Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión

Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión Foucault y Jeremy Bentham

La figura humana central de Vigilar y castigar, quizás incluso el antagonista de la historia, es Jeremy Bentham, el primero en teorizar extensamente respecto del Panóptico. Según los escritos de Bentham, la idea le llegó de su hermano, pero fue él quien lo convirtió en un plan arquitectónico real, aunque el edificio en sí nunca fuera construido. Describió en detalle hasta la amplitud de la construcción (sugirió que fuera de 30 metros), el ancho de los muros, (75 centímetros) y claramente tuvo la intención de que el edificio fuera lo más eficiente posible.

Bentham fue un escritor extremadamente prolífico en su vida (1748-1832). Sus obras completas, que el University College London actualmente prepara para su publicación, alcanzarían los 70 tomos. Entre sus otros intereses se encontraban la descriminalización de la homosexualidad y la igualdad legal de las mujeres. Podría resultar sorprendente entonces que sea Bentham quien, para Foucault, representa el surgimiento de un nuevo tipo de poder disciplinario que esclaviza a todos a seguir las normas sociales.

Es por eso que estudios más recientes han intentado defender a Bentham del análisis de Foucault. Para David Rosen y Aaron Santesso, por ejemplo, el estudio de Bentham sobre el Panóptico se resiste a la idea de algo como un Estado que "domine la misma consciencia de sus ciudadanos" (1056). Esto es porque Bentham pensaba que uno podía tener una consciencia separada de lo que estaba haciendo en público: el objetivo era asegurarse de que todos se comportaran, pero eso no significaba que uno no pudiera tener una vida interior propia más allá de ello. Frances Ferguson sostiene de manera similar que Bentham intentaba darle valor a las acciones –como tener un buen desempeño escolar– sin la necesidad de juzgar o evaluar las "almas", que Foucault cree que es el objetivo del poder disciplinario. Desde otro ángulo, si Bentham intentaba crear un sistema donde todos se portaran bien, también intentaba crear una sociedad que no necesitara prisiones. Es posible pensar en Bentham como un abolicionista de la prisión, tal como Foucault.

Sin embargo, para Foucault lo importante es el sentido metafórico del Panóptico de Bentham. Es así que se diferencia de un historiador o biógrafo tradicional. No importa cuáles fueran las intenciones de Bentham, del mismo modo que no importa que el edificio nunca fuera construido. Más bien, lo que importa es que Bentham pensara o deseara un edificio semejante, que tiene menos que ver con su propia individualidad y más que ver con los valores y pensamientos de la sociedad de la que participa. En el análisis discursivo de Foucault, Bentham es un síntoma de una tendencia más amplia en una sociedad que llega a valorar más las normas que los espectáculos soberanos. El legado más duradero de Bentham, para Foucault, fueron las imágenes que nos dio de esta transformación social.