Relato de un náufrago

Relato de un náufrago Metáforas y Símiles

"Estaba claro que el relato, como el destructor, llevaba también mal amarrada una carga política y moral que no habíamos previsto" (p. 11) (Símil y metáfora)

En el prólogo, García Márquez equipara la carga del "Caldas", que produce el accidente, con la carga política del relato, que, al publicarse, genera un gran impacto en la sociedad colombiana. Así, el símil propone la comparación del accidente del barco con la repercusión de la narración, que desestabiliza al gobierno militar y favorece su posterior caída.

"Había nacido en Chocó, lejos del mar, pero llevaba el mar en la sangre" (p. 23) (Metáfora)

Cuando Velasco describe a Luis Rengifo, dice que es una persona que lleva el mar en la sangre. Esta metáfora pone en evidencia que, de alguna forma, Rengifo está hecho para el mar y es una persona que naturalmente comprende y domina ese medio, incluso a pesar de haber nacido en un lugar lejos de la costa.

"Inmediatamente después, la noche, apretada y tensa, se derrumbó sobre el mar" (p. 50) (Metáfora)

El narrador describe la llegada de la noche poéticamente, valiéndose de adjetivos descriptivos poco usuales, como "apretada" y "tensa", pero que transmiten la sensación abrumadora que la noche absoluta le produce al náufrago. Velasco, solo en la balsa y alejado de cualquier fuente de luz, se refiere a la llegada de la noche como un derrumbe que cae sobre el mar y lo cubre por completo.

"Aquello era como una feria. Y yo, el centro y la razón de la feria, seguía tumbado en la cama" (p. 154) (Símil)

Cuando a Velasco lo llevan en camilla de Mulatos a San Juan de Urab se genera una gran procesión de gente que lo sigue. El náufrago, que se reconoce como el centro de atención de aquel acontecimiento, compara la situación con una feria de la que él es el espectáculo de mayor importancia que congrega a la gente.

"Pero como la salvación vino envuelta en una aureola, premiada con el título de héroe como un bombón con sorpresa, no me queda otro recurso que soportar la salvación" (p. 156) (Metáfora y símil)

Velasco se refiere metafóricamente a su salvación como si estuviste envuelta en una aureola, porque su llegada a la tierra le vale el título de héroe ante toda Colombia, recompensa inesperada pero agradable. En este sentido, Velasco explica que durante el naufragio solo busca salvarse, y que dicho objetivo le representa ciertos beneficios que no puede rechazar. Inmediatamente después, compara su salvación con un bombón con sorpresa, para reforzar la idea de que el mote de héroe es un aditivo positivo e inesperado a su ya ansiada salvación.