El Aleph

El Aleph Guía de Estudio

La colección de cuentos El Aleph se publicó en 1949 y está compuesta por dieciocho cuentos. Uno de los cuentos le da el nombre a la colección. Allí el narrador Borges dice lo siguiente: "vi una pequeña esfera tornasolada, de casi intolerable fulgor. Al principio la creí giratoria; luego comprendí que ese movimiento era una ilusión producida por los vertiginosos espectáculos que encerraba. El diámetro del Aleph sería de dos o tres centímetros, pero el espacio cósmico estaba ahí, sin disminución de tamaño" (p.164). Esto que se dice del Aleph, un objeto fantástico que permite vislumbrar el universo, se puede aplicar también a esta colección de cuentos. En este libro, de apenas ciento ochenta páginas, leemos historias que suceden en lugares tan diversos como el Ganges, los arrabales de la ciudad de Buenos Aires, Andalucía. Asimismo, los cuentos están ambientados en épocas tan diversas como el siglo III durante el imperio de Diocleciano, el Califato de Córdoba y los enfrentamientos durante el periodo de organización nacional en la Argentina. ¿Cuál es la exploración que pretende Borges en esta colección? Los principios de la realidad y el sentido de la existencia. En definitiva, El Aleph contiene el universo de preocupaciones, intereses y divertimentos de Borges, al igual que la esfera luminosa del cuento que presta su nombre a la colección. La diferencia entre la experiencia mística de Borges narrador en “El Aleph” y nosotros los lectores de la colección es que nuestro acceso al universo borgeano es sucesivo y la de él, simultáneo.

El Aleph es un laberinto de tópicos, temas y motivos que suelen tener en el centro un misterio o enigma que se descifra a través de los libros y la imaginación. El idealismo filosófico que subyace cuestiona el modo racional en que entendemos la realidad para dar lugar al pensamiento, la imaginación y la ficción como creadores de la experiencia. Los elementos fantásticos le permiten a Borges especular sobre temas tan trascendentes como las implicancias morales de la inmortalidad en “El inmortal”. En otros cuentos cobran protagonismo las fuerzas que conducen a las personas a su destino en “El muerto” y “La espera” o el sesgo cultural y el relativismo de las ideas en “La busca de Averroes “y “Los teólogos”.

Borges se inspira en sus lecturas para crear sus relatos. No solo incluye todo su conocimiento sobre filosofía y teología, sino que hace pequeños homenajes a sus modelos literarios. Menciona y se inspira en Kipling para su cuento "El hombre en el umbral". En "El Aleph" y "La espera" menciona a Dante y, el primero de los títulos, incluye a Beatriz Viterbo, personaje inspirado en Beatrice Portinari, la mujer a la que Dante le escribe Vita Nova. Hay guiños a Chesterton y a Poe en cuentos como "Abenjacán el Bojarí, muerto en su laberinto".