Borges y yo

Borges, la ciencia e internet

Con el pasar del tiempo se ha hecho cada vez más difícil ser un lector de Borges «en el sentido ingenuo de la palabra».[n. 7]​ Todos creen encontrar en cada frase y aún en cada palabra de sus cuentos, los más sofisticados e intrincados mensajes y sub-mensajes, los que son objeto de novedosas interpretaciones y contra-interpretaciones. Es interesante observar que entre las ideas que sirven de fundamento para las fantasías de Borges, junto a las doctrinas filosóficas, o pseudo-filosóficas, se encuentran también alusiones a ciertas ideas científicas. Estas últimas han entusiasmado enormemente a algunos críticos que han querido encontrar en ellas significativas antelaciones científicas y le atribuyen así a Borges un profundo entendimiento en la materia. Este entusiasmo ha sido avivado por muchas referencias en textos de popularización científica para los cuales los cuentos de Borges ofrecen buenas y asequibles ilustraciones de ideas que de otra manera pueden parecer extremadamente abstractas e incomprensibles para el público no especializado.[111]​[112]​[113]​

En numerosos textos de divulgación científica se citan cuentos de Borges.[114]​ Así, se menciona a La biblioteca de Babel[115]​ para ilustrar las paradojas de los conjuntos infinitos[116]​ y la geometría fractal,[117]​ referencias a la taxonomía fantástica del doctor Franz Kuhn, en El idioma analítico de John Wilkins (un favorito de neurocientíficos y lingüistas),[118]​ invocaciones a Funes el memorioso para representar sistemas de numeración[119]​ y hasta una cita de El libro de arena en un artículo sobre la segregación de mezclas granulares.[120]​

En todos estos casos, las citas a cuentos de Borges no son más que ejemplos metafóricos que dan brillo a la prosa opaca de las explicaciones técnicas. Sin embargo, una notable excepción la constituye El Jardín de senderos que se bifurcan, donde Borges propone sin saberlo (no podría haberlo sabido) una solución a un problema de la física cuántica todavía no resuelto. El jardín, publicado en 1941, se anticipa de manera prácticamente literal a la tesis doctoral de Hugh Everett III publicada en 1957 con el título Relative State Formulation of Quantum Mechanics[121]​ y que Bryce DeWitt habría de popularizar como La interpretación de los muchos mundos de la mecánica cuántica.[122]​ El físico Alberto Rojo ha analizado esa sorprendente correspondencia y ha concluido que el parecido entre los textos de Borges y de Everett III muestra de qué manera extraordinaria la mente de Borges estaba inmersa en el entramado cultural del siglo XX, en esa complejísima red cuyos secretos componentes se ramifican más allá de los límites clasificatorios de cada disciplina. La estructura de ficción razonada de los cuentos de Borges, que a veces parecen teoremas con hipótesis fantásticas, es capaz de destilar ideas en proceso de gestación que antes de convertirse en teorías hacen escala en la literatura. Y así como las ideas de Everett y DeWitt pueden leerse como ciencia ficción, en El Jardín de los senderos que se bifurcan, la ficción puede leerse como ciencia.[114]​

Por otro lado, un número creciente de comentaristas contemporáneos —ya se trate de profesores de literatura o de críticos culturales como Umberto Eco— concluye que, por más extraordinario e insólito que parezca, Borges prefiguró la World Wide Web. En un libro reciente, Borges 2.0: From Text to Virtual Worlds (Borges 2.0: del texto a los mundos virtuales), Perla Sassón-Henry explora las relaciones entre la Internet descentralizada de YouTube, los blogs y Wikipedia y los cuentos de Borges, que «hacen del lector un participante activo».[123]​[124]​ Un grupo de relatos de Borges —entre ellos Funes, el memorioso, La biblioteca de Babel y Tlön, Uqbar, Orbis Tertius— se publicó en los Estados Unidos bajo el título de Labyrinths a principios de la década de 1960. Con sus bibliotecas infinitas y hombres que no olvidan, enciclopedias y mundos virtuales que se conjuran desde la página impresa, así como portales que abarcan todo el planeta, estos relatos (junto con algunos otros como El Aleph) pasaron a constituir según muchos críticos las claves de la intersección entre la nueva tecnología y la literatura. Un ejemplo es la idea de una «biblioteca total» que aparece en 1941 y que anunciaría la capacidad de Internet. Sassón-Henry, profesora asociada del Departamento de Estudios del Lenguaje de la Academia Naval de los Estados Unidos, describe a Borges como alguien «del Viejo Mundo pero con una visión futurista». New Directions, la editorial que publicó Labyrinths, reeditó la antología en mayo de 2008 por primera vez en más de cuarenta años. En un indicio de cómo cambian los tiempos, la primera edición de Labyrinths estaba prologada por André Maurois, de la Academia Francesa de la Lengua; la edición actual, en cambio, comprende una introducción de William Gibson, el escritor ciberpunk.

