Balún Canán

Balún Canán Ironía

Cuando Zoraida comenta que muchos indios desean ir a la escuela, César afirma que la situación es buena, puesto que su sobrino se lamentaba de que tendría pocos alumnos (Ironía verbal)

Tras la reunión de César con el indio Felipe, Zoraida encara a su marido, turbada por la situación, y le dice que hay muchos indios amontonados esperando que se abra la escuela. Ante esta situación, César se burla de Ernesto con ironía y exclama: "Que bueno. Ernesto se lamentaba precisamente de que tendría pocos alumnos" (p. 98). El dicho de César es una burla cargada de ironía, ya que, en verdad, Ernesto no está preocupado por dar clases, y no se lamenta por la cantidad de alumnos, sino por tener que encarar una tarea que le resulta inútil y penosa.

En el momento de mayor dolor y desesperación, Matilde echa a reír a carcajadas y los indios se ríen con ella (Ironía situacional)

Cuando Ernesto evita el intento de suicidio de Matilde, esta le arroja a su cara todo el desprecio que siente por él e incluso le cuenta que está esperando un hijo suyo y esa es la razón por la que intentó quitarse la vida. Desgarrada por el dolor y la desesperación, Matilde contempla su entorno y comienza a reír a carcajadas. Los indios que la acompañan, sorprendidos por esta risa y sin comprender la ironía que esconde, se largan a reír ellos también.

Ernesto odia a su tío, César, pero al mismo tiempo lo admira y desea ocupar su lugar (Ironía situacional)

Resulta irónico que Ernesto odie tanto a su tío por el trato que recibe de él y, al mismo tiempo, desee imitarlo y ocupar su lugar. Dicha ambivalencia forja el carácter de Ernesto, quien se encuentra en un dilema constante: despreciar al patrón pero querer ocupar su lugar.