Cándido, o El optimismo

Cándido, o El optimismo Metáforas y Símiles

"... estaba apestada y quizás haya muerto. Paquita había recibido ese regalo de un fraile franciscano" (p.21) (Metáfora)

Pangloss le cuenta al protagonista la forma en que se contagia sífilis. Para eso, se remonta a su amante Paquita, una sirvienta del castillo de Westfalia, y cuando explica la forma en la que ella contrae la enfermedad, dice que es el "regalo de un fraile franciscano" (p. 21). La metáfora de la enfermedad de transmisión sexual como un regalo alude, de manera irónica, a que la enfermedad es algo que Paquita obtiene del fraile de manera inesperada y sorpresiva.

"Esos gritos eran articulados por unas muchachas que corrían desnudas como almas que lleva el diablo por el margen de una pradera" (p. 57) (Símil)

Tras escapar de los jesuitas, Cándido y Cacambo se topan con dos mujeres que parecen estar huyendo desesperadas de un par de monos que las persiguen. En este pasaje, el símil refuerza la impresión que el episodio causa en el protagonista, quien mata a los monos para salvar a las mujeres. Sin embargo, momentos después descubre que no se trataba de una persecución, sino de un simple juego entre amantes.

"En todos lados los débiles odian a los poderosos y se arrastran a sus pies; los poderosos los tratan como a rebaños cuya lana y cuya carne venden" (p.78) (Símil)

Martín explica su visión pesimista del mundo a Cándido. Cuando menciona las desigualdades sociales, compara a las clases bajas con animales de granja, para denotar la facilidad con la que las clases dominantes las manipulan y utilizan de forma despiadada.

"-En cuanto a mí, he visto cosas más graves; no obstante un sabio que fue ahorcado me enseñó que todo está hecho a la perfección y que todo eso que usted me dice son las sombras de un bello cuadro" (p.89) (Metáfora)

Cándido defiende frente a un pesimista la doctrina filosófica que Pangloss le inculcó. El sabio menciona una serie de hechos atroces, pero Cándido se refiere a ellos metafóricamente como "las sombras de un bello cuadro" (p. 89). De esta forma, representa la vida como un hermoso cuadro que, necesariamente, presenta sombras que se complementan con las luces. Esto significa que, en la vida, las tragedias forman parte de una totalidad armónica.

Sin embargo, el sabio continúa con la metáfora planteada por Cándido y le responde: "sus sombras son manchas espantosas" (p. 89), implicando que las atrocidades que se viven en la tierra no responden a un diseño armónico, sino que desentonan y arruinan el bello cuadro al que el joven se refiere. La conversación termina con la respuesta de Cándido, que afirma que "Son los hombres quienes manchan todo y no pueden evitarlo" (p. 89), explicando así que el mundo es perfecto, pero que los humanos inevitablemente cometen errores, puesto que esa es su naturaleza.

"Todas las personas sensatas han admitido que el libro se les caía de las manos, aunque era preciso conservarlo en bibliotecas como monumento de la antigüedad" (p.103) (Metáfora)

El senador Pococurante habla de la obra de Homero, luego de que Cándido elogiara sus tomos hermosamente encuadernados. Al respecto, el senador dice metafóricamente que el libro se cae de las manos de las personas sensatas, o sea, que la historia no es atractiva y que aburre a todo el mundo.