Del mundo creado por Borges en su cuento sobre Tlön, Uqbar, Orbis Tertius a la configuración de Wikipedia y su funcionamiento en el medio digital hay solo un paso lleno de referencias cruzadas. La lectura del relato de Borges desde esta perspectiva nos hace también replantearnos el estatus de realidad de la imagen del mundo que crea la Wikipedia como trabajo anónimo colaborativo, que es lo que se plantea Borges.

Respecto a A First Encyclopedia of Tlön, donde se describe el planeta Tlön, escribe Borges:

Ahora tenía en las manos un vasto fragmento metódico de la historia total de un planeta desconocido, con sus arquitecturas y sus barajas, con el pavor de sus mitologías y el rumor de sus lenguas, con sus emperadores y sus mares, con sus minerales y sus pájaros y sus peces, con su álgebra y su fuego, con su controversia teológica y metafísica. Todo ello articulado, coherente, sin visible propósito doctrinal o tono paródico. Borges (1974, p. 434)

Wikipedia, un proyecto nacido en el año 2001, cuyo lema es «La enciclopedia libre que todos podemos editar», y, según palabras de su cofundador Jimmy Wales, el proyecto constituye «un esfuerzo para crear y distribuir una enciclopedia libre, de la más alta calidad posible, a cada persona del planeta, en su idioma», para lograr «un mundo en el que cada persona del planeta tenga acceso libre a la suma de todo el saber de la humanidad».[125]​ Con respecto a la autoría, las semejanzas también son notables:

En los hábitos literarios también es todopoderosa la idea de un sujeto único. Es raro que los libros estén firmados. No existe el concepto de plagio: se ha establecido que todas las obras son obra de un solo autor, que es intemporal y es anónimo. Borges (1974, p. 439)

Wikipedia, por su parte, es esencialmente un wiki —un sitio web el cual permite la autoría pública general y edición de cualquier página—. De hecho, una política esencial de Wikipedia es que es de contenido abierto:

El texto y material de contenido abierto se encuentra licenciado por el dueño del copyright, al público general, permitiendo a todos la redistribución y alteración del texto sin ningún cargo y garantizando que nadie puede restringir el acceso a versiones modificadas del contenido.

Un autor múltiple y anónimo tanto en la enciclopedia de Tlön como en Wikipedia, en realidad construye el conocimiento del mundo, sea este una invención o no: en Tlön, siguiendo unas directrices filosóficas idealistas; en Wikipedia, siguiendo unas normas de universalidad del conocimiento y respeto democrático a las ideas, y prohibida la aportación original, se exige describir conocimientos y teorías respaldadas y popularmente aceptadas.[126]​

Ahora muchos piensan que «el contacto y el hábito de Tlön han desintegrado este mundo»[127]​ y quizás es tan cierto como que ha construido otro, rizomático y laberíntico: Tlön significa mapa en islandés, y Tlön es verdaderamente mapa enciclopédico de un laberinto originado en Uqbar (que significa desviándose del camino), laberinto que crece y se bifurca constantemente, cuyos objetos ideales o hrönir (que significa en islandés pilas de materia que cambian por la acción externa) varían y se suceden en la tecnología wiki (en hawaiano, con rapidez), formando un Tlön informático, depósito dinámico de la memoria colectiva humana mediante el consenso de unos wikipedistas. Como al Borges del relato, «si nuestras previsiones no erran, de aquí a cien años alguien descubrirá los cien tomos de la Segunda Enciclopedia de Tlón.»[127]​ Claro está que, debido a su soporte informático, esa espera es innecesaria. Wikipedia se está reescribiendo ya, en este instante, constantemente.[126]​

Igualmente enigmática y profética es la referencia a Orbis Tertius (Mundo 3.º, en latín), término (World 3 o Mundo 3) que muchos años después sería usado por el filósofo de la ciencia Karl Popper para designar a los mundos construidos por la mente humana.[128]​ Cabe la aclaración de que lo citado anteriormente en esta sección son puramente especulaciones, ya que Borges nunca realizó o contribuyó con un descubrimiento científico sólido verificable; lo suyo fueron exclusivamente aportaciones literarias que no se sostienen en al ámbito científico ya que difícilmente podría él entender así fuera los rudimentos de los campos científicos en los que supuestamente él fue un precursor.


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