La caída de la Casa Usher

La caída de la Casa Usher Metáforas y Símiles

"(...) las ventanas como ojos vacios (...)" (p. 317). (Símil)

En este pasaje, el narrador compara las ventanas con ojos, otorgándole a la casa una mirada; de esta forma, la personifica y sugiere que se trata de algo más que solo una mansión.

"(...) los ojos, sin embargo, luchaban en vano para alcanzar los más remotos ángulos del aposento" (p. 321). (Metáfora)

El narrador utiliza esta metáfora para expresar su intención de observar los detalles del cuarto, algo que no consigue realizar por la oscuridad reinante en la habitación.

"(...) un espíritu cuya oscuridad, como una cualidad positiva, inherente, se derramaba sobre todos los objetos del universo físico y moral, en una incesante irradiación de tinieblas" (p. 325). (Metáfora)

En este pasaje la metáfora propone la materialización del mal, al que el narrador describe como una oscuridad que se extiende tanto por el interior de los personajes como por el exterior que los rodea.

"(...) creí percibir (...) una acabada conciencia por parte de Usher de que su encumbrada razón vacilaba sobre su trono" (p. 326) (Metáfora)

Esta metáfora indica que Usher comprende que la razón ya no está rigiendo sus pensamientos, y que su forma de percibir el mundo se aproxima más a la locura.

"(...) mi espíritu vaciló al ver desmoronarse los poderosos muros, y hubo un largo y tumultuoso clamor como la voz de mil torrentes" (p. 337) (Símil)

En este apartado, el narrador invoca el sonido de mil torrentes de agua para expresar la magnitud del ruido producido por el derrumbe de la casa.