La marca en la pared

La marca en la pared Metáforas y Símiles

"Con qué facilidad los pensamientos se lanzan sobre un nuevo objeto; lo elevan unos instantes -como hormigas cargando una brizna de paja con tanta avidez- y luego lo abandonan..." (p. 7) (Símil)

En este pasaje, la narradora utiliza un símil para explicar el fluir de la conciencia y su ecléctica dinámica comparándolo al comportamiento de las hormigas, que dedican toda su vida a cargar un objeto tras otro.

"¡Si uno quiere comparar la vida con algo, habría que hacerlo con salir despedida por el túnel del metro a ochenta kilómetros por hora y aparecer del otro lado sin una sola horquilla en el cabello!" (p. 9) (Símil)

En este pasaje, la narradora compara el estar viva con la sensación de salir despedida del metro a gran velocidad, como forma de destacar el carácter vertiginoso y abrumador de la vida.

"Quiero hundirme más y más profundo, lejos de la superficie y de sus duras verdades" (p. 10) (Metáfora)

En este pasaje, la narradora manifiesta su deseo de sustraerse de la realidad que la rodea y utiliza el verbo hundirse para referirse a la acción de adentrarse en su mente y sus ideas. Además, hay otra metáfora al final de la frase: cuando habla de las duras verdades, está hablando de la realidad, que se expresa como dura por su carácter estático y estructurado.

"Un hombre permanecía horas sentado en el sillón, mirando el fuego, y una lluvia de ideas caía sin cesar desde el alto cielo directo hacia su mente. Llevaba la frente a la mano, y las personas miraban por la puerta abierta" (p. 10) (Metáfora)

Esta metáfora refiere al acto creativo, al momento en que el artista se sienta y produce una obra de arte. En este caso, la metáfora parece otorgar al arte una dimensión divina, ya que la inspiración llega del cielo hacia un hombre elegido. Siendo reiteradas las críticas que la narradora realiza hacia el patriarcado y el pensamiento religioso, el lector puede suponer que la invocación del cielo y del hombre en la metáfora se realiza desde la burla o la crítica, y no desde el respeto por lo sagrado.

"Tales son las profundidades que explorarán, los fantasmas que perseguirán; dejarán cada vez más de lado la descripción de la realidad en sus historias" (p. 11) (Metáfora)

En esta metáfora, la narradora habla sobre el estilo que desea para los escritores del futuro, que no se preocuparán tanto por la representación de la realidad como por la subjetividad psicológica de sus personajes. Así, la imagen de perseguir fantasmas hace referencia al intento de expresar la subjetividad de la psiquis humana.