Emma Zunz

Emma Zunz Símbolos, Alegoría y Motivos

La carta de Fain (Símbolo)

La carta de Fain, donde el hombre le informa a Emma que su padre ha muerto, adquiere diferentes valores simbólicos a medida que transcurre el relato. En principio, cuando ella la recibe, la carta pasa a ser un símbolo de la soledad o, incluso, de la orfandad de Emma. A partir de la lectura de esa carta, ella, una obrera judía de dieciocho años, acaba de quedar definitivamente sola en el mundo.

Por otro lado, antes de comenzar con la ejecución de su plan, Emma rompe la carta. Aquí la carta simboliza el peligro de ser descubierta, ya que allí está escrita la información que, al menos en un principio, funciona como móvil de su deseo de venganza.

En otro nivel de análisis, la carta simboliza también un conflicto de identidad. En principio, Fain habla de la muerte del señor Maier, lo que da cuenta de que Emanuel Zunz se ha cambiado el apellido para tratar de dejar atrás la vergüenza de haber sido acusado de ladrón. Ahora bien, cuando Emma rompe la carta, además de eliminar una prueba que podría incriminarla, también "rompe" su identidad: deja de ser la muchacha temerosa de los hombres y se convierte en la prostituta que se acostará con el marinero del Nordstjärnan.

El revólver de Lowenthal (Símbolo)

El revólver de Lowenthal es un símbolo de su miedo y paranoia. Él lo tiene guardado siempre en el cajón de su escritorio por si llegan a entrar ladrones a la fábrica. Ahora bien, ¿de dónde viene tanto miedo? Probablemente, de su avaricia y de cierta proyección que él hace de sí mismo en los demás: no nos olvidemos de que él es el verdadero ladrón que robó en la fábrica, aunque haya denunciado a Emanuel Zunz.

El encuentro sexual de Emma con el marinero (Símbolo)

El encuentro sexual de Emma con el marinero del Nordstjärnan posee una fuerte carga simbólica. Representa el fin de la inocencia de Emma, sí, pero también el despertar de un nuevo nivel de conciencia. A propósito de esto, Emma entiende que su padre le hizo a su madre la misma "cosa horrible" (p.73) que el marinero le está haciendo a ella. De esta forma, se produce en Emma un cambio de perspectiva tan profundo que la idea de vengar la muerte de su padre pierde todo vigor o, por lo menos, queda relegada frente a la de vengar el ultraje padecido.

El luto de Lowenthal (Símbolo)

El luto que lleva hace un año Aarón Lowenthal por la muerte de su esposa simboliza, en principio, su grado de devoción por la religión judía. Sin ir más lejos, es el propio narrador quien nos dice que estamos ante un hombre muy religioso. Ahora bien, luego nos enteramos de que el dinero es "su verdadera pasión" (p.74) y que cree tener un pacto con Dios que lo exime de actuar bien a cambio de oraciones. Así las cosas, ese luto pasa a ser más bien la fachada de un hombre religioso y, por consiguiente, simboliza su hipocresía.

La muerte de Lowenthal (Símbolo)

La muerte de Aarón Lowenthal simboliza el castigo que Emma siente deseos de imponer a todos los hombres, responsables de esa "cosa horrible" (p.73) que sufrieron ella, su madre y el resto de las mujeres.

Por otro lado, al matar a Lowenthal, Emma, en cierta medida, también mata a su padre, ya que el impulso que la mueve al momento de disparar es el de vengar el ultraje padecido por llevar a cabo el plan de vengarlo. En este sentido, la muerte de Lowenthal también simboliza la emancipación definitiva de Emma respecto de su progenitor.