Desde su publicación, la novela ha recibido una gran cantidad de elogios, tanto por parte de la crítica como por parte de otros escritores. Jorge Edwards afirmó que Los detectives salvajes pertenece a la familia literaria de Rayuela, Paradiso y Adán Buenosayres.[49] La relación de la obra con Rayuela también la ha establecido Elvio Gandolfo —quien también la asoció con Adán Buenosayres—[50] el crítico español Masoliver Ródenas,[51] Roberto Brodsky,[52] Enrique Vila-Matas[53] o Jorge Volpi.[54] Masoliver Ródenas agregó que su narrativa fragmentaria también puede asociarse con Cervantes y Lo demás es silencio de Monterroso,[51] así como con Ulises de James Joyce,[55] y sus contemporáneos Villoro y Vila-Matas;[51] Brodsky, por su parte, también mencionó a Conversación en La Catedral de Mario Vargas Llosa, y La vida breve de Juan Carlos Onetti.[52] María Antonieta Flores, en cambio, relacionó la segunda parte del libro con Manhattan Transfer de John Dos Passos y con la Ilíada de Homero, asociando la obra completa con la Odisea, pero con la salvedad de que aquí se trata más bien de una «épica degradada», cercana al realismo de Hemingway.[56] Gandolfo, por su lado, en lugar de «épica» habla de Los detectives salvajes como una «saga» —en concordancia con lo afirmado por el jurado del premio Rómulo Gallegos—[57] con amagues de novela policial.[58] Para el crítico español Ignacio Echevarría, este es:[59]
«el tipo de novela que Borges hubiera aceptado escribir».
El escritor mexicano Juan Villoro, en un artículo donde asocia a Ulises Lima con Mario Santiago y al realismo visceral con el infrarrealismo, se refiere a esta novela como «una de las más brillantes novelas mexicanas».[60][61] Más tarde el crítico Juan Antonio Masoliver Ródenas la consideró «una de las mejores novelas mexicanas contemporáneas, escrita por un chileno que reside en Cataluña»,[62] y el escritor Alan Pauls la calificó de novela vanguardista, «un gran tratado de etnografía poética».[43] Otros críticos han dicho que es la mejor novela acerca de México desde Bajo el volcán, y la mejor novela mexicana desde La región más transparente.[9] Vila-Matas, que además destacó los ecos del personaje de García Madero en el protagonista de la novela La aventura de un fotógrafo en La Plata de Bioy Casares, describió su impacto al leer la novela de la siguiente manera:[53]
«Los detectives salvajes —vista así— sería una grieta que abre brechas por las que habrán de circular nuevas corrientes literarias del próximo milenio. Los detectives salvajes es, por otra parte, mi propia brecha; es una novela que me ha obligado a replantearme aspectos de mi propia narrativa. Y es también una novela que me ha infundido ánimos para continuar escribiendo, incluso para rescatar lo mejor que había en mí cuando empecé a escribir».
El poeta chileno Javier Campos considera la obra como el reflejo de la insistencia de los artistas jóvenes por vivir su creatividad hasta las últimas consecuencias:[63]
«Por eso Los detectives salvajes perdurará por mucho tiempo como una obra universal porque tiene más relación con la condición del artista joven que con el fracaso de una generación. Y porque quizás es la única obra latinoamericana hasta ahora, en este Tercer Milenio, que nos dice también que con esta globalización ya nunca será posible producir más artistas realvisceralistas. Y en eso reside para mí la inmensa belleza poética de gran parte de la obra de Roberto Bolaño».
El escritor Jorge Carrión, por su parte, dice lo siguiente:[40]
«Esta novela es, además de una lúcida disección del exilio y de un divertido recorrido por la hiperbólica adolescencia (...) una parodia de la vanguardia —al tiempo que una novela realmente vanguardista— y una enciclopedia de literatura».
Aquel deambular por las calles de Ciudad de México, tan presente en la obra y tan asociado con la Rayuela de Cortázar —ambientada en París—, es enfatizado en el libro El viaje imposible: En México con Roberto Bolaño, donde los autores también lo asocian con los tableaux parisiens de Charles Baudelaire, que se remontan a su vez a Gérard de Nerval y Guillaume Apollinaire, hasta llegar a Walter Benjamin; posteriormente está el «nomadismo urbano» de los surrealistas, especialmente Nadja de André Breton y la Internacional Situacionista encabezada por Guy Debord. En el cine también hay influencias provenientes de la nouvelle vague de Jean-Luc Godard y la educación sentimental de François Truffaut.[64] Los mismos autores de este libro asocian también a los personajes de Arturo Belano y Ulises Lima con los de Sal Paradise y Dean Moriarty, trasuntos de Jack Kerouac y Dean Moriarty en la novela En el camino de Kerouac, en la cual también los personajes realizan un viaje iniciático en un vehículo a toda velocidad.[12]
En el año 2007, el diario The New York Times la consideró como una de las diez novelas editadas en inglés más importantes de ese año;[65] lo mismo hizo el diario Los Angeles Times, y The Washington Post la ubicó en el cuarto lugar de su lista.[66] El diario chino Beijing News situó a Los detectives salvajes entre los 100 textos que hay que leer antes de morir.[67]
Asimismo, el libro fue celebrado por otros conocidos críticos tales como la argentina Celina Manzoni, el mexicano Christopher Domínguez-Michael y los chilenos Rodrigo Pinto[68] y Patricia Espinosa; así como por el escritor Jaime Collyer.[50]
En cuanto a sus ventas, este fue el primer libro del Roberto Bolaño que consiguió un éxito comercial significativo, y la única excepción por la cual no fue considerado hasta el momento de su muerte un autor minoritario. Así y todo, pese a la ajetreada vida de entrevistas, a la obtención de premios y nuevas aperturas laborales que le surgieron luego de la publicación de Los detectives salvajes, Bolaño continuó manteniendo un estilo de vida austero, sin lujos ni ostentaciones.[9]
Luego del éxito de esta novela y de manera póstuma, Los detectives salvajes y el grueso de la obra de Bolaño ha sido publicada en numerosos países y traducida a diversos idiomas.[69] Hasta antes de la publicación de 2666 en octubre de 2004, Los detectives salvajes era la tercera obra de Bolaño con más traducciones, totalizando ocho y solo siendo superada por Estrella distante, con nueve, y por Nocturno de Chile, con doce.[70]
Premios
En el año 1998 ganó el XVI premio Herralde que otorga la editorial Anagrama, quedando finalista la novela A bordo del naufragio, del escritor Alberto Olmos.[71] El jurado estuvo compuesto por Juan Cueto, Salvador Clotas, Paloma Díaz-Mas, Jorge Herralde, Esther Tusquets y Luis Goytisolo.[72]
Al año siguiente, la novela fue galardonada con el Premio Rómulo Gallegos en su XI edición, estando el jurado formado por Saúl Sosnowski (Argentina), Antonio Benítez Rojo (Cuba), Ángeles Mastretta (México), Hugo Achugar (Uruguay) y Carlos Noguera (Venezuela). En el proceso participaron 220 novelas de 19 países, de las cuales se seleccionaron 32 semifinalistas, y luego 10 finalistas. En la votación final se impuso a las novelas Las nubes, de Juan José Saer; La tierra del fuego, de Sylvia Iparraguirre; Caracol Beach, de Eliseo Alberto; Dime algo sobre Cuba, de Jesús Díaz; Mariel, de José Prats Sariol; Plenilunio, de Antonio Muñoz Molina; Inventar ciudades, de María Luisa Puga; Margarita, está linda la mar, de Sergio Ramírez, e Historias de la marcha a pie, de Victoria de Stefano. Los detectives salvajes fue reconocida como una saga que destaca por su polifonía, por su humor poco frecuente en la literatura en español, y por su «funcionamiento supranacional».[57] La única miembro del jurado que no votó por la novela ganadora fue Ángeles Mastretta,[73] a quien Roberto Bolaño le dedicó especiales agradecimientos, en su discurso de premiación leído el 2 de agosto de 1999, de tono inicialmente humorístico, donde comenzó hablando de su dislexia para desembocar en un mensaje de unidad latinoamericana y en un homenaje a los jóvenes latinos de su generación de los años 1950.[74]
Posteriormente obtuvo también el Premio del Consejo Nacional del Libro de Chile[75] y el Premio del Círculo de Críticos de Arte.[76]
Predecesor: La noche es virgen (Jaime Bayly) | Premio Herralde1998 | Sucesor: París (Marcos Giralt Torrente) |
Predecesor: Mal de amores (Ángeles Mastretta) | Premio Rómulo Gallegos1999 | Sucesor: El viaje vertical (Enrique Vila-Matas) |
Historia editorial
El libro fue editado por Anagrama en 1998. Sin embargo, también apareció una edición limitada de 583 páginas, editada por Monte Ávila Editores y el Celarg, producto de la obtención del Premio Rómulo Gallegos.[56] El éxito de la obra en España e Hispanoamérica motivó a que la obra se tradujese a diversos idiomas, expandiendo su lectores en el resto del mundo:
Idioma | Año | Traducción | Título | Editorial | Ref. |
---|---|---|---|---|---|
Alemán | 2002 | Heinrich von Berenberg | Die wilden Detektive | Hanser | [7] |
Checo | 2009 | Anežka Charvátová | Divocí detektivové | Argo | [77] |
Danés | 2010 | Iben Hasselbalch | De vilde detektiver | Gyldendal | [78] |
Finés | 2009 | Einari Aaltonen | Kesyttömät etsivät | Sammakko | [79] |
Flamenco | 2004 | Aline Glastra van Loon | De Wilde Detectives/Durk 2 | Meulenhoff | [7] |
Francés | 2006 | Roberto Amutio | Les Détectives sauvages | Christian Bourgois | [80] |
Griego | 2009 | Kostas Athanasiou(Κώστας Αθανασίου) | Οι άγριοι ντετέκτιβ | Καστανιώτη(Kastaniotis) | [81] |
Húngaro | 2013 | Kertes Gábor | Vad nyomozók | Európa | [82] |
Inglés | 2007 | Natasha Wimmer | The Savage Detectives | Farrar, Straus & Giroux | [7] |
Italiano | 2003 | Maria Nicola | I Detective selvaggi | Sellerio | [83] |
Japonés | 2010 | Kenji Matsumoto yTakaatsu Yanagihara | Yasei no tanteitachi | Hakusuisha | [84] |
Neerlandés | 2000 | Aline Glastra van Loon | De woeste zoekers | Meulenhoff | [85] |
Noruego | 2009 | Kristina Solum | Ville detektiver | Solum | [86] |
Polaco | 2010 | Tomasz Pindel yNina Pluta | Dzicy detektywi | Warszawskie WydawnictwoLiterackie Muza S.A. | [87] |
Portugués | 2006 | Eduardo Brandão | Os detetives selvagens | Companhia das Letras | [88] |
Sueco | 2007 | Lena E. Heyman | De vilda detektiverna | Tranan | [7] |
Turco | 2007 | Peral Bayaz | Vaşhi Hafiyeler | Metis | [7] |
En 2016, fue reeditada por la editorial española Alfaguara, incluyendo imágenes de los cuadernos de escritura del autor.[89]