Yo el Supremo

Yo el Supremo Preguntas de Ensayo

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    ¿En qué medida puede decirse que el uso que hace El Supremo de la lengua opera a favor de la soberanía de Paraguay?

    En dos oportunidades, El Supremo demuestra que la defensa de la soberanía paraguaya consiste no solo en procurar la autonomía política y económica, sino también la cultural y la lingüística. En primer lugar, durante una clase de inglés que recibe de parte de los ingleses Robertson, el Dictador se burla de Juan Parish utilizando el guaraní, la lengua autóctona previa a la colonización europea. Aprovechándose del desconocimiento que el inglés tiene de esa lengua, el líder la usa para humillarlo. Juan Parish desconoce el guaraní y por eso es incapaz de defenderse del ataque.

    Hace algo similar con Grandsire, el francés que va a Paraguay a rescatar a Bonpland. Una vez más, el francés desconoce la lengua local, en este caso el español. El Supremo, fiel a su estilo combativo, repudia la actitud colonizadora del recién llegado, quien no se preocupa en aprender la lengua del país al que llega y pretende que ese país se ponga a su servicio. A modo de castigo, le niega cualquier tipo de traductor, de modo que Grandsire queda impedido de negociar, pues no entiende la lengua local.

    De este modo, en ambas oportunidades el Dictador defiende la idea de que no hay lenguas ni culturas superiores a otras, y reivindica la cultura paraguaya sin arrodillarse ante las naciones europeas.

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    ¿Qué rol cumple el Compilador en la novela?

    El Compilador es una figura que está por encima de los demás personajes de la novela en la medida en que es quien reúne, ordena y expone lo que allí leemos. En tanto la novela es polifónica -es decir, yuxtapone distintas voces como la del Dictador, la de Patiño y la de distintas fuentes históricas, entre otros-, el Compilador es el encargado de organizar las distintas voces y ponerlas en diálogo con el fin de crear un sentido en torno a la Dictadura Perpetua.

    Sus intervenciones no se evidencian solamente en la intercalación de voces y fuentes de distinta procedencia. Además, aparecen en diversas notas al pie, en las que comenta, corrige y opina sobre las fuentes citadas; en distintos subtítulos en cursiva, y entre paréntesis, cuando aclara a qué tipo de textualidad corresponde lo citado -el cuaderno privado, la circular perpetua, etcétera-.

    Hacia el final, en una nota que comenta y cierra la novela, el Compilador describe su rol como el de un “a-copiador”. Es decir que no solo reúne y expone materiales diversos, sino también reconoce que esos materiales son fuentes escritas u orales con existencia previa; no están producidas por él, quien tan solo las cita.

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    ¿En qué sentido el Dictador tiene una relación paradójica con la escritura?

    El Dictador mantiene con la escritura y las letras una relación contradictoria, en la medida en que, por un lado, son motivo de tormento y, a la vez, admite amarlas.

    Ya desde el comienzo de la novela, la escritura parece ser utilizada en contra de El Supremo, tal como sucede con el pasquín que ordena que, cuando él muera, ejecuten a todos sus funcionarios. El líder toma ese documento como una pieza difamatoria, producto de una nueva conspiración contra su gobierno, y pone a Patiño y a sus funcionarios en campaña para buscar al autor.

    Pero también son las letras y la escritura la herramienta de la que el Dictador se vale para prolongarse en el poder. Así, ante el pasquín difamatorio, comienza con la ayuda de Patiño la escritura de la circular perpetua dirigida a sus funcionarios. En ella, el Dictador historiza su rol detrás del proceso de independencia de Paraguay y se defiende de las difamaciones sufridas. Además, se dedica a la escritura de un cuaderno privado, en el que vuelca reflexiones en torno a los sucesos que vive y a su salud. De hecho, será en ese cuaderno que El Supremo se atreva a confesar sus alucinaciones y a sugerir su condición de muerto.

    De ahí que, hacia el final de la novela, el Dictador admita la contradicción latente en su relación con las letras: “Es necesario amarlas a pesar del abuso que de ellas se hace, como es necesario amar a la Patria, por muchas injusticias que en ella se padezca y aunque por ella misma perdamos la vida” (540).

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    ¿Por qué el misterio del pasquín que abre la novela termina resolviéndose de manera irónica?

    La novela se inicia con la preocupación de El Supremo por encontrar al autor del pasquín anónimo que, imitando su propia voz, decreta que, a su muerte, todos sus funcionarios sean ejecutados. El enigma detrás de ese documento, que el líder concibe como una conspiración, pone en funcionamiento una serie de estrategias defensivas del poder del Dictador que se extienden durante toda la novela: entre ellas, la orden a Patiño para analizar los documentos y expedientes, para dar con el autor del pasquín, y la escritura de una circular a todos los funcionarios de la Patria para advertirlos del peligro de sedición.

    Sin embargo, a medida que la novela avanza, se revela que la salud de El Supremo flaquea. Primero padece alucinaciones y luego nos enteramos de que ha sufrido una apoplejía y, con ella, una pérdida de sus capacidades lingüísticas y cognitivas. De a poco, la novela sugiere que el pasquín que da inicio a la novela ha sido efectivamente escrito por el Dictador, que es incapaz de reconocer ni de recordar en ese documento su letra y sus intenciones.

    En suma, este desenlace resulta irónico porque el enigma del pasquín, que tanto atormenta al líder y desencadena una búsqueda infértil, termina encontrando su resolución en él mismo.

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    ¿Qué significado simbólico adquiere la afasia de El Supremo en la novela?

    La pérdida de las capacidades lingüísticas que sufre El Supremo conlleva una carga simbólica devastadora. Durante su gestión en el gobierno de Paraguay, el Dictador se erige como portador de un poder absoluto y su palabra expresa directamente ese poder. De manera autoritaria, jerarquiza su voz como la más importante y, mediante la censura y la persecución, elimina todas las voces disidentes y ahoga toda libertad de expresión. El Supremo es reconocido por su brillantez expresiva y argumentativa, la cual despliega cada vez que debe hacer frente a las amenazas que atentan contra la libertad y la soberanía de Paraguay. Incluso se vale de sus palabras cuando decide escribir la circular perpetua, con el fin de informar a sus funcionarios de los peligros que corre la Patria y asegurarse su lealtad.

    Por todo esto, la afasia del Dictador asume una carga simbólica: no solo implica impedimentos prácticos (la imposibilidad de leer, escribir, expresarse), sino que simboliza la pérdida de su poder absoluto. La afasia pone fin a una de sus armas más valiosas para la defensa de su poderío: la persuasión, la manipulación, el convencimiento que generaba su voz unilateral e indiscutible.