La vida de las mujeres

La vida de las mujeres Resumen y Análisis "Flats Road"

Resumen

La casa de los Jordan está en un extremo de Flats Road, un pueblo canadiense que no pertenece estrictamente al campo ni a la ciudad. A Ada Jordan, la madre de Del, no le gusta vivir allí y no es muy bien vista en el lugar. Su uso correcto de la gramática, sus ideas y sus costumbres -muy distintas a las de la mayoría- incomodan a los habitantes del pueblo. Así y todo, esto aún no avergüenza a la niña Del.

El padre de Del, en cambio, se lleva bien con todos. Criado en una granja, no se siente a gusto en el campo, pero tampoco logra comulgar con la gente de ciudad. Se siente a gusto en Flats Road.

Del y su hermano, Owen, pasan los días ayudando a pescar al tío Benny, en las orillas del río Wawanash. Benny vive en una casa cercana, colmada de objetos desordenados y sucios, rodeada por un monte lleno de animales. Siempre aparece con noticias de alguna iniciativa empresarial: en un lugar no muy lejano del país, hay gente que gana sumas increíbles de dinero criando conejos, periquitos o algo por el estilo; pero a los días olvida el tema. Benny trabaja para el padre de Del, que cría zorros plateados, negocio precario, pero que le permite mantener cierta ilusión de mejoría. No lee los periódicos que leen los padres de Del, sino otros con titulares escandalosos e insólitos y sin noticias de la guerra, que estalla por esos días. Benny come con la familia Jordan casi todos los días. Tiene modales campesinos y cuenta siempre anécdotas que a la madre de Del le parecen inverosímiles.

Un día Benny, que no sabe escribir, le pide a Del que escriba una carta por él. La carta va dirigida a una joven que colgó un aviso en el periódico, ofreciéndose como empleada o esposa de un hombre tranquilo. A la semana, recibe la respuesta. Madeleine Howey tiene una niña de dos años llamada Diane; lo esperan si él quiere visitarlas.

A la madre de Del le parece arriesgado, pero Benny se prepara rápidamente, compra ropa y sale una mañana, vestido elegantemente. La madre de Del aprovecha, junto a la protagonista, para limpiar la casa de Benny, pero la tarea resulta imposible, y Ada acaba compadeciéndose de la mujer que vivirá allí.

Al anochecer, vuelve Benny. Cuenta que cuando llegó a casa de Madeleine, la familia había ya preparado la boda, así que se casó en el mismo día con la mujer que ahora descansa en la casa junto a su hija. La madre de Del insiste en que Benny presente a su esposa, pero esto no sucede.

Un día, Benny lleva a Del y a Owen a su casa y les muestra a la niña Diane. En un momento aparece Madeleine, quien llama a gritos a su hija. Poco después, la mujer se comporta groseramente con la madre de Del cuando se la encuentra en una tienda. Empiezan a correr rumores en Flats Road acerca de la personalidad violenta y agresiva de Madeleine. Los Jordan se compadecen de Benny y piden a sus hijos que no se acerquen a la casa. Del se dirige a la casa de todos modos y Madeleine, al verla, le grita que es una sinvergüenza que solo quiere espiar.

Al poco tiempo, el mismo Benny empieza a contar a la familia Jordan sobre los ataques violentos de Madeleine. Cuando va a trabajar, Benny lleva a Diane consigo. Semanas más tarde, Benny llega desesperado a casa de los Jordan anunciando que Madeleine desapareció, llevándose a Diane y algunas cosas de la casa. El hombre llama al hermano de Madeleine para ver si la mujer fue a su casa, pero este responde negativamente, sin mostrar preocupación. Al ver la desesperación de Benny, la madre de Del se da cuenta de que Madeleine le pegaba a su hija. Lamenta que Benny no se lo haya dicho, porque podrían haberla denunciado, y sostiene que deben alertar a la policía. Pero Benny no parece decidido y el padre de Del disuade a su esposa de meterse en conflictos ajenos.

Poco después, Madeleine envía una carta, donde solo pone una dirección y pide que le envíen unas pertenencias que olvidó en la casa. Benny se dirige a esa dirección de inmediato, decidido a traerse consigo a Diane, pero no encuentra la casa. A los dos días de dormir en el auto, decide regresar. El relato sobre lo extremadamente dificultosa que resultó la ciudad a Benny colma los nervios de Ada. Asimismo, Benny no vuelve a tener noticias de Madeleine. El tiempo pasa y poco a poco la mujer se convierte en una anécdota.


Análisis

Alice Munro sitúa la acción de su novela en un tiempo histórico concreto -el inicio de la Segunda Guerra Mundial-, pero en un lugar ficticio, aunque con rasgos que permiten asociar el espacio con muchos pueblos del interior de Canadá. “Flats Road no formaba parte de la ciudad, pero tampoco estaba en el campo. El recodo del río y el pantano de Grenoch la aislaban del resto de la ciudad, a la que pertenecía solo de nombre” (p.17), describe la narradora, proveyendo luego un nivel de detalle que permite prácticamente reconocer a este sitio ficticio como si se tratara de uno real. Pero lo relevante de esta especificación geográfica es, justamente, esa ambigüedad que le es propia: la protagonista está inmersa en un espacio impreciso: no es campo, tampoco es ciudad.

Si se presta atención al modo en que la voz compone el relato, es fácil reconocer en ella una esencia comparable a esa suerte de indeterminación geográfica: la novela se construye desde la perspectiva de una protagonista que nunca parece poder identificarse del todo con ninguna de las referencias que la rodean, pero que están, al mismo tiempo, muy cerca de ella. En este primer apartado de la novela, Della Jordan es una niña con una sensibilidad superior. Ella puede y parece querer observar en detalle las vidas, las costumbres, los discursos y comportamientos de cada persona que se cruza en su camino y que compone a la población tan particular de Flats Road. Esta sensibilidad superior será la que, a partir de determinado momento, exija en la protagonista un cambio, un movimiento: se dará cuenta de que ella no puede quedarse en ese lugar y aceptar el destino que pesa sobre las espaldas de las personas que allí viven, un destino capaz de aplastar cualquier ambición personal, sobre todo si quien ambiciona es una mujer.

La referencia femenina más cercana a Del es su propia madre, una mujer con una sensibilidad e inteligencia superiores a la media del pueblo en el que, lamentablemente para ella, debe vivir. “Flats Road era el último lugar donde quería vivir mi madre” (p.18), dice la narradora, dejando en evidencia desde el inicio de la novela la profunda infelicidad de una mujer que no ha podido decidir sobre su destino, y que, contando con la inteligencia y capacidad para vivir una vida plena, debe padecer, día a día, la llaneza y el conformismo aplastantes del entorno que le tocó en suerte. “En cuanto sus pies pisaban la acera de la ciudad”, continúa Dell sobre su madre, “erguía la cabeza, agradeciendo la sombra después del sol de justicia de Flats Road, y una sensación de alivio, un nuevo aire de dignidad emanaban de ella” (pp.18-19).

Quizás el rasgo más distintivo de la narrativa de Alice Munro, y más específicamente en esta novela, sea la belleza sensible de una voz que construye una historia plena de detalles sin establecer prácticamente ningún explícito juicio sobre aquello que se cuenta. En La vida de las mujeres, el personaje en que se encarna el explícito desprecio a la vida en Flats Road es Ada Jordan, lo cual probablemente libra a la protagonista y narradora de dictaminar su juicio sobre el entorno en que ella se inserta. Esta ausencia de juicio es posible, además, por la edad de la narradora, ya que la novela se presenta desde la perspectiva de una niña, lo cual permite al lector acceder a un universo desde una mirada donde prima la inocencia y la voluntad de comprender su entorno.

En línea con lo anterior es que debe leerse la secuencia de escenas y descripciones que componen este primer apartado. El fragmento de vida que se ofrece en este primer apartado "Flats Road", protagonizado por el personaje del tío Benny, funciona como un pantallazo de los usos y costumbres característicos de la vida pueblerina (en Canadá, pero muy comparable a la de muchos otros países de occidente) a fines de los años treinta: la baja escolarización (Benny no sabe escribir), la extrema dificultad para comprender la ajetreada vida urbana (Benny se pierde y los días que pasa en la ciudad le resultan perturbadores), la indiferencia generalizada respecto de la cultura, del arte y de la política nacional e internacional (aunque está estallando una guerra mundial, nadie en la familia habla de eso y en los diarios que llegan a casa de Benny, esto ni siquiera se menciona), la incomprensión y dificultad de diálogo al interior de los vínculos (visible en el matrimonio Jordan, pero también, sobre todo, en Benny y Madeleine), la tendencia a la agresividad o el alcoholismo como posibles consecuencias de la ignorancia (Madeleine agrede con extrema virulencia su niña pequeña), el machismo y la misoginia (en la conversación entre Benny y el padre de Del, en el modo en que desoyen los consejos de Ada), la ausencia de ambición (rasgo característico de todos los personajes que aparecen hasta aquí, salvo Ada Jordan), entre muchos otros elementos que seguirán desarrollándose a lo largo de libro. Sin embargo, ninguno de estos elementos aparece nombrado, explicitado, ni presentado como un concepto: la prosa de Alice Munro se limita a mostrar detalles, diálogos, acciones; como dijimos antes, fragmentos de vidas. Todo juicio parece depender del lector.