien tanto los no racistas como los antirracistas son diferentes a las personas racistas, aquellos que se mantienen neutrales terminan por ser cómplices del racismo, ya que se quedan callados ante muchas situaciones racistas. Al final del libro, después de ofrecernos sus memorias, una serie de recorridos históricos e información de toda índole, también explicita los pasos del camino hacia el antirracismo, en correspondencia con su lógica de manual de instrucciones.

La infancia

El relato de los orígenes, la infancia, y los primeros años de vida del narrador es un tema recurrente de las memorias en tanto género literario. Esto se debe a que las memorias recuentan la vida del protagonista, que en este caso es el autor, ya que se trata de un libro autobiográfico de no ficción. A su vez, este tema es particularmente importante en las memorias de las personas negras. Esto se explica en el hecho de que las historias de los ancestros, sus identidades, traumas y resistencias son fundamentales para entender la identidad negra contemporánea. Lo mismo ocurre con las experiencias atravesadas como un niño y joven negro en una serie de entornos racistas de los Estados Unidos. De esta manera, el tema de la infancia y los orígenes conecta el contenido de la obra con su formato.

Los estereotipos raciales

En contraposición con el tema de “El antirracismo”, Kendi expone en esta obra cuán dañinos son los estereotipos raciales y, en particular, cómo afectan a los estadounidenses negros. Esto se debe a que limitan su confianza en sí mismos, así como sus oportunidades en la vida. Estos estereotipos crean prejuicios y violencias, ya que existen en las mentes de las personas racistas, en las leyes y políticas racistas sostenidas por gobiernos también racistas, pero también existen en las mentes de sus víctimas. Aquellos que son estereotipados internalizan los estereotipos, llegan a creer que son inferiores, y esto hace que tengan baja autoestima. Por ese motivo, a su vez, tienen expectativas más bajas acerca de sus propias posibilidades y logros.

La esclavitud

El recorrido histórico propuesto por Kendi es amplio, pero se concentra particularmente en el pasado esclavista de los Estados Unidos. Observa los efectos contemporáneos de ese pasado, y analiza las relaciones entre el racismo y la esclavitud desde la época colonial hasta la segregación establecida por las leyes de Jim Crow. De esta manera, el texto explora el pasaje desde el racismo de jure -es decir, sujeto a la ley- hasta el racismo de facto -que, por el contrario, no se ajusta a una norma o prescripción legal previa-, y demuestra que los responsables de diseñar políticas en el país han fracasado a la hora de garantizar los derechos civiles de la población negra. No es posible comprender los encarcelamientos masivos de personas negras, ni las desigualdades de acceso a la riqueza, la salud y la educación, sin entender la historia de la raza, el racismo, el comercio de personas esclavizadas, y el modo en que Estados Unidos, en sus orígenes, se organiza como nación esclavista.

La educación

En este libro, Kendi no se limita a explicarles a sus lectores cómo ser antirracistas, también expone su propia historia de vida para exponer el modo en que él mismo ha aprendido a serlo. Así, la educación es un tema central de Cómo ser antirracista. Esto se manifiesta también en la importancia que tienen las instituciones educativas por las que ha pasado: prácticamente, todos los capítulos mencionan memorias relacionadas con la escuela y la universidad.

Por otra parte, tal como deja en claro al principio, desde pequeño se forman en él nociones racistas antinegras, aunque él mismo se reconozca como un hombre negro a los ocho años. Por ese motivo, la narración del aprendizaje interno del protagonista y narrador es otro punto crucial de la obra: Kendi aprende a ser antirracista y nos muestra cómo ha sido su proceso. Para ello, asume un tono introspectivo, reflexivo y honesto, además de desafiarse a sí mismo ubicándose en posiciones incómodas. De este modo, se atreve a admitir aquello que no sabe y se educa a través de lecturas y conversaciones con otros que -con o sin la intención de hacerlo- lo ayudan a reflexionar. Kendi comprende que no ha nacido siendo naturalmente racista o antirracista y, por lo tanto, se compromete a superar sus prejuicios asumiendo una introspección crítica e implacable.

La interseccionalidad

Como varón joven, al comienzo, Kendi no les da importancia a los reclamos y reflexiones específicos que proponen las feministas negras, y los estudios y luchas queer. Con arrepentimiento y pesar, se identifica a sí mismo como una persona sexista y homofóbica debido a los modos en que ha sido criado y a la ausencia de una reflexión personal al respecto. Sin embargo, está permanentemente dispuesto a desafiar sus ideas preconcebidas. Por eso se compromete con la investigación desde la interseccionalidad, perspectiva acuñada por la teórica y jurista Kimberlé Crenshaw que busca entrelazar e interconectar cuestiones de raza, nacionalidad, género, orientación sexual y otros aspectos sociales que dan forma a la vida de las personas. Los antirracistas, comprende Kendi, deben ser feministas y aliados de las personas queer y otras comunidades oprimidas. A su vez, la interseccionalidad también se manifiesta en su análisis de las clases, por lo que afirma que un verdadero antirracista debe ser anticapitalista, ya que el racismo y el capitalismo son “gemelos unidos” (205) que nacen y crecen al mismo tiempo.

La violencia

A lo largo de toda la obra, Kendi retoma un tema muy ligado a los estudios sobre la negritud: la presencia de la violencia en la vida de las personas negras. De todas maneras, el autor trae esta cuestión para discutirla e invertir muchas nociones recurrentes. En sus palabras:

Los escritores negros que crecimos en barrios negros de las “zonas marginales” solemos recordar más la violencia que experimentamos que la no violencia. No escribimos sobre todos esos días que no sentimos armas contra nuestras costillas. No hablamos de todos esos días que no peleamos, los días que no vimos a alguien ser golpeado frente a nosotros. Nos volvemos exactamente como los programas nocturnos de noticias locales -si hay sangre, es noticia- y nuestras historias se centran en cuerpos negros violentos en lugar de la abrumadora mayoría de cuerpos negros no violentos (106).

Para Kendi, es necesario dejar de presentar el tema de la violencia de manera estereotipada en lo que se refiere a las personas negras, que suelen ser conectadas con la criminalidad, la delincuencia, las violaciones y el uso de drogas, entre otros. Si bien tiene sentido que los escritores negros tengan la necesidad de hablar de estos asuntos, “la obra del escritor refleja, y el lector consume estos recuerdos vívidos y abrasadores, no la realidad cotidiana del cuerpo negro” (106). Por lo tanto, hay que tratar el tema de modos innovadores sin alimentar ideas racistas